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miércoles, 1 de octubre de 2008

TROPIC THUNDER (CRÓNICA DE UNA OBSESIÓN)

Supongo que si os molestáis en leer esto, ya sabéis que es lo que opino sobre Ben Stiller. Como actor y cómico, me parece un genio, como director, ya es otro cantar.
Considero "Reality Bites" sosa y pijaza y "Un loco a domicilio" correcta, pero digamos que estoy mucho más centrado en su faceta como actor.
Bien, acabo de salir del cine de ver "Tropic Thunder", en la que el bueno de Stiller, ejerce de amabas tareas.
Hace ya algunos meses, leyendo la revista de cine más famosa de España (y que me he prometido a mi mismo más de mil veces que dejaría de comprar… pero soy incapaz), miré con suma atención una foto en la que aparecía un actor negro en lo que tenía pinta de ser una película de guerra. Joder, lo que se parece este negro a Robert Downey Jr.- Pensé. Leí el pie, y vi que se trataba de la ultima de Ben Stiller, y me pareció cojonudo el hecho de caracterizar a un actor blanco de negro y quedara tan bien.
Pasaron los meses y se estrenó en USA, desbancando a "El caballero oscuro" en el primer fin de semana, y descubro que, junto a Stiller y Downey Jr. está también otro de mis favoritos: el por otro lado cargante (pero vive dios que eficaz por lo que a mi respecta) Jack Black. Por consiguiente, el interés se acrecienta en mí como hacía mucho que no se me despertaba por una película. Una sensación similar a cuando de pequeño 
veía en la tele el trailer de la nueva de Parchís y no podía esperar para ir al cine.
Pasan las semanas, y veo en las noticias que una asociación de familiares de disminuidos psíquicos se manifiesta con el fin de boicotear "Tropic Thunder" pues, por su culpa, se sienten ofendidos. ¿Y eso? – Pensé yo… claro que me lo imaginé… en la película harían chufla de los retrasados mentales (y vaya que si la hacen…).
Por fin se estrena este pasado fin de semana. No puedo ir a verla porque tengo que trabajar, así que espero al Lunes, ya que es el día que yo libro. Durante la noche del domingo no podía dormir, solo por saber que iría a verla, una sensación que no tenía desde pequeño, os lo juro…
Llega el Lunes, y mi mujer y yo cogemos el coche para dirigirnos al cine. Pero se truncan mis planes. En plena carretera, hay una pieza de hierro y mi mujer, que es la que conduce, no logra esquivarla. ¿Consecuencia? La pisamos y se nos revienta una rueda, con lo cual salimos disparados haciendo espectaculares eses y casi nos matamos. De chorra logramos ir al alcen y parar allí. Salimos del coche acojonados y vemos que donde antes había una rueda, ahora solo hay un amasijo de hierros triturados. Pero gracias a dios, nosotros estamos sanos y salvos. Llamamos a la grúa, esta se presenta, y nos dice que igual nos ha salvado mi peso, que como la rueda estaba justo debajo de mi, con mi gordura he frenado el coche (es pequeño, un Cinquecento) Para que luego digan que nos pongamos a dieta. Llevamos el coche al taller y, milagrosamente también, el único daño lo ha sufrido la rueda, que quedó destrozada, pero el resto está impoluto. Tenemos problemas para encontrar llantas de ese tamaño, así que todo el santo día de taller en taller.
Así que decidimos que veríamos la película hoy, cuando el coche estuviera arreglado. Bien, además, dice Naxo, que la peli no está mal.
Pues de la obsesión por verla, esta noche he soñado con "Tropic Thunder". Y con unas expectativas tan altas, me siento en la butaca del cine y comienza. Dichas expectativas se cumplen desde el primer falso trailer, en especial me ha dado un ataque de risa con el titulado "El túnel de Satán". Por lo demás, gore, acción, buenos gags, Robert Downey Jr. haciendo un papelón, guiños, 
Tom Cruise impecable… la mejor película de todas las que he visto desde los años 80. No digo más, vayan a verla o lo lamentarán. Es una autentica OBRA MAESTRA DE OBRAS MAESTRAS. Exactamente lo que quiero ver cuando me siento ante una pantalla.
Y si quieren saber cosas más concretas, visiten los cientos de blogs que hablan de ella, antes que nosotros y con más visitas que nosotros.

