Lo que tuve bien presente cuando fui a ver LOS PITUFOS, fueron dos cosas: Una, que era posible que fuera una chufla. Un par de comentarios de gente, incluso fan de los Pitufos (yo fan, fan, no soy) ponían las cosas muy negras. Otra, que se trataba de una película muy infantil, muy para niños.
Bien, pues resultó ser la película de la que mas satisfecho he salido en todo lo que llevamos de verano, en lo que a la cartelera se refiere.
En la aldea de los pitufos, se abre un túnel temporal (o algo parecido). El brujo Gargamel y su gato Azrael, persiguen a los Pitufos, con el fin de extraerles la esencia azul, que hará de la magia de Gargamel, una magia infalible. Durante la persecución, por error, los dos villanos junto con Tontín, Filósofo, un escocés, Gruñón, Papá Pitufo y la Pitufina, entran en ese túnel temporal, llegando a Nueva York, cayendo en Central Park y quedando los villanos en una punta, y los Pitufos en otra.
Entre unas cosas y otras, los Pitufos acaban en la casa de un publicista, el cual les ayuda, vía Internet, a saber cuando saldrá la próxima luna azul, la única manera de poder volver a la aldea. Entre tanto, esquivarán los envites de Gargamel y Azrael.
El director Raja Gosnell, está abonado a este tipo de productos. Con la infame SCOOBY DOO, logró espantar a niños y mayores, con UN CHIHUAHUA EN BEVERLY HILLS, aprendió a hacer películas infantiles, descubriendo que hay que entretener y no aburrir, con LOS PITUFOS, perfecciona su estilo –si es que un director de estudio lo tiene- y realiza lo que hasta ahora es su mejor película. Es muy dinámica. En menos de diez minutos, salen en escena todos los Pitufos más populares, toda la aldea, y llegan a Nueva York. Y una vez en la ciudad, el ritmo no desciende en ningún momento. Quizás este exceso de ritmo, le hace cometer algunos errores: Los Pitufos, se comportan un poco gamberramente en la casa del publicista interpretado por Neil Patrick Harris, parece, en algunos momentos, que estuvieran puestos de cocaína. Siendo el referente mas directo de la película, la serie de televisión, choca ver que los Pitufos son tan maleducados. En los dibujos animados, estos son todo un ejemplo de buenas maneras y modos. Pijaditas aparte, por lo demás es bastante fiel a la serie.
De hecho, no explica orígenes. La película es consciente de que los personajes son de sobras conocidos por los espectadores (al menos, por los adultos) y va directa y al grano. Se da por sentado que a la Pitufina la creó Gargamel, y cuando este, en un encontronazo, le llama “traidora”, todos sabemos por que es.
El C.G.I de Azrael (un gato al que le han animado la cara), me parece de lo mas divertido y currado, mientras que el actor que interpreta a Gargamel, Hank Azaria, visto en GORDO MENTIROSO, CUESTION DE PELOTAS y doblador habitual de alguno de los personajes de LOS SIMPSONS, quizás no de demasiado el pego como Gargamel, con un look un tanto forzado, pero en definitiva, la película, funciona al 100%. Yo la recomiendo.
Ya anuncian que se rodará la secuela.