Con la novela llegó la controversia, y con la controversia,
la adaptación cinematografíca.
Lo cierto es que no es nada fácil adaptar al cine una novela
como “American Psycho”, y tachenme de machista si quieren, pero que de ello se
encargue una mujer – Mary Harron, ex colaboradora de "Punk Magazine" y que ya debutó unos años antes con “Yo disparé a Andy Warhol”, que le pegaba
más, porque la cinta giraba en torno a una zumbada que rondaba el ambiente del
pope de la cultura pop – lo único que se consigue es una adaptación muy light,
porque ella no va a filmar como el loco de Patrick Bateman destroza la vagina a
una prostituta con una percha y unos alicates, quizás solo por cierta
sensibilidad femenina, o porque se trata de un material aberrante, y menos de
manera tan gráfica como lo describía Ellis en su libro.
Además, Mary Harron, tuvo la poca fortuna de decir, que
esquivando todo el grafismo de la novela, conseguía darle a la historia buena
reputación, cosa que el libro no tenía. Mis cojones. Te cargaste la historia en
realidad, Mary, destruiste la esencia de la misma.
Pero, por otro lado,
no es justo comparar una película con el libro que adapta, ni juzgar una
película por los prejuicios que podamos tener ante la bocazas de su directora.
Durante años, yo tenía esto en la cabeza; “American Psycho”
es una película que está muy bien, muy entretenida, pero que no es lo que podía
haber sido por que se suaviza toda la parte de los asesinatos. De hecho siempre
he fantaseado con una adaptación de “American Psycho” realizada por un William Lustig de los buenos tiempos, o en su defecto, por cualquier manazas de la
serie B, seguro que se acercaba más a lo que tenía en mi mente, que lo que vino
a realizar esta señora con su discurso tan estilizado.
Así que, tras años sin verla, más sabio porque soy más
mayor, aparco los prejuicios y decido
verla de nuevo. Mi opinión no difiere mucho, la verdad.
Si que es cierto que, teniendo en cuenta lo mal que
envejecen las películas de finales de los 90 y principios de 2000, “American
Psycho” mantiene el tipo más que bien. Digamos que el paso del tiempo la ha
mejorado. Y es que es una buena película, si me apuran, es una buena
adaptación, y aún con lo light que es –no deja de ser una adaptación mainstream
para la platea estándar, que si la considera una película turbadora- tiene
momentos como el del asesinato a Paul Allen, mediante hacha y con impermeable,
que impactan. Momentos como el de la sierra mecánica, con Patrick Bateman
corriendo detrás de la prostituta, que abruman. Pero, lo mejor que ocurre en
esta película, es cuando no matan a nadie. Es decir, todo lo referente al modo
de vida de los Yuppies, su envidia mutua, su rollito con las tarjetas de
visita… eso es todo realmente bueno. Lo que en definitiva, nos lleva a la opinión que tenía yo desde un
principio; que es una buena película, pero tratándose de “American Psycho”,
independientemente de lo que aparezca en la novela o no, e independiente de que me puedan gustar
más o menos las escenas de asesinato que rodó Harron, lo cierto es que hubiera
mejorado todo con unas gotitas más de sordidez, un poco más de chicha. El
personaje de Patrick Bateman, cae como el culo, pero no aterra, y lo que pedía,
es aterrar al espectador. Con todo, se trata de una buena muestra de cine de la
década de 2000, década no muy buena, ya vista en la distancia, para los
horrores mainstream.
Huelga decir que sus actores, Christian Bale, Willem Dafoe, Jared Leto, Cloe Sevigny, Reese Witherspool, están todos cojonudos.