lunes, 5 de septiembre de 2016

LOS PINGÜINOS DEL SEÑOR POPER

Tras unos años buscando desesperadamente el Oscar de la academia con películas que, o le iban muy poco, o nada (ya sea “Phillip Morris ¡Te quiero!” en la que interpreta a un homosexual -que ya sabemos lo poco amigo que es Carrey de este colectivo- ya sea “¡Olvidate de mí!”), Jim Carrey se plantea que igual es hora de asumir que nunca se lo darán y comienza a ha hacer de nuevo lo que ha estado haciendo siempre, y en lo que es un autentico número uno, esto es; la pantomima y el caricato.
Así, protagoniza una cinta familiar en la que puede desenvolverse como un autentico Jim Carrey, una cinta que le podrá devolver la gloria que abrazó antes de intentar convertirse en un actor serio…pero,  fracasó en el intento de ser él mismo. Fracasó porque, sin ir mal del todo en taquilla, “Los Pingüinos del Señor Poper” se convirtió en su ultimo papel protagonista hasta la fecha, con excepción de la horripilante “Dos Tontos todavía más tontos” que acabaría de sepultarle, tanto a él, como a su co-protagonista, Jeff Daniels. Entonces, “Los Pingüinos del Señor Poper”, sería el inicio de una decadencia que comenzaría en 2011 y que no tiene pinta de querer cambiar por el momento.
Y es que la película, estando entretenida –se trata de una comedia familiar, blanca, más que la nieve que de vez en cuando hace acto de presencia en la película, y aseptica, más que un trago de agua de manantial- no es un buen vehículo para el lucimiento de Jim Carrey. El reclamo, los principales soportes del humor son los pingüinos que en la película aparecen, y no Jim Carrey, que además no nos ofrece un habitual despliegue de muecas como se esperaba, y que, inexplicablemente, está contenidísimo. Vamos, que afronta un papel abiertamente cómico y en el que se espera al Jim Carrey de toda la vida como si interpretara cualquiera de los personajes dramáticos con los que esperaba ganar un Oscar… ¿Dónde está mi Jim Carrey? ¡me lo han cambiado!
Entonces, según esto, llego a la conclusión de que lo peor de la película, es precisamente Jim Carrey que está espantoso.
El argumento, inspirado en un cuento infantil homónimo,  es sencillo: Un desperado agente inmobiliario que ha triunfado en la vida, recibe la herencia de su padre, nada menos que 6 pinguinos. Entre que se deshace y no se deshace de ellos, los Pingüinos, harán de las suyas dentro de su lujoso apartamento, hasta que el Señor Poper se encariña de ellos, por determinadas cuestiones, y tendrá que lidiar con las gamberradas de estos, y con las intenciones del director del Zoológico local, que es quedarse con estos pingüinos, con intenciones no del todo honestas.
Siendo muy rebuscado, y teniendo en cuenta que los pingüinos protagonistas, además de hacer sus tropelías por la casa, siendo prácticamente iguales, tiene cada uno su propia personalidad, “Los Pingüinos del Señor Poper” muy parecida en tono y ejecución a “Los Pitufos”, no dejaría de ser una vuelta de tuerca infantiloide de lo que ya nos ofrecía “Gremlins”. Claro, salvando mucho las distancias en todos los aspectos posibles.
Pues como ya les he dicho, la peli se ve en un pispás, y lo único que no funciona es Carrey. Tiene sentido que esto sea así, pues cuando la Fox afrontó el proyecto era muy distinto. Sería una película de corte más oscuro protagonizada por Ben Stiller y dirigida por Noa Baumbach (director de “Margot y la boda” o la aclamada “Frances Ha”, así como los escarceos de Stiller en el cine independiente “Greenberg” o “Mientras seamos jóvenes”), pero el primero ya estaba harto de protagonizar películas en las que lidiara con animalitos que la mayoría de las veces no estaban allí –como en “Noche en el Museo”- y el segundo, sin Stiller en el proyecto, perdió el interés, que para eso es un director indie de autor.
Tras tentar a Jack Black o a Owen Wilson, el único que aceptó fue Jim Carrey, y lo cierto es que cualquiera de los candidatos previos daba mejor el tipo para Mr. Poper que él.
En cuanto al tema de los pingüinos, hay escenas en las que se utilizan pingüinos de verdad (para lo cual se tuvieron que usar sets de rodaje debidamente preparados y refrigerados), y otras en las que se trata de pingüinos de CGI, y aquí es donde radica lo bueno de “Los Pingüinos del Señor Poper”, el lado técnico, ya que la perfección es tal, que casi siempre cuesta distinguir cuando lo que vemos es real y cuando ordenador, aunque, intuimos cuando lo es cada vez que, por ejemplo, los pingüinos realizan espectaculares acrobacias.
Las labores de dirección recaen en Mark Waters, artesano Hollywoodiense de comedia y fantasía que firma, en su filmografía, títulos como “Las Crónicas de Spiderwick”, “Chicas Malas” o “Los fantasmas de mis Exnovias” y que, sin duda, llevará a muy mal puerto la inminente secuela de aquella oda al mal gusto y la mala leche que era “Bad Santa” de Terry Zigwoff. Veremos. Aquí, sin más, cumple con lo que se le pide, cobra el cheque, y para casa.
En españa la película no llegó a los 600.000 espectadores.

martes, 26 de octubre de 2010

I´M STILL HERE

Si compráis habitualmente revistas sobre cine (o del corazón, que yo esto lo he visto hasta en el “Pronto”) os sonarán ciertas noticias sobre que Joaquin Phoenix abandonaba el mundo de la actuación porque ya no soportaba mas la presión, sobre su físico (considerablemente gordo y desaliñado), su estado mental y, sobre todo, su intención de dedicarse a hacer rap, una música que no le pega ni con cola. “Excentricidades de los de Hollywood, ya volverá”, pensé yo.
El tema es que en España, en la prensa rosa, como en todo, andamos a años luz, y como el grueso de los españolitos medios, ni siquiera saben quien es Joaquin Phoenix, pues esas noticias no han trascendido. Pero en los USA, la cosa se ha convertido en un circo. Las apariciones televisivas de Phoenix con su aspecto decadente y diciendo que todo es una mierda y que quiere rapear, en menos de un año, lo convirtieron en un “friki” mediático; los espectadores se reían de el, como se ríen aquí del “pozí”. ¿Entienden el simil? Bien, el tema es que Joaquin Phoenix, junto con su cuñado Casey Affleck (hermano de Ben), se han estado mofando de una nación entera, mientras se lo pasaban de puta madre rodando este falso documental en el que vemos la trasformación, desvaríos y rapeos de uno de los actores mejor considerados de la escena de Hollywood. Resulta que todo era un montaje, con el fin de realizar este documental de tres duros, con Ben Stiller y Puff Daddy como compinches, para hacerle creer al mundo que Phoenix se había vuelto loco, cuando, en realidad, lo que estaba haciendo era la actuación de sus vida.
La gracia consiste en que como rapero, a parte de no ser creíble (es una estrella de hollywood, de pasado hippie y nómada), es un manta, vaya, que rapea peor que un perro, y su obsesión por meterse de lleno en ese mundo, deja perplejos a todos. De antología el momento en el que Edward James Olmos va a su casa, a ver porque demonios a decidido dejarlo todo y empezar de nuevo en un mundo que no es el suyo, y escucha atentamente, las violentas y obscenas rapeadas que salen de la boca de Phoenix, sin ningún estilo ni ritmo.
Muy interesante y divertido, a pesar de estar retratando toda una tragedia…
Con el estreno tuvo que destaparse el bulo. No se como ha sentado el tema, pero lo que está claro es que Phoenix va a tener que pelear un poco para volver a recuperar su estatus, la jugada les ha salido bien, han conseguido su objetivo, y han logrado un cojonudo falso documental (si es que sabes de que va la vaina), pero, igual, estos bromistas acaban pagando las consecuencias…

