Extraña y semidesconocida película de terror psicológico que
ambientada prácticamente en un solo escenario y con Jeff Daniels casi como
único protagonista, y que nos cuenta como al despertar una mañana, un hombre
con insomnio, descubre que su mujer ha desaparecido sin comprender por qué.
Mientras que la policía comienza la investigación, nuestro protagonista, además
de practicar un adulterio con una de sus alumnas —es profesor— y ser el
principal sospechoso, comienza ser testigo de cómo el ambiente de su casa se va
enrareciendo hasta el punto de que tiene alucinaciones (o no) de bebés
contrahechos y gigantes que reposan en su bañera o miembros amputados de su
esposa (no sabemos si muerta o no) que cobran vida y de los que no hay manera
de sorprenderse.
Densa y de cadencia tranquila, “La pesadilla” es un film
angustioso e inquietante cuyo trabajo de ambientación minimalista y un sentido
del suspense basado en los pequeños
detalles, consigue que una película donde predomina el parloteo insustancial
—prácticamente, toda la película es el protagonista dando explicaciones de lo
que hace a la policía— llegue, con muy poco, a provocar el desasosiego del
espectador. Con lo cual, esta película de bajísimo presupuesto, pero de
aspiraciones autorales, se ve con interés. Lástima que el final es demasiado
previsible y trillado. Pero la película entera es un ejercicio de estilo, que
aún siendo comparado por la crítica sesuda con Stanley Kubrick, en realidad
parece que tenga sus ojos más bien puestos en la primera etapa de Polanski. En
cualquier caso, la peli solo se quedaría en un competente y sugestivo intento
de todo eso.
Jeff Daniels, que rara vez sale de plano, se echa la
película a los hombros y la saca adelante a base de actuar poco y expresar
menos. Pero le va bien, cualquier alarde de sobreactuación se hubiera cargado
la película, y el soseras de Daniels con la cara de pánfilo, la mega papada que
allá por el año 2000 ya ostentaba y la impasividad ante cualquiera de las
situaciones que vive, contribuye a esa atmósfera perturbadora y de pesadilla
que despide toda la película. Pese a que el título origina es “Chasing Sleep”,
traducido, “Persiguiendo dormir”, el título castellano, “La pesadilla” esta vez
le viene que ni al pelo a la película, pese a la simpleza del mismo.
Con capital entre el euro y el dólar al tratarse de una
co-producción franco-estadounidense, “La pesadilla” nos presenta el debut de un
interesante y práctico director de carácter independiente llamado Michael
Walker, que sin prodigarse demasiado va filmando títulos que triunfan en los
festivales siendo su película “El secreto de los Crawford” la más popular y
exitosa hasta el momento. En el caso de “La pesadilla”, se tiró una larga
temporada por festivales estadounidenses ganándose cierto prestigio hasta que
la adquirió para su distribución Lions Gate, que no la estrenó en cines siendo
esta material para su distribución directa a vídeo. Sin embargo, aquí en España
si que se estrenó en dos o tres cines, aguantando en cartel poco más de una
semana y dejando en taquilla cantidades irrisorias. Pasó totalmente inadvertida
en su estreno, así como su paso por el formato videográfico, tampoco es que
fuera muy destacable. Una buena película víctima del “tapadillo” que merecía
mejor suerte. Aunque me temo que, pese a que se ha tratado de un visionado
bastante disfrutable, no dure en mi memoria muchos años, ni meses. Puede que ni
tan siquiera semanas. En cualquier caso, recomendable.