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viernes, 16 de junio de 2017

COMO EN LOS VIEJOS TIEMPOS

Los inicios de Chevy Chase en el cine, tras su desmedido éxito  en televisión con “Saturday Night Live”, traen como consecuencia esta agradable “High Comedy” en la que, como en “Juego Peligroso” se le vuelve a poner al lado de una Goldie Hawn completamente en forma, con el fin de crear una pareja cómica de moda en el cine.
Para ello, se contratan los servicios nada menos que de Neil Simon, importantísimo escritor estadounidense de obras de Broadway y guiones cinematograficos,  y uno de los pocos guionistas cuyo nombre aparece por delante del título. Este “Como en los viejos tiempos” se titula en realidad “Neil Simon´s Seems Like Old Times”. Era, desde luego, una garantía de éxito el que el nombre de este señor apareciera antes del título de una película.
Fan de las “Screwball Comedies” primigenias, Simon, se inspira en el film “El asunto del día” protagonizado por Cary Grant en 1942 para su primera película con Chevy Chase, centrándose más en el triangulo amoroso protagonista que en la historia en si misma, dando lugar a un guión donde prima la trama de enredo clásica, el tono vodevilesco, mezclado con las fantochadas de Chevy Chase, entre el “slapstick” y el humor de sal gruesa medio fino. En resumidas cuentas, por lo que a mí respecta, “Como en los viejos tiempos” resulta una comedia de corte clásico con Chevy Chase de los más divertida y refrescante, donde además, Chase está en su salsa cayéndose por el suelo y soltando chistes a diestro y siniestro. Está estupendo. Sin embargo la película funciona a la perfección independientemente de su presencia. Aunque, la pareja que formaban él y Hawn, no terminó de cuajar.
Cuenta la historia de un escritor que es secuestrado por unos criminales, los cuales le utilizarán para robar un banco. Las cámaras captan su cara, y este, arrojado del coche en marcha cuando se daban a la fuga, recurre a su ex mujer, abogada, para que le saque de el lío en el que está metido. Irrumpe en casa de esta, ahora felizmente casada con el fiscal del distrito, y tendrá que ocultar a su ex marido por la casa, mientras se celebra una importante cena, y tratan de ver que hacen con la situación del alocado escritor. Mientras, los sentimientos afloran entre la ex pareja, como dice el título de la película “Como en los viejos tiempos”.
Una película verdaderamente maja, que efectivamente se nutre del “screwball” clásico en sus intenciones, pero que a nivel de ritmo y estilo visual, es más bien deudora de la comedia de los años 70, menos común en Hollywood y más realista. No el balde, es normal que tenga ramalazos ya que se trata de una película de 1980 y arrastra consigo el tufillo de la recién abandonada década.
Sin embargo, la química entre Chase y la Hawn no terminó de aflorar en la taquilla, por lo que no volverían a trabajar juntos. En mi opinión, formaban una pareja de puta madre, aunque si es cierto que quizás el humor de Chase es demasiado excesivo como  para emparentarlo con fémina alguna; quiero decir, que está mejor cayéndose por las escaleras y haciendo un chiste al respecto que intentando reconquistar a su ex mujer. Y así transcurrió su carrera posterior con mayor o menor acierto.
El tercero en discordia, sería el genial Charles Grodin, haciendo del marido actual del personaje de Goldie Hawn, que como siempre, interpretará a un tipo malhumorado y antipático, que le valdría el Razzie al peor actor secundario de aquél año. Está estupendo también, como siempre.
En cuanto a su director, Jay Sandrich, uno de los directores de comedia televisiva más importantes de todos los tiempos, director de series como “La Hora de Bill Cosby” o algunos episodios de “Dos hombres y medio”,”Como en los viejos tiempos” supondría el único largometraje para cine de su extensísima carrera. No volvió a hacer cine. Eso si, tropecientos trabajos televisivos, avalarían su calidad.
Muy maja, muy recomendable, y divertida. Y Chevy Chase nunca volvería a estar tan bien.