lunes, 7 de enero de 2019

LA GRAN COMILONA

“La gran comilona” —o en francés, que suena mejor, “La grande bouffe”— pertenece a ese tipo de películas setenteras concebidas para alborotar y escandalizar al personal, dónde también ubicaríamos la archiconocida “Saló o los 120 días de Sodoma”, a su manera, y al igual que esta, también una comedia de pedos.
Estupendísimo, Marco Ferreri, que fuera cual fuera el país de Europa en el que este formara tandem con Rafael Azcona, que se ponía a la máquina de escribir a desarrollar las locuras del italiano, construye con “La gran comilona” una oda a la gula, a la gordura, a la estupidez, al pedo, a la mierda. “La gran comilona” es una reivindicación del suicido, del sexo en grupo, del derecho a ser tan asquerosos como queramos.
Resulta muy curioso como, casi 50 años después de su estreno, blogueros que descubren ahora esta película, en el museo del tópico, resalten todos las mismas cosas, obsoletas, que además ni tan siquiera son de cosecha propia; se las han debido leer por ahí al crítico serio de turno. Lo más  común es leer aquello de que “La gran comilona” revuelve el estómago y la conciencia. En fin. Lo único cierto es que cuando Ferreri y Azcona se sentaron a escribir esta película, se partían el ojete. Estos dos no trataban de hacer un reflejo de la alta sociedad (que lo hace) ni de los caprichos de las altas esferas (que también lo refleja), con el afán de remover la conciencia del espectador, estos lo que hacían eran escribir escenas de mierda y estómagos llenos que les hacían gracia. El resto, elucubraciones de la crítica.
Pero si es cierto que en la época, esta película, además de una provocación resultara algo que revolviera el estómago (de hecho durante su visionado en el festival de Cannes de 1973, Ingrid Bergman echó la pota en la sala de cine, o eso se cuenta…) y diera que pensar al público. Pero todos estos blogueros imbéciles que la han descubierto hoy, deberían estar ya curados de espanto. Deberían.
Dejando a un lado los aspectos filosóficos e intelectuales que tiene la película (porque los tiene), nada de lo que vemos en “La gran comilona” es algo que no hayamos visto en todas esas comedias americanas contemporáneas capitaneadas por Adam Sandler o Ben Stiller. Son más desagradables algunas de las marranadas de “Ace Ventura: Operación África”, que las cuatro cagadas y el festival de pedos que nos regala Michel Piccoli, por lo que vista “La gran comilona” hoy, creo que se queda anticuada en ese sentido. Transgresora como es, a día de hoy ya no transgrede. Pero queda vigente el exceso del que hace gala. No hay personajes más excesivos, ni película más excesiva —ni tan siquiera “Saló o los 120 días de Sodoma”—, y es justo por ese exceso por el que, aún anticuada en la provocación, se mantiene tan fresca. Y tan, tan, tan divertida. Cercana a la obra maestra.
Lo mejor es que Ferreri pone a su servicio a la flor y nata del cine europeo de la época, esto es, Marcello Mastroianni, Ugo Tognazzi, Michel Piccoli y Phillipe Noiret, nada menos. Y llamándoles en la película por sus propios nombres de pila, Ferreri nos propone una historia en la que cuatro individuos adinerados y asqueados de la vida, deciden encerrarse en el caserón de uno de ellos y allí, durante un fin de semana, comer hasta morir. Por supuesto, la ingesta de alimentos de forma repugnante es una constante en el metraje, así como los accidentes gastrointestinales que traen consigo los atiborramientos. Para darle color al asunto, estos cuatro sibaritas se suben putas a la casa así como invitan a su particular fiesta a una señorita entrada en carnes, que fascinada por la forma de destrozarse el cuerpo por parte de estos individuos, se suma a la fiesta para pasárselos por la piedra cuando sea menester.
El desenlace de esta comedia tan graciosa, se tornará drama, sin que este drama, por otro lado, deje en ningún momento de tener su gracia.
La película, según el país en el que se estrenaba, tuvo diversos problemas de censura siendo Reino Unido —cómo no— el país dónde peor se trató a la cinta, entre otras cosas, por estrenarse de tapadillo y sin una licencia de exhibición en orden.
Estupenda. De verdad, estupenda.

miércoles, 7 de mayo de 2008

ESCUELA DE PRINGAOS

“¿Son ustedes unos fracasados? No, porque un fracasado es una persona que intenta algo y no lo consigue. Un tipo que dispara, pero falla. ¿Cuántos de ustedes tienen un libro de autoayuda? Pues esos libros no sirven para nada, porque si son de autoayuda, la persona que les va a ayudar es un gilipollas integral”
Con esta parafraseada, da comienzo la clase de Billy Bob Thornton en "Escuela de pringaos".
Bajo este horroroso titulo español, se esconde la comedia mas simpática e inteligente que se ha hecho en lo que llevamos de año (y puede que también de los tres o cuatro anteriores).
Un vigilante de parquímetros (Jon Heder) es humillado constantemente, tanto en el trabajo como en su vida privada, así que acude a unas clases para dejar de ser un idiota, impartidas por un autentico triunfador, acompañado de su ayudante, un negrata que igual hasta viola a los alumnos (Michael Clarke Duncan) . Y resulta que el vigilante de parquímetros es tan avispado, y aprende tan rápido, que su profesor empieza a hacerle la vida imposible, porque no soporta que alguien logre alcanzarle.
Una autentica gozada de película, repleta de efectivísimos gags, mala leche inteligente, un ritmo frenético, un poco del babosismo “made in Hollywood”, que siempre se podrían ahorrar, y un pequeño papel para Ben Stiller, que se encuentra en su salsa en todo aquello que hace.
El director de esto, Todd Phillips, es un autentico artesano de la comedia (aunque con un curioso pasado "underground", fue responsable del mítico documental "Hated: GG Allin & the Murder Junkies" y medio creador del "New York Underground Film Festival"... hasta que se le presentó la oportunidad de dar el salto al cine comercial, y no se lo pensó dos veces. Un poseur en toda regla, vaya), en cuya filmo, destacan títulos tan divertidos como "Road Trip", "Starsky & Hutch" o "Aquellas juergas universitarias"
. Con "Escuela de pringaos" llega al cénit de su carrera, construyendo su mejor película y, como he dicho antes, la mejor comedia de los últimos años.
Esta sí que es para ver con un buen arsenal de palomitas, varias veces seguidas.

