miércoles, 1 de octubre de 2014

LEPRECHAUN ORIGINS

Sin duda, y como los asiduos al blog sabrán, uno de mis personajes favoritos ficción es “Leprechaun”. Le llevo tatuado en mi pierna y conozco las películas como si yo mismo las hubiera hecho. Así que llevo tiempo detrás de ver este “Leprechaun Origins”, consciente de que no llegará de ninguna de las maneras a nuestro apreciado país. Se estrenó en cines el 26 de agosto en pases sueltos (últimamente se estila mucho esto, que lastima) para ayer mismo, día 30, salir a la venta en DVD y Blu Ray en los Estates. Pero en Internet ya lleva unas semanas rulando por el ciberespacio una copia en HD perfectamente subtitulada en castellano. Así que la vi antes de ayer (¿Cómo no va a ir mal el cine y la venta de DVDs? Claro que en esta ocasión la excusa es que si no ¿Cómo demonios voy a ver las pelis que me interesan?).
Una vez vista, les remito a una de las frases de una de las reviews americanas, firmada, no precisamente por un amante de la saga, pero si del cine de terror y que define muy bien lo que es este Reboot de “Leprechaun Origins”: “Even the worst of the original Leprechaun films is better than Leprechaun Origins”. Para los más tontos: “Cualquiera de las peores entregas de la saga original de “Leprechaun” es mejor que este “Leprechaun Origins”. Y mira que cualquiera de las originales es mala…
Y es que la WWE estudios, ha cagado fuera del tiesto. La “World Wrestling Entertainment”, como si de “Marvel” se tratara, se mete en esto del cine con el fin de promocionar a algunos de sus luchadores. En esta ocasión se asocia con Lions Gate, y planean sacar un reboot de las películas del duende (recordemos que se basa en el folclore irlandés) pero en plan terror línea dura. Es más, aseguran que nos aterraran con la película. Y como reclamo contratan a un luchador enano que responde al nombre de Dylan “Hornswoogle” Postl, que además, en sus peleas, solía disfrazarse de “Leprechaun”, para encarnar al duende que en su momento dio vida Warwick Davis.
Sería muy estúpido e ignorante por mi parte, esperar de una película de terror que pretende dar miedo, un Leprechaun como el de Davis, con sombrero, zapatero remendón y soltando rimas sin parar. Pero también sería muy estúpido e ignorante si pensara que con un personaje como Leprechaun, tan asociado a una saga, podríamos decir, que de terror cómico, se pueda hacer una buena película de terror. Los de WWE, por lo tanto, deben ser medio patanes.
Y se que soy el primero que no quiere humor dentro de las películas de terror… con excepciones. Estas serían Chucky y Leprechaun. Incluso Leprechaun se presta más al humor que Chucky, porque desde que Mark Jones lo puso en circulación, este ha sido un duende chistoso producto e hijo de los noventa. Y así lo acepté de buen grado desde un principio. Y si veo una peli de Leprechaun, quiero a ESE Leprechaun, al igual que los fans americanos que piensan pizca más o menos lo mismo que yo. Este no es Freddy que al principio daba miedo. Es más un representante de la comedia que del terror. Aunque eso tampoco obsta.
Por otro lado, sería estúpido por mi parte valorar esta película como una más de la saga. Hay que valorarla como película independiente. Entonces pasa, lo que pasa siempre; que como película de Leprechaun no funciona en absoluto, pero como película de terror, sin tener presente la otra saga para nada, es un film del todo incompetente. Es más, si nos olvidamos de que se trata de una película de Leprechaun, nos olvidamos del único aliciente que tiene esta peli y el por qué vamos a verla.
Un grupo de estudiantes se va a Irlanda de vacaciones. Así que alquilan una casa rural para pasarlas, donde son encerrados por sus guardeses, para dárselos en sacrificio al Leprechaun que pulula por ahí y que les está haciendo la vida imposible. Y este, transcurrida una hora de película en la que no pasa nada, se los va comiendo.
Entonces, como película de terror, el argumento es de lo más soso y frío. La película, en su afán por dar miedo, apuesta por una fotografía lúgubre y oscura, que ocasiona que apenas se vea nada, sin conseguir dar miedo en ninguno de sus frames, más allá de los sustos tramposos de los que la película está plagada. No obstante, a su favor hay que decir que el gore que nos muestra está muy bien elaborado, casi sublime, pero es poco y mal avenido, por otro lado. Lo peor de todo es que es un coñazo absoluto, con estructura del peor “Slasher” sin ser un “Slasher”, en el que te aburres, te aburres y te aburres, hasta que muere alguien, pero es cuando esto ocurre, resulta que te has aburrido igualmente. Un absoluto despropósito.
Ahora vamos a comentarla como película perteneciente a la saga de “Leprechaun”. Lo único que tiene que ver con la parida por Mark Jones, es que el Leprechaun es duende y custodia su oro. Por lo demás, han eliminado todo rasgo humanoide de este y lo han convertido en bestia sin rostro (al final de la reseña pongo la foto. Si, eso es Leprechaun en esta película) que parece salida de cualquier entrega de “El señor de los anillos” (de hecho me recuerda al Gollum de la mala versión animada de “El Hobbit”), que solo gruñe, por supuesto  no habla y podía ser un Leprechaun como podía ser el demonio negro, porque nos da igual. Igual que nos da lo mismo que el luchador que le da vida sea  Dylan “Hornswoogle” Postl, porque ni se le ve… además podía ser un animatronic perfectamente, por su imposible fisonomía, y porque en ningún momento vemos al duende de cuerpo entero. Es más, siempre le vemos de refilón.
No hace falta decir, que la película carece de humor y, por supuesto, de sentido del mismo, porque se están tomando el material tan en serio, que eso es lo que asusta. ¡Ojo! me toca los cojones que sea tan seria una peli de Leprechaun, pero si que le hacía falta un poco de esta actitud a la gran mayoría de películas de terror. Más a las que, como esta, son de corte independiente.
Un despropósito en todos los sentidos, una puta mierda infecta de las más grandes. Además, engañosa… porque si es cierto que te venden la película como una más de la franquicia. El Póster es más deudor de la saga original , que de la película resultante, porque esa garra que sostiene el oro… ni siquiera es parecida a las garras del Leprechaun que aparece en la película, pero si a las del de Warwick Davis. Indignado estoy. No obstante, por completísimo, en cuanto pueda me haré con el DVD. Pero eso ya es enfermedad mía.
En el reparto, desconocidos y desconocidas a los que empezamos a ver en el terror “Videoclubero” (sigamos llamándolo así, aunque su medio natural ahora sea el VOD, es decir “video on demand”, para las televisones digitales) como Stephanie Bennett (“Encuentros paranormales 2”), Andrew Dumbar (“Alien Trespass”), Brendan Fletcher (“Freddy Vs. Jason”, “Ogre”) o Gary Peterman (“Superagente Cody Banks”)… vamos, una panda de matados. Pero no menos que el absoluto inútil de su director, Zach Lipovsky, al que Mark Jones tiene que tenerle una tirria absoluta y que viniendo de hacer efectos especiales en cortometrajes, debuta en el largo con esta mierda, y ya prepara otra que lleva por título “Dead Rising”.
Desde luego, ninguno es para tenerlos en cuenta en lo sucesivo.
Ahí tienen el aspecto de este nuevo Leprechaun. Este no puede rapear.