Sus diez primeros minutos son para quitarse el sombrero, que te casquen un FIN y te vayas a casa sabiendo que has pagado una entrada de cine por solo 10 minutos pero con los que sales lleno y pleno de la sala. Lo bueno es que después de eso queda mucha peli.
No quiero desvelar mucho, porque a nada que cuentas restas emoción a la película, pero vamos con ello de la forma mas suave. El Sr. Fredickson quiere vivir una aventura que tenia pendiente con su fallecida esposa, así que engancha miles de globos de helio a su casa y se la lleva volando. No se da cuenta que sin querer se ha llevado en el porche de su casa a Russell, un pequeño y regordete boy-scout que quiere ganarse la medalla que le falta, la de ayuda a los mayores. Juntos, Russell y el Sr Fredickson encontraran un extraño pájaro muy similar al correcaminos, así como un perro cuyo collar le permite hablar. Los momentos que nos da el perro hablador son desternillantes, sobre todo cuando se percata que alguna ardilla se encuentra cerca.
No quiero contar mas, se que la reseña queda muy cortita, pero es que esta película hay que verla, no sirve leer sobre ella, en serio, sino la has visto hazlo. Da igual que no te guste la animación o el 3D, tienes que verla. Los temas que trata la película son muy adultos, la misma esencia de la vida, el envejecimiento, los problemas padre-hijo… pero contados desde un prisma que un niño pueda disfrutarlos y un adulto reflexionar sobre ellos. Oscar a la mejor película (no de animación) YA!!!!
Lo repito de nuevo, los 10 primeros minutos deberían de ser patrimonio de la humanidad, he dicho.