lunes, 27 de abril de 2020

BEASTIE BOYS STORY

“Beastie Boys Story”, dentro de lo que cabe, es uno de los esperados productos audiovisuales que se han visto afectados comercialmente por el coronavirus de los cojones que, mientras escribo esto, ahí sigue dando por el culo en este perro mundo.
Tras la muerte de Adam Yauch y la disolución de la banda, los otros dos componentes de Beastie Boys, AD Rock y Mike D, no paran quietos, si bien no haciendo música, sí haciendo actividades retrospectivas en torno a su grupo y, sobre todo, al malogrado Yauch. Hay que tener en cuenta que Adam Yauch falleció justo en un momento dulce para los Bestie en el que encabezaban los festivales más importantes del mundo y se habían trabajado un respeto en el mundo del rap en particular y de la música en general, siendo uno de los grupos más queridos de la historia. Y siempre pesumieron de, sobre todo, ser estupendos amigos durante los 40 años de vigencia del grupo. Nunca se separaron, nunca tuvieron redencillas serias. Y tras la muerte de Yauch, esa parece ser la principal actividad que Rock y D desempeñan en escenarios, el hacer ver al mundo lo amigos que eran, esta vez desde la experiencia de unos cincuentones que se preparan para la  tranquila recta final de sus vidas.
Así, lanzaron al mercado la autobiografía del grupo en un magnífico libro muy recomendable que pueden ver reseñado aquí. Más tarde, y con producción de Jonah Hill y dirección de Spike Jonze, se van de gira por varios teatros de la ciudad de Nueva York para, subidos a un escenario, prácticamente, hacer en directo un resumen del libro haciéndose acompañar de una gran pantalla por la que desfilarán toda suerte de imágenes y vídeos caseros que ilustrarán las vivencias narradas, con la ayuda del teleprócter, por Mike D y AD Rock. Entonces, “Beastie Boys Story” es la filmación del espectáculo rodada y montada de una forma muy cinematográfica y dinámica por Spike Jonze con la idea de lanzarlo el pasado Marzo en cines de todo el mundo. Primero estaba programado su estreno en el festival South By Southwest para el 16 de Marzo de 2020, pero para entonces el mundo se confinó debido a la pandemia por Covid -19 y, lógicamente, tuvieron que suspender el evento. No obstante, la película se iba a estrenar a lo grande en IMAX a partir del 3 de Abril… pero el mundo seguía confinado, por lo que se suspendió el estreno en Imax. Solo pudieron estrenarlo el pasado Viernes 24 de Abril, en streaming, dentro de la programación de la plataforma digital Apple TV.  Y ahí sí, ya se lo pudieron mostrar al mundo. De hecho, por obra y magia de los hackers informáticos, se estrenó al mismo tiempo en la plataforma digital que en las páginas de descargas ilegales, con lo que los fans, suscritos o no a esa plataforma, pudieron, verlo el mismo día del estreno.
Ver “Beastie Boys Storie” de primeras, debe ser una pasada para el fan, ya que cuenta de una manera muy fluida todo lo que es la historia de los Beastie Boys… pero se queda bastante corto. Si han leído el libro se darán cuenta de que esto no es más que un apresurado resumen de este, contado a toda velocidad, porque en dos horas no cabe más. Se podría recurrir al manido, obvio y clichoso “Era mejor el libro” porque es infinitamente mejor. Sin embargo, hay que disfrutar de todos los formatos en su justa medida, ya que “Beastie Boys Story”  cuenta con cameos de Ben Stiller o Steve Buscemi de los que no disfrutamos en el libro; vemos una serie de vídeos caseros que no podemos ver en papel y, sobre todo, somos testigos de cómo AD Rock se emociona hablando se su compañero AMC, sin poder contener las lágrimas y cediendo el testigo a su compañero Mike D, ya que él no puede continuar de la pena que tiene encima. Esas emociones, tampoco están en el libro.
Con todo, es un complemento. Habiendo consumido todos estos excelentes productos post Beastie Boys (que me han ayudado a comprender, admirar y disfrutar de una  banda de la que no era fan en absoluto), no puedo disociar el libro de la peli, ni la peli del libro. Es más, hay que leer el libro y después ver la peli. Si no, la experiencia no será completa. Lástima no poder haber visto el show en directo…
Como sea, cualquier cosa de Beastie Boys, es siempre muy recomendable.

