miércoles, 11 de agosto de 2010

ULTIMATUM

Esta es la siguiente peli que James Glickenhaus hizo tras su mítico "El Exterminador" y, a día de hoy, ha permanecido en la sombra, como un título menor, tal vez eclipsado por el éxito de la peli que le precedió. Da la sensación que con este film el cineasta se quiso quitar una espinita, la de parir un film "a lá James Bond", pero claro, adaptado a su estilo de violencia cruda y ritmo perezoso. Como en los films de 007, hay una "compleja" intriga terrorista, vamos saltando de una ciudad a otra del planeta, aparecen Rusos malos y, en fin, el mismo cartel (que me fascinaba de chaval) casi parece una peli del famoso agente secreto, porque ese super-espía trajeado y con remalazo dandy no aparece en todo el metraje, como tampoco lo hacía el maromo con el casco de moto y el lanzallamas en "El Exterminador". ¡Que picaruelo que era el amigo James!.
Pues lo dicho, unos rusos muy malos roban plutonio y amenazan con hacer estallar una bomba nuclear en unos pozos de petróleo. Los yankees mandan a su mejor agente especial, pero este, por varias movidas que no vienen a cuento, se encontrará más solo que la una. A pesar de ello, hará lo indecible por reparar la situación, echando mano de su antiguo comando y yendo asín como por libre.
Pues sí, a "Ultimatum" (cuyo título original mola mucho más, "The Soldier") le pesa un poco el culamen. Glickenhaus nunca se destacó por ser un realizador con un infalible dominio del ritmo, y en este film -como en el anterior- se nota. Sin embargo, las puntuales escenas de acción y violencia compensan la espera, con esos impactos de bala sangrantes y esas cámaras lentas exageradas de las que tanto abusa, cuya combinación infalible se desarrolla en la secuencia de la nieve (¡¡mira!!, otro toque muy Bond), con una persecución sobre esquíes y un formidable salto mortal durante el cual el prota aprovecha para soltar una ráfaga de balas, uzi 9mm mediante, y cargarse a su perseguidor... ¡yummmmm!, lo mejor de la peli, créanme.
"Ultimatum" es, esencialmente, un "thriller de espionaje", que intenta ser complicado (de chaval me lo pareció, aunque creo que es más porque al guionista -el mismo director- se le fue la olla y se perdió un poco entre personajes y situaciones) y muy high-tech. El final es desconcertantemente poco espectacular y anodino, pero en la línea "seria" que pretende su responsable.
A un nivel más friquista, molan los puntos en común que tiene con "El Exterminador", como algunos actores, tanto el action-hero de serie B Steve James, como varios secundarios y la secuencia en la que un agente doble prepara una elaborada bombilla explosiva. El detallismo con el que Glickenhaus se recrea es idéntico al mítico momento en que el sr.exterminador, Robert Ginty, se preparaba sus temibles balas rellenas de alguna dañina sustancia líquida. Otros rostros populares que aparecen a lo largo de la función son los de Klaus Kinski (visto y no visto), un joven Joaquim de Almeida y Jeffrey Jones en un rol enano, muy delgado y antes de que le pillaran con fotos de niños desnudos bajo el felpudo.
Destacar así como mucho la extraña pero fabulosa banda sonora de Tangerine Dream, especialmente el cojonudo tema inicial.
Como digo a la peli le falta ritmo, es un poco farragosa y confusa, pero no tanto como para no poder disfrutarla, gozar con su violencia, sus escuetas escenas de acción y su inevitable look ochentoso (y no hay historia de amor, ¡yuju!).