
Los tres chavales protagonistas (uno de ellos el típico guapito encantador, buenazo, valiente y con mucha capacidad de resolución... ¡ahí Richard, rompiendo moldes!) son unos aficionados a los comics que viven "atormentados" por las putadas que les hacen la panda de macarras del barrio. Un mal día, las cosas se complicarán y tras una serie de enfrentamientos, el trío es acribillado a balazos. El quiosquero del barrio, buen amigo suyo y con un pasado como brujo haitiano, se hará con sus cabezas, las reducirá, les dará vida y las empujará a que cumplan con su venganza. Casualmente, cada vez que acaben con un malandrín, este volverá de la muerte convertido en un zombie obsesionado con la limpieza (solo les falta decir aquello de "Me impogta un cagajo").
Produce Charles Band con su "Full Moon". El guión es cosa del interesante -este sí- Matthew Bright, habitual colaborador de Elfman y director de "Freeway 1 & 2", "Ted Bundy" o la fallida "Tiptoes" (tan fallida que su fracaso precipitó a Bright al ostracismo, hoy se recupera volviendo a las letras con el guión de, sí, tu lo has dicho, "Forbidden Zone 2"), hace años incluso tuve la oportunidad de entrevistarle/conocerle, y de verdad que es un tipo singular. Y la música... pues imaginad, el tema central es de Danny Elfman, pero conque para entonces ya comenzaba a despuntar en el mainstream, del resto del soundtrack se encarga, sí, ¡Richard Band!, quien, como siempre, cumple muy bien imitando los tics compositivos del autor de la partitura del "Batman" de Tim Burton. De hecho, como sabéis (Danny)Elfman y Burton suelen colaborar muy asiduamente, lo que da peso a la teoría de que en "Shrunken Heads" se denota mucha influencia del director de "Eduardo Manostijeras", especialmente cuando la cámara sobrevuela una bonita maqueta de la ciudad con un tema musical repleto de coros femeninos. Quien sabe, tal vez el hijo músico de la familia Elfman le comió la olla al hijo director.
Los efectos especiales son resultones, pero no esperéis mucho gore y tal, porque no. Abunda el humor y si queréis ver qué pasa finalmente con los malos, esperad a después de los créditos. Como decía el propio Richard Elfman en una entrevista a "Film Threat", "Shrunken Heads" es "Como una película de Disney, hasta que matan a los tres chicos buenos", yo añadiría "Y luego casi sigue siéndolo".
Entretenida y simpática, pero no tan "de culto" como se pretende.
Sin salirnos de esas coordenadas, añadir que seguidamente me vi "Bad Biology", la última peli oficial de Frank Henenlotter. Tras una hora muy disfrutable y hasta original, se precipita al vacío a base de salidas facilonas y totalmente ridículas (el final es previsible y patético), cargándose completamente el conjunto. Puede que sea la peor peli de su realizador. Dato curioso: James Glickenhaus, director de "El Exterminador", tiene un breve papel!.