viernes, 19 de junio de 2015

HOT TUB TIME MACHINE 2

Secuela directa de lo que aquí se llamó “Jacuzzi al pasado”, de la que han pasado ya cinco largos años, y que repasando precisamente esa reseña, destacaba lo políticamente incorrecto de los chistes. Bueno, son ya muchos años de comedias yankies, y cinco años desde que se estrenara aquella, así que el tema de la incorrección y la escatología, que la hay (y mucha) en esta secuela, ya no me llama tanto la atención.
Tan solo diré que en esta secuela, el sustento y base principal de la ¿franquicia?, que es John Cusack,  desaparece; o no del todo porque su personaje está bien presente durante toda la película, aunque no aparece más que en un cameo. También se mantiene el cameo de Chevy Chase, aunque este es bastante más escueto que en su antecesora.
Para la ocasión, centrándonos en el final de la primera parte, aquí nuestros protagonistas son famosos, tanto que  a uno de ellos se le sube el éxito hasta tal punto que alguien con una recortada le mata en pleno discurso megalómano. Se meterán en el jacuzzi del tiempo con el fin de ir al pasado y detener al asesino, pero por una extraña razón,  aparecen en el año 2025. Resulta que el asesino es alguien del futuro que ha viajado al pasado para matarlo, así que deberán impedirlo y volver… con tan mala pata que todavía no existe la sustancia que metida en el jacuzzi permite los viajes en el tiempo… y la continua alteración de los acontecimientos cambiarán el rumbo de las cosas tanto en el pasado, como en el futuro, por lo que el pifostio está servido.
Un poco más de lo mismo de la anterior, pero servido con menos gracia y salero, en una saga a años luz de “Regreso al futuro”, pero con las miras demasiado puestas en ella. De hecho, tenemos un par de gags a costa de las películas de Zemeckis.
No obstante, es una comedia ligera, y por lo tanto, da igual lo buenas o malas que sean, lo mucho o poco originales que resulten: Siempre son disfrutables, así pues, pasamos el ratillo tan tranquilamente.
Con lupa están mirando ahora los distribuidores españoles las comedias americanas que estrenan, ya que aunque en los USA es uno de los géneros que más millones reporta, en españa no acaba de cuajar el humor americano; en españa el público no se desplaza al cine a ver una comedia americana. En la taquilla española, fracasa Will Ferrell, fracasan Seth Rogen, James Franco y Jonah Hill y, en menor medida, fracasan los todopoderosos Ben Stiller y AdamSandler. Y como “Jacuzzi al pasado” no funcionó en la taquilla española como debería, pues es bastante probable que no se llegue a estrenar en cine. Con suerte, directamente en DVD y a lo mejor ni eso. Pero no pasa nada; la peli lleva ya tiempo editada en DVD y Blu Ray en estados unidos, y ya circulan copias en HD por toda la red como rosquillas. Ergo ¿Qué hacemos? Esperamos a ver lo hacen en españa con ella? Ustedes sabrán.
En el reparto nombres que más o menos despuntan en los USA pero que que aquí son completamente desconocidos como los de Craig Robinson (“Juerga hasta el fin”), Rob Corddry (“Memorias de un zombie adolescente”) y Clarke Duke (“Mil palabras”)
Dirige Steve Pink, cuyos trabajos más destacables son la primera parte de esta y  “Admitido”.
Entretenidilla, sin más.

domingo, 10 de agosto de 2008

BIG STAN

Yo se que entre el respetable Rob Schneider levanta ampollas del tamaño de una montaña; pero a mi este tipo, desde que le vi por primera vez en "El ojo del huracán", me cae bien. Además, pasó de interpretar papeles de “amigo gracioso del prota”, a ser una estrella cómica de alto calibre, gracias al enchufe de su amigo Adam Sandler.
Y es que el "Saturday Night Life" ha sido de toda la vida una cantera de actores cómicos insuperable. Obviamente, la etapa ochentera dio lo más mejor del humor yanki, pero esta ultima generación no se queda corta. Es más, es que todos los actuales han salido de allí: Adam Sandler, Ben Stiller, Vince Vaughn, Jack Black, Will Ferrell... todos los grandes. Y quizás Rob Schneider sea el más pequeñito de ellos, sin embargo sus películas son las que más me gustan. Son tan absurdas, ñoñas, ridículas e ingeniosas... Y precisamente, la ultima,"Big Stan", con la que debuta en la dirección, quizás sea la más redonda de todas las que ha hecho.
Un tipo que se dedica a la especulación inmobiliaria es condenado a cinco años de prisión. Deprimido, una noche sale a tomar una copa y allí conoce a un ex presidiario al que paga para que le cuente como es eso de ir a la cárcel. El tipo se sincera y le dice que, sin duda alguna, nada más entrar en chirona será violado repetidas veces, por tipos de diferentes etnias. Esto aterroriza a nuestro protagonista y comienza a obsesionarse con ello.
Como le quedan varios meses para ingresar, planea hacer todo lo posible para que la inevitable sodomización no se lleve a cabo, así que toma clases de karate, que obviamente, no le sirven para nada. Tras recibir una paliza de su maestro, aparece un extraño ser (David Carradine) que le entrenará para convertirle en indestructible, un experto en Kung fu al que nadie tose una vez entre rejas. Y no solo eso, en un alarde de babosismo Hollywoodiense, reforma a todos los presos, convenciéndoles de que no violen a otros presos, a no ser que estos así lo deseen...
La película es cojonuda.
A ver, las dosis de ñoñería son inevitables, recordemos que es una película de Rob Schneider... pero una contiene un montón de géneros, los suficientes para que yo me haya quedado entusiasmado. Es una comedia con mucha escatología verbal. Muchísima, no paran de hablar de pollas, enculadas... todo el tiempo, y esas cosas a mí me matan de risa. Por otro lado, tiene artes marciales ¡muy tomadas en serio! Con coreografías de kung fu más que dignas y bien ejecutadas por un Rob Schneider que no ha necesitado especialista alguno que le doble en las escenas de acción (recordemos que Schneider es de origen filipino, y más que probable que domine algún arte marcial. Y si no lo domina, para la peli ha aprendido notablemente). Y luego todo el rollo carcelario, del que soy fan. A mi estas películas me molan un huevo.
Luego, está David Carradine por ahí, bordando el papel.
Tras "Kill Bill", todo el mundo creía que el estatus de Carradine subiría desmesuradamente, pero aquí estamos ya ante su decadencia absoluta. ¿Qué quiero decir con esto? Pues que al igual que Christophe Lambert recientemente ha hecho el ridículo en un anuncio de coches, parodiando el único personaje suyo mítico (el de "Los Inmortales"), en esta película, Carradine hace chufla de su personaje mas mítico... ¿hace falta que les diga cual? Pues como, una de dos, o ustedes son muy tontos, o yo soy retrasado mental y no me explico, les diré cual es: El de "Kung Fu". Si, mazo de años después de haber hecho esa serie y sus continuaciones, Carradine todavía vive a rebufo del pequeño saltamontes, y en esta peli, aunque nunca se nos confirma, sabemos que es él... eso sí, Carradine es lo mejor de la misma y protagoniza las escenas más memorables.
Por otro lado, hay montones de guiños a otras películas, de las cuales está claro que ha mamado Schneider para hacer esta... "Kill Bill", "Yo os declaro marido y marido", "El mono borracho en el ojo del tigre", "Un novato en prisión"...a todas las homenajea, aderezado con la banda sonora innecesaria (¡¡¡¿¿ por qué suenan a todas horas??!!) cortesía de los "Gipsy Kings".
Y lo mejor es que se trata de una película cuyo hilo conductor es el evitar que a un tipo se la metan por el culo ¿Cuántas se atreven a ser tan osadas?
En definitiva, que si os gusta la comedia americana, os la recomiendo. Y de verdad, ya que esta es una gran película y lo mejor que ha hecho Rob Schneider.

