Curiosa película esta. ¿Buena?, no, pero sí con la suficiente dosis de delirio como para destacar de entre la media.
Estamos en 1985, los punks (y su versión mediática, la new wave) son los malos oficiales del cine. Ronald W. Moore, futuro director de esta peli (y ninguna más), ve un reportaje por la tele en la que los punks intentan limpiar esa mala imagen, alegando que en realidad no son violentos y luchan por causas justas. Decidido a integrar eso en su guión, pero con el filtrado mental propio de un profano, crea a una panda de punks pacíficos pero atormentados por dos cosas, la rama violenta de su gremio y la energía nuclear. De hecho, están jodidamente obsesionados con ella. Especialmente uno llamado Splatter, que tuvo un accidente (de tipo radioactivo, se entiende) y desde entonces va vestido como de medio cyborg, lleva unas cuchillas en la mano línea Freddy/Lobezno y, bueno, está pillao... le flipa matar.
Por otro lado, tenemos a una pandilla de universitarios ricos y pedorros a los que les encanta gastar bromas. A modo de prueba/castigo les obligan a disfrazarse de punks e ir a los barrios bajos a secuestrar uno (¿?)... no hay que ser muy listo para adivinar que terminarán el resto del film perseguidos por el mentado Splatter.
Lo dicho, "Future Kill" es una extraña combinación de géneros tales como la comedia gamberra juvenil (los primeros 15 minutos parecen "Desmadre a la americana", con elementos de cachondeo y todo), el thriller futurista post-apocalíptico y las historias de rivalidades entre bandas callejeras (de hecho, "The Warriors" está bien presente durante toda la función). Incluid en el pack maravillosos momentos para el absurdo (especialmente cuando aparece el mentado Splatter), diálogos chorras de antología (mis frases favoritas: "¡Puta de las estrellas!", "Antes prefiero chupársela a un murciélago" y "¿No te gusta lo que puede pasarle a un hombre moderno con un poco de energía nuclear mal colocada?"), un tipo que por muecas y peinado parece el Jim Carrey de "Dos tontos muy tontos" (o mejor, la versión juvenil de su precuela) y la inevitable banda punk/new wave que, para variar, no está tan mal... AQUÍ podéis verla y oírla tocando la canción que suena íntegra en "Future Kill".
El elemento atractivo del film se supone que era/es la presencia en el reparto de dos de los actores principales de "La matanza de Texas" original, Edwin Neal, el autoestopista loco que aquí, además de interpretar a Splatter, es co-guionista y productor, y Marilyn Burns, la única supervivente de la epopeya de Tobe Hooper, que se reserva un rol bastante escueto ataviada de hortera hembra-punk.
Según se dice, que Giger firmara la ilustración del cartel original fue el resultado de una sutil estafa perpetrada por el director y guionista. ¡Olé sus huevos!.
Recomendada para buscadores y deglutidores de cosas raras.