Amigos, estamos ante una muy curiosa y, hasta cierto punto, original película... aunque no tan redonda como podría haber sido.
Vamos a ver, ¿cómo lo explico?... imaginaos que Michael Myers, el psycho-killer de "La noche de Halloween", cuando no corretea por ahí matando adolescentes, es un tipo relativamente normal, que se toma su labor como un curro y aprovecha las horas previas a la matanza para planificarlo todo detalladamente. Ahora imaginad que un grupo de aspirantes a periodistas le sigue a todas partes con una cámara y lo documentan todo, capturando incluso las explicaciones pertinentes del criminal y sus propias paranoias pseudo-intelectuales sobre por qué la chica superviviente ha de ser virgen, qué hay de fálico en el arma que usa ella para defenderse y lo muy mucho de "regreso al útero materno" que significa resguardarse del asesino dentro de un armario, sin excederse en cuanto al humor, todo de un modo bastante natural y casual.... Pues eso es "Detrás de la máscara", un falso documental sobre un aspirante a Jason/Freddy/Michael llamado Leslie Vernon y la relación que se marca con el equipo de rodaje que inmortaliza el asunto, algo parecido a "Ocurrió cerca de su casa" pero centrado en las leyes, tópicos, clichés y clásicos del cine slasher (como nosotros, el asesino sabe de antemano cuales serán las previsibles reacciones de sus futuras víctimas).
Cuando las planeadas acciones ocurren, dejamos el punto de vista de la cámara del reportero y entramos en terreno de "película normal". El cénit de lo cual se desarrolla por completo en el clímax final, es decir, durante la masacre de adolescentes tan bien preparada por su perpetrador, que es cuando el equipo de rodaje (del documental) decide intervenir y formar parte de la "ficción", con sorpresa -muy ingeniosa- incluída.
Anotar que, como todo buen asesino enmascarado, Leslie Vernon tiene un archie enemigo, su propio "Dr.Loomis", en este caso interpretado por Robert Englund. El desenlace da pie a la inevitable -y lógica dentro del subgénero- secuela. Todo ello con la adecuadísima canción "Psycho Killer" de "Talking Heads" como fondo.
¿Problemas?... pues que, irónicamente, las virtudes del film son, a su vez, el defecto... porque, originalidad a un lado, "Detrás de la másacara" no encaja en los parámetros del slasher puro que tanto homenajea con afecto y que el fan espera, lo que hace que el resultado se resienta. El efecto "falso documental" agota un poco y la sangre es mínima. Digamos que es un chiste que se alarga demasiado y, salvo aspectos puntuales, va dejando de hacer gracia a medida que avanza. Y sí, el final, clásico y respetuoso con las leyes del cine de acuchillamientos, se disfruta, pero es demasiado poco en comparación al resto.
Aún así, como digo, "Detrás de la máscara: el ascenso de Leslie Vernon" es un film distinto y simpático que los fans del terror, y especialmente el slasher, podrán disfrutar con una sonrisa de complicidad en los labios.