lunes, 19 de septiembre de 2011

NOCHE DE MIEDO (2011)

Yo no soy un hombre que tenga por costumbre poner a parir remakes, si no todo lo contrario. De hecho LA COSA de John Carpenter es un remake, y soy un defensor a ultranza del remake de I SPIT ON YOUR GRAVE. Con esto lo único que quiero decir, es que no estoy condicionado por el tema de que NOCHE DE MIEDO (2011) sea un remake. A eso hay que añadir, que soy de la opinión de que el original de 1985, ha envejecido bastante mal.
Por otro lado, las comparaciones son siempre odiosas, así que centrémonos en esta nueva versión, y olvidemos que la de Tom Holland existe.
A una casa de una urbanización perdida en algún lugar de Las Vegas, llega de nuevas un individuo bastante atractivo y con pintas de macarra cervecero. Por otro lado, dos adolescentes, Charlie y “El Rata” se percatan de que cada día hay menos alumnos en clase, y uno de ellos, “El Rata”, que lleva un tiempo espiando al nuevo vecino de su compañero, descubre que es un vampiro y que es el responsable de que los alumnos no vayan a clase, porque este se los carga.
Pronto las cosas se complican, y en el afán de acabar con este vampiro, Charlie contacta con un performer de tres al cuarto de Las Vegas, que dice ser experto en vampiros y que responde al nombre de Peter Vincent. El resto se lo pueden imaginar.
La película no llega ni a producto para adolescentes. Aburrida, lenta, estúpida y sobretodo, muy infantil. Más que una película de terror para adolescentes parece que estemos viendo una película basada en un relato de R.L. Stine, destinados al público infantil.
Lo peor, es que durante todo el visionado, nos acompaña una extraña sensación de vergüenza ajena, en parte por la presencia de Peter Vincent, interpretado por un tal David Tennat, y aquí inevitablemente, me remito a la versión ochentera. Era genial la idea de un caza vampiros representado por un actor sexagenario en decadencia que presenta un programa de televisión en el que programan viejas películas de terror de serie B. Aquí es un treintañero medio millonario que prepara estúpidos espectáculos de vampiros en directo. El personaje, pierde así, toda la gracia que tenía el original.
Curiosamente, la película está exenta de humor, que podía ser un punto a su favor, de no ser porque toda ella es un zurullo, y la presencia de Christopher Mintz- Plasse (El “Bruma Roja” de KICK-ASS, o el Mc. Lovin de SUPERSALIDOS) se torna absolutamente desagradable y gilipollesca.
Efectos especiales de mierda, ni una sola gota de sangre y en definitiva, un absoluto desastre.
Mientras la veía, notaba algo raro en la imagen. No tenía aspecto de película Americana, más bien parecía algo Europeo, concretamente, tenía la iluminación de una película española. Pronto le he restado importancia a esa apreciación, hasta que en los títulos de crédito finales, me he percatado de quien era el director de fotografía. Se trata de Javier Aguirrerasobe, fotógrafo habitual hasta hace poco de Pedro Almodóvar y de títulos destacados de la cinematografía española, que de un tiempo a esta parte está haciendo carrera en Hollywood. Así se explica un poco ese extraño ambiente.
Dirige esta peste Craig Gillespie, que destacó hace unos años por dirigir una película de autor titulada LARS Y UNA CHICA DE VERDAD, y también la comedia CUESTION DE PELOTAS. No, no se trata de la de Ben Stiller.
Un zurullo negro.

