Hoy he visitado el blog de un amigo y he leído algo que me ha tocado la fibra. ¿O serán los cojones?. Decía que cuando iba a una sala de esas "grindhouse" no podía comprender que el público tuviera la costumbre de gritar a la pantalla, reírse de la/s película/s y argumentaba que él respetaba el "arte cinematográfico", que veía esas pelis en silencio y prestando toda la atención del mundo, costumbre esta que compartía con unos amigos (y yo no estoy entre ellos, por supuesto) con los que se reunía en casa pa ver esta clase de cine DE MODO RESPETUOSO (lo opuesto a nuestras "Noches de cine inconexo"). Bien, no hace falta decir que, a pesar de que a este amigo le tengo aprecio y es un tio majísimo, también peca de pretencioso y gilipollas... y viendo chorradas como esta, creo que resulta evidente.
Ayer por la tarde casi muero de agobio consumiendo "Yeti, el gigante del siglo XX", dirigida por Frank Kramer/Gianfranco Parolini, un exploitation fundamentalmente italiano del "King Kong" de los 70. Con unos efectos especiales absolutamente ridículos (todas las transparencias cantan, pero hay una de juzgado de guardia) y una trama clichosa, babosa y aburrida hasta la muerte, me resulta muy difícil creer que alguien pueda soportar semejante TRUÑAZO en silencio y con todo el respeto del mundo. Lo mismo que "La venganza de los punks" o "Syngenor", pelis horrendas que me vi recientemente y que casi ni pude soportar enteras. El único modo posible de sufrirlas es riéndose de ellas (sobre todo con amigos). Es más, esta clase de films no merecen el mínimo respeto, porque nos están tomando el pelo, nos tratan como idiotas y no nos respetan lo más mínimo. Son puro resultado del mero interés mercantil, y lo menos que el espectador puede hacer a modo de defensa es CHOTARSE de ellas.
Seamos francos, amigos, el cine NO ES TAN IMPORTANTE. Hay cosas mucho más básicas ahí fuera que merecen todo nuestro respeto, admiración y deben ser tomadas en serio. El cine no es una de ellas. El cine es entretenimiento, es evasión, es un negocio, es un escapismo... y pobre de aquel TARUGO que sea capaz de tomárselo tan a pecho... sobre todo si no se trata de arte y ensayo sino de subproductos cutres con el único fin de "robarte" el dinero (al fin y al cabo es lo que hace The Asylum, estafarte, engañarte, ¿o no?).
Por eso siempre he dicho que mi relación con el cine, sobre todo el de serie Z, el trash, el chungo, es de absoluto amor/odio... lo adoro tanto como lo desprecio... lo necesito tanto como lo abomino. No me sean esnobs y ríanse.