"Operación Las Vegas", la aportación del ilustre N.G.Mount/Norbert Moutier, es un film de acción de tirada amateur... pero en lugar de adolescentes iniciándose en el campo del séptimo arte, tenemos ya señores con canas y pelos en los huevos jugando a lá Schwarzenegger con esta "historia" de mapas buscados y mercenarios con mala puntería. Las armas no sacan fuego y el montaje parece facturado por un miope. Un caos absoluto en el que nada tiene coherencia ni sentido, y en el que las chican que dan patadas de karate pierden el equilibrio. Encima dura hora y cuarenta. Mala hasta el ridículo, pero con mucho encanto.
Le sigue "El despertar de la momia", producción medio Italiana medio Egipcia y medio yankee, que se apuntó al boom zombie iniciado por Fulci, pero cambiando a los revividos por tipos con vendas. A ver, para mi fue la peor de la noche, la más aburrida y plana, aunque momentos para la partida de culamen no le faltan, especialmente gracias al actor (cejas negras, pelo rubio teñido... una inquietante constante a lo largo de la party) que hiper-mega-sobreinterpreta a un profanador de tumbas.
La sorpresa de la noche vino con "El retorno de Martin" (en realidad "EVil Laugh", nada que ver con la de Romero), un slasher producido por Krishna Saha, el director de la mítica "Hard Rock Zombies". A ver, que es un pestiño nadie lo pone en duda, pero su alubión de delirante iconografía gay, momentos de poético absurdismo y algunos diálogos de juzgado de guardia, lograron lo inesperado, reactivar nuestros sentidos y descubrirnos una anti-joya en toda regla de la que pronto sabréis más.
Después de semejante viaje, teníamos que ir a por algo seguro y nada como una de las disparatadas epopeyas ninja del productor Joseph Lai para arrancarnos carcajadas y lágrimas. "Ninja Terminator" tuvo el honor de resumir muchos de los sorprendentes aciertos de la sesión, como el mentado binomio cejas negras/pelo rubio teñido, la presencia del incombustible Richard Harrison (también presente en "Operación Las Vegas"), la incapacidad de narrar con coherencia, actuar con soltura y montar con conocimiento. Añadir que, en esta, mis dos acompañantes se quedaron fritos... dejándome solo ante semejante e incierto peligro, ¡mamones!... en la próxima os quiero bien despiertos!!!.
Que se repita... y se repetirá.
Le sigue "El despertar de la momia", producción medio Italiana medio Egipcia y medio yankee, que se apuntó al boom zombie iniciado por Fulci, pero cambiando a los revividos por tipos con vendas. A ver, para mi fue la peor de la noche, la más aburrida y plana, aunque momentos para la partida de culamen no le faltan, especialmente gracias al actor (cejas negras, pelo rubio teñido... una inquietante constante a lo largo de la party) que hiper-mega-sobreinterpreta a un profanador de tumbas.
La sorpresa de la noche vino con "El retorno de Martin" (en realidad "EVil Laugh", nada que ver con la de Romero), un slasher producido por Krishna Saha, el director de la mítica "Hard Rock Zombies". A ver, que es un pestiño nadie lo pone en duda, pero su alubión de delirante iconografía gay, momentos de poético absurdismo y algunos diálogos de juzgado de guardia, lograron lo inesperado, reactivar nuestros sentidos y descubrirnos una anti-joya en toda regla de la que pronto sabréis más.
Después de semejante viaje, teníamos que ir a por algo seguro y nada como una de las disparatadas epopeyas ninja del productor Joseph Lai para arrancarnos carcajadas y lágrimas. "Ninja Terminator" tuvo el honor de resumir muchos de los sorprendentes aciertos de la sesión, como el mentado binomio cejas negras/pelo rubio teñido, la presencia del incombustible Richard Harrison (también presente en "Operación Las Vegas"), la incapacidad de narrar con coherencia, actuar con soltura y montar con conocimiento. Añadir que, en esta, mis dos acompañantes se quedaron fritos... dejándome solo ante semejante e incierto peligro, ¡mamones!... en la próxima os quiero bien despiertos!!!.
Que se repita... y se repetirá.