domingo, 2 de diciembre de 2012

MIL PALABRAS

Lo primero de todo: Eddie Murphy tiene 51 tacos a sus espaldas ¿Cómo hace este negro para estar exactamente igual que con 20? .
El caso es que es curioso el fenómeno Eddie Murphy, que pasó de ser uno de los cómicos más cotizados a ser un veneno para la taquilla. Lo es tanto, que tras varias intentonas de retomar el éxito con películas diseñadas a su medida, en España los distribuidores pasan de jugársela y deciden estrenar su ultima película directamente a dvd. No ha dado un duro. ¿Y que le pasa a la película?. Absolutamente nada, es una película de Eddie Murphy, como todas las de Eddie Murphy. De hecho, probablemente sea la mejor de las últimas que ha hecho, rollo mainstream, factura impecable y todo muy de estudio. Es un hecho también, que la comedia americana en España, ya no es de recibo en las taquillas. Películas que me cago por ver como “Los Amos del barrio”, con ese triunvirato atómico que es Ben Stiller, Vince Vaungh y Jonah Hill, apenas si ha aguantado en cartelera un par de semanas, o peliculones como “Un golpe de altura” pasan totalmente inadvertidas. Pero las de Murphy en solitario actuales, no dan pasta ni en los USA. Y el problema está en Murphy. Entrecomillad lo de “Problema”. Porque Murphy, no ha dejado de ser Murphy y no ha variado su estilo ni un ápice, el mismo tipo de papeles, el mismo tipo de humor, la misma verborrea acelerada. Lo que le convirtió en estrella en los ochenta, hoy en día se queda desfasado y, supongo, ya no hace gracia. Sin embargo, a mí me sigue funcionando.
Un editor literario que solo piensa en el dinero, tiene facilidad de embaucar a cualquiera con su labia. Se da cuenta de que hay un gurú de corte espiritual de rollo hindú, con un poder de convocatoria impresionante que ha escrito un libro, luego intuye que ese libro tendrá unas ventas millonarias. No entiende como nadie ha editado el libro todavía. Así que va a verle y firma un contrato. Lo que no sabe es que el libro de este señor solo cuenta con cinco páginas.
En una de estas, de la nada, aparece un árbol en su jardín, a lo que el gurú le dice que ese árbol está conectado a el y que cada palabra que el dice, cae una hoja de sus ramas, y que cuando el árbol pierda todas sus hojas, morirá, y por lo tanto, el morirá también. Así tenemos a Eddie Murphy el resto de la película, desenvolviéndose con la mímica, mientras el gurú se va de viaje a intentar ver como hacen para solucionar el problema.
Bien, correcta, con sus gags, Eddie Murphy en su salsa y en definitiva, entretenida. Lo malo es la apestosa moraleja final, muy de Eddie Murphy por otro lado, pero vamos, nada a desdeñar. Pero los adolescentes que son los que van al cine, no comprenden los aspavientos y el humor para todos los públicos que se gasta Murphy últimamente, ergo, normal que sea un fracaso.
En la dirección tenemos a Brian Robbins, que se gana la vida haciendo televisión y que ha rodado películas “Fast food” como la ignota, pero divertidísima “Listos para luchar”, “Hardball”, “Cariño, estoy hecho un perro” o las ultimas ponzoñas de Eddie Murphy “Norbit” y “Atrapado por un pirado”.

viernes, 30 de octubre de 2020

EL HALLOWEEN DE HUBIE

Lo que me encanta de Adam Sandler es que, un año, hace una película dramática en la que el tío ejecuta un papel tremendo de aquellos que sirven para que le den premios y consigue poner a toda la crítica a sus pies, y, al año siguiente, hace una película de Adam Sandler para fans de Adam Sandler, dando lo que se espera de Adam Sandler (por lo general, roles en los que interpreta a un individuo con ligero retraso mental) y consigue poner en su contra a toda esa misma crítica que el año anterior le laureó.
Además, cuando la crítica se ceba con Adam Sandler, suele ser especialmente cruel —de hecho, creo que fue con “Desmadre de padre”, un crítico británico, incluso llegó a desearle la muerte—. Pero Sandler no da puntadas sin hilo y sabe perfectamente la reacción que va a generar con cada película que hace. ¿Afecta esto a su modus operandi? En absoluto. Tiene a crítica y a público en donde quiere tenerlos en cada momento. Y por el camino, aumenta los ceros se su cuenta bancaria. ¿Stanley Kubrick? Me río yo de Kubrick. Adam Sandler sí que tiene absoluto poder creativo sobre lo que hace. Quizás por eso es la niña bonita de Netflix que le tiene en nómina desde el día cero. Por otro lado, fue Adam Sandler uno de los primeros hombres de negocios de Hollywood que se dio cuenta de que el futuro del cine estaba en las plataformas digitales y no en las salas. Y en ese negocio anda, intuyo, que por mucho tiempo.
Dentro de esa tesitura, “El Halloween de Hubie” es su última película para Netflix y en menos de un mes de vida en la plataforma la crítica ya le ha dicho de todo a Sandler menos bonito —esta tiene especial mérito, pues no solo ha puesto en su contra a la crítica convencional, sino también al público generalista, aquel que no es fan de Adam Sandler y que ven el film porque está disponible en Netflix, jamás pagaría por ir a ver una película de Sandler al cine, pero no tiene reparo en ensañarse con ella cuando el poder verla sólo es cuestión de darle a un botón. Bueno, en cualquier caso, hablar, opinar,hasta ahora es gratis—. No es para menos porque, en una reivindicación de sus papeles más irritantes, el Hubie de esta película es el típico personaje bobalicón y retraído que tan bien se le da hacer a Sandler y que puede sacar de quicio a neófitos y haters del cómico, pero que hará las delicias de sus fans, entre los que me incluyo. “El Halloween de Hubie” da exactamente lo que se puede esperar de una película de Adam Sandler. Esperar algo distinto es una absoluta necedad. Y lo que hoy se le critíca, ya lo había dado en películas como "Zoham". Así que, cuanto más se le critica, mas Sandler es, y cuanta más facilidad tiene para ofender a esos obvios plumillas y blogeros, mucho mejor.
La película viene que ni al pelo para estas fechas (Mañana se celebra Halloween, festividad esta que afortunadamente, y exportada de los USA, cada vez se celebra más aquí y a mí me encanta) y por eso la reseño este finde (mañana viene otra), porque no se me ocurre mejor cinta que esta para visionar durante la noche de las brujas, que es, por otra parte, para lo que ha sido concebida esta “El Halloween de Hubie”.  Así, tenemos una comedia de lo más tontorrona e inofensiva a la que se le ha dado un toquecito chiquitín de terror, para disfrute de toda la familia. Una película para Halloween y ambientada en Halloween. Y es una maravilla ver todo lo que sucede en el pueblo en el que situamos la historia (nada menos que Salem), debidamente acondicionado con toda la parafernalia propia de esa festividad y, además, muy a la americana, con lo cual es un placer para los sentidos. Entre esqueletos, calabazas y Adam Sandler, va la cosa. Por ponerle alguna pega, hay que decir que, la trama, me ha parecido un tanto confusa, así como vaga, pero como al final no es más que una chorrada y se resuelve con facilidad, nos da un poco lo mismo. La trama, no es más que una excusa para que veamos a Sandler y a su equipo para arriba y para abajo en la noche de Halloween.
Hubie lleva toda su vida viviendo en Salem y toda su vida ha sido víctima del buying al que le ha sometido casi la totalidad del pueblo. Durante la festividad de Halloween, él se ofrece como voluntario para hacer las veces de monitor de los jóvenes, por lo que patrullará toda la noche por el pueblo para garantizar la seguridad de todos durante la fiesta. Sin embargo, la presencia en el pueblo de un extraño nuevo vecino, y las desapariciones misteriosas (y medio paranormales) de unos cuantos habitantes, llevarán a nuestro protagonista a contactar con la policía (que pasa de él) para que investigue… y poco más. Y ni falta que le hace.
En realidad es un film muy del montón de Adam Sandler, los tiene mejores y también peores, pero, su ambientación en Halloween con tanto monstruito, tanto adorno, tanta calabaza, lo convierten sin duda en uno de los más simpáticos y agradables. Vemos la película, nos echamos unas risas, nos vamos a dormir, y al despertar al día siguiente ya no nos acordamos de ella. Pues maravilloso.
Por ahí tenemos, haciendo gracietas, a Ben Stiller, Steve Buscemi, Rob Schneider, Kevin Hart, Maya Rudolph, Ray Liotta… El director, que en una película de Adam Sandler es lo de menos, es Steve Brill, que ya lo dirigió en “Mr. Deeds” o “Sandy Wexler” y cuya película más gorda fuera de la órbita Sandler sería “De perdidos al río”. Ahí, es nada.

