Un grupo de expedicionarios galácticos, instalados en un planeta rocoso, liberan una criatura que, directamente, se folla a una de las féminas del equipo. Una vez inseminada, se convertirá en una psicópata de tomo y lomo, mala como un demonio (¿qué esperaban? ¡es una mujer!) y con la excusa de proteger a su futura prole, irá cargándose al reparto entero.
En principio puede ofuscar que la aparición del alienígena sea tan limitada y la mayor parte del metraje esté oculto "dentro" de una actriz, una decisión obviamente tomada por las extremas limitaciones del escaso montante (en parte aportado por el legendario productor y mecenas asiático Run Run Shaw, quien se pone al frente de la película, como apadrinador principal) Sin embargo, resulta que la tipa, Judy Geeson -de extensísima y reconocible carrera, pueden verla en "El estrangulador de Rillington Place", "Miedo en la noche", la española "Una vela para el diablo", junto a John Wayne en "Brannigan" y, más recientemente, un par de películas de Rob Zombie- lo hace de putísima madre. Da más miedo que el mejor muñeco de látex. Resulta genuinamente amenazante, peligrosa, hijaputa... y tiene una cara de loca que espanta. Además, protagoniza la intensísima escena en la que el monstruo le chuta un par de huevos en sus adentros, marcándose un festival de desgarradores y escalofriantes gritos durante el consiguiente parto. Un diez para la chavala.
Sin ser la mojama, "Inseminoid" reserva algunos momentos tirando a impactantes, como, mentados aparte, la escena en la que un personaje intenta cortarse el pie con una sierra para salvar su vida, o los festivales de tripas y rojo sangre que se gasta Doña alien cuando la hambruna aprieta.
Todo esto condimentado con un ritmo solvente, una ambientación futurista digna, unos cuantos rostros más que luego harían algo de carrera, buenos efectos especiales y un final de esos pesimistas que, según cómo, tanto nos gustan.
No está mal, no.
A continuación, el escaneo de la caratula de mi VHS. Se trata de la edición de "Soho Video" que, como sabrán, se caracterizaba porque TODAS sus caratulas eran fotomontajes la mar de cutres robados de aquí y allí. En este caso, es cierto que la dama de la parte superior pertenece al film -lo mismo que las imágenes de la trasera-, pero esos marcianos negros que tiene debajo, pos no. En realidad todo apunta a "Hermano del espacio", infame refrito hispano-italiano de "E.T. El extraterrestre".