lunes, 17 de julio de 2023

EL PEPINILLO

Recuerdo perfectamente cuando se estrenó esta película en España. Estaba distribuida por Columbia Pictures e incluso tuvo su promoción televisiva y, por aquel entonces, no es que fuera un seguidor del autor de “El Pepinillo”, Paul Mazursky, pero sí estaba familiarizado con él gracias a films como “Un ruso en Nueva York” o “Un loco suelto en Hollywood”, así que “El Pepinillo” formaba parte de mis apetencias en el ya lejano año del Señor 1994, que fue cuando se estrenó esta película en nuestros cines.
Cuando por fin tuve tiempo para ir a verla, quizás una semana después, ya había desaparecido de la cartelera. Posteriormente, no la llegué a ver a disposición en alquiler en mis videoclubs habituales, aunque sí que fue editada en dicho formato; de hecho para convertirlo en un producto más vendible se modificó el póster original con un montaje chapucero (el del cartel adjunto) al que se le añadía una señorita en  ropa interior que en realidad no aparecía en la película y una frase promocional totalmente engañosa que rezaba: “Harry Stone está atravesando una crisis… es francesa, de 23 años y con un cuerpo tremendo”, como si se tratara de una de esas películas de cana al aire en las que un tipo maduro se enrolla con una jovencita. Algo de eso hay, pero en absoluto es el tema principal sobre el que gira la trama. En realidad trata sobre un director de cine de cierto prestigio al que le ha ido muy bien hasta que sus tres últimas películas han resultado ser un fracaso financiero. De este modo, se ve obligado a aceptar rodar una estúpida película comercial en la que unos granjeros dedicados a los pepinillos, cultivan uno tan grande, que acaba resultando una nave espacial que les llevará a surcar el espacio hasta llegar al planeta Cleveland, uno casi exacto a la tierra en el que sus habitantes solo comen carne y viven hasta los 50 años. Para él la película que ha rodado es una basura, por lo que, los días previos al estreno visitará a sus seres queridos porque tiene un plan si fracasa. Por otro lado, tendremos flashbacks a la infancia del director, así como veremos en momentos puntuales secuencias de la película dentro de la película, que se titula asimismo “El Pepinillo”.
La cinta tuvo muy poca visibilidad en su momento —y cuando por fin pude verla en la era de Internet ya había perdido el interés por Mazursky. Luego lo recuperé— Es el mayor fracaso de su director: Apenas logró recaudar 85.000 dólares en los USA. Nada, no la vio absolutamente nadie. En España logró un total de 35.000 Euros, poco más de 12.000 espectadores, que no es poco si tenemos en cuenta lo que recaudó en su país. Pero esta película hundió a Mazursky. En consecuencia, decidió no volver a dirigir guiones propios, no fuese esa la causa del resultado de esta mala película.
Pero ¿es tan mala “El Pepinillo”? Buena no es, pero tampoco es un espanto. Es simplemente una película del montón y muy en la línea del tipo de tragicomedias que venía ofreciéndonos Mazursky desde el principio, ni mejor ni peor, simplemente no supo conectar con su público. Un poco lo que le pasa al director protagonista de la película interpretado por Danny Aiello. También se dice que es ligeramente autobiográfica y que se basa en el momento que, como autor, atravesaba el cineasta en esos momentos. De la manera que sea, es una película que se deja ver perfectamente.
Hay que destacar asimismo, que llegó a nuestro país durante la huelga de actores de doblaje que propició que, mientras los estudios habituales de Madrid y Barcelona no trabajaran, pequeños estudios de Galicia se encargaran de doblar las producciones de las majors, de este modo “El Pepinillo” cuenta con un doblaje en castellano absolutamente horroroso (como lo eran, por ejemplo, los de “El último gran héroe” o “El abogado del diablo”) y no le hace justo honor a la película.
En el reparto Aiello apenas sale de plano, pero le secundan Shelley Winters, Jerry Stiller (padre de Ben), Chris Penn o el mismo director, mientras que la película dentro de la película, tiene cameos para actores y actrices de la talla de Ally Sheedy y, sin acreditar, Griffin Dunne, Dudley Moore e Isabella Rosellini.
“El Pepinillo” es una correcta película que si no fuera por la mala copia que rula por el ciberespacio, lo más probable es que se perdiera en el tiempo debido al poco interés general que hay por preservarla. Y sería una pena.