viernes, 4 de septiembre de 2015

VACACIONES

Si contamos el cortometraje rodado en exclusiva para la Super Bowll de 2010, “Motel Hell Vacation” esta sería la quinta secuela de la saga que convertiría en entrañable a Chevy Chase y su familia en la ficción –creados por Harold Ramis y John Huges (ambos R.I.P) y cuya saga está reseñada en su totalidad aquí mismo.
Aparte de una secuela, sería un remake de “Las vacaciones de una chiflada familia americana” y al mismo tiempo un “Reboot” (¡Que de palabros anglosajones de los cuales sabemos su significado sin que nadie nos los explique!); Secuela porque continúa las aventuras de la familia Griswold centrándose esta vez en las desventuras de Rusty Griswold, primogénito de Clark Griswold y que ha tenido los rostros de los actores Anthony Michael Hall, Jason Lively, Johnny Galeki, Team Embry, Travis Creer y ahora Ed Helms –ahí es nada- en un universo en el que Clark y Ellen Griswold exiten (e incluso aparecen en la peli), remake porque es una nueva versión de la primera película de la saga que repite casi plano a plano las desventuras de aquella y reboot, porque de le ofrece a Ed Helms el testigo como “Pater familias” con el fin de revitalizar una franquicia que a priori se las promete millonaria. Y Aunque Ed Helms probablemente sea uno de los mejores actores cómicos en la actualidad, incluso muy superior al propio Chevy Chase, este no es Chevy Chase,  y su humor es bastante distinto. Entonces ver a un Ed Helms que durante casi dos horas lo único que pretende es imitar a Chase en aquella saga, dando un concierto de despistes y torpezas, no funciona, porque no le pegan esas estupideces que a Chevy Chase si, quizás porque su cara se prestaba a ello; la de Helms, aún terriblemente cómica, bastante menos.
Así pues, se nos cuenta como Rusty Griswold, piloto de aviones  de segunda categoría, escuchando a su mujer quejarse a una amiga de que durante años pasan los veranos en una insulsa cabaña en el lago, pretende darle un giro a sus aburridas vacaciones rememorando las que hizo de pequeño junto a sus padres y hermana al parque de atracciones Wally World, con todos los conflictos que las imprevisiones y su propia ineptitud añadirán a la trama.
Entonces lo que vemos, y tirando de frase tópica, es más de lo mismo, pero peor. Y además una trama tan ingenua poco se presta al humor de hoy en día, que la comedia USA va de escatológica por la vida y la saga “Vacaciones” era muy blanca. Quizás por eso, sus autores tiran de chistes de mierda, de penes y, como elemento transgresor, de pederastas. Entonces se consiguen los mejores momento de la peli, cuando el equívoco hace pensar a más de un personaje secundario que Rusty Griswold es un pederasta que trata de ligar con un joven. En realidad su hijo, y en realidad lo que intenta es que una chica se fije en él. Como el gag funciona, lo repiten hasta la extenuación, hasta tal punto que, en un guiño a “El diablo sobre ruedas” un camión les persigue a través de su viaje porque este es acusado de violador de niños por parte de los retoños de la nueva familia Griswold.
Por lo demás, nada nuevo en el horizonte, si bien somos testigos de las dotes para la comedia de las que hace gala Chris Hemsworth, y de las que sorprendentemente, sale airoso, tirando por tierra esa teoría errónea de que “los guapos no son graciosos”.
Lo peor es que, aún teniendo gags muy divertidos –los 15 primeros minutos son un “tour de force” de risas- más de un 70% de la película es tedioso y aburrido, y eso en una comedia, y más en una cuyo único interés es que viene precedida de una saga mítica, pues como que no puede ser.
Otro tópico –pero es que es la verdad- lo mejor de la película, son los escasos minutos que tiene en pantalla Chevy Chase.
Sin embargo, yo ya empiezo a ser pureta; los adolescentes y chavales en plena pubertad que la liaban en la sala de cine donde la ví, se reían a carcajada limpia.
Junto a Helms, Chase y el ya citado Hemsworth, tenemos a la siempre agradable Christina Applegate, Leslie Mann –Esposa de Judd Appatow- y Bervely D’Angelo.
Dirigen la película, dos jovencitos para los cuales se trata de su debut en la dirección de largometrajes, pero que, sin embargo, tienen una más que solida carrera en Hollywood ya sea como actores, e incluso, como productores; John Francis Daley y Jonathan M. Goldstein que también firman el guión y que se declaran fans de la saga original.

sábado, 14 de agosto de 2010

FLETCH, EL CAMALEON

La película más famosa del que fuera el niño mimado del “Saturday Nigt Live”, en las primeras temporadas, sigue funcionando veinticinco años después como un tiro.
Irving Fletcher, mas conocido como “Fletch” ( Chevy Chase)es un periodista de tres al cuarto que anda por ahí intentando buscar cosas interesantes para rellenar su columna, se disfraza de yonkie/vagabundo para investigar en los bajos fondos, cuando es requerido por un elegante individuo (Tim Matheson) para contratar sus servicios, en calidad de asesino: Le quiere contratar para que este lo mate, alegando que tiene un cáncer que lo va a matar dolorosamente, y un seguro que su esposa cobrará si a este le asesinan. Fletch acepta su oferta, con el fin de obtener un buen artículo para su periódico. Así, pues, comienza la investigación.
Por un extraño motivo, sin querer despojar a Chevy Chase de su condición de “Payaso-torpe-Slapstic”, se le coloca en una trama detectivesca, bastante seria, efectiva, que si le quitamos el par de numeritos cómicos Made In Chevy Chase (en el Hospital llega a su cenit, el cachondeíto que se trae con el camarero en el club de tenis…) podría ser una película perfecta para, por ejemplo, un Burt Reynolds. También es cierto que se dosifican al máximo sus gags, se intenta que el señor Chase además de hacer el idiota, actué. Pues, miren, no lo hace mal. Claro que salvo, con la honrosa excepción del Carpenter MEMORIAS DE UN HOMBRE INVISIBLE, que tenía también componentes cómicos, a Chevy Chase no se le ha dado la oportunidad de lucirse y optar al Oscar, como si pasó con Jim Carrey, así que el Chevy Chase mas serio, mas actor, se encuentra en esta maravillosa película. El Chase mas desatado está en ESE POLI ES UN PANOLI.
Y es que la peli, es completamente ochentera, con el ritmo, estructura y desenlace y final típico de las comedias policíacas de la época. Es más apenas hay diferencia, técnicamente hablando, con por ejemplo SUPERDETECTIVE EN HOLLYWOOD, solo cambian los lugares,y los personajes, las formas son las mismas.
Michael Ritchie, que ya dirigió mas cosas del estilo, destaca, además de por la de ESE POLI ES UN PANOLI, por haber dirigido también de manera ochentosa SUFRIDOS CIUDADANOS, EL CHICO DE ORO, GATOS SALVAJES o LOS PACIENTES DE UN PSIQUIATRA EN APUROS. Ya murió el pobre.
Solo apta para fans de la comedia de los 80.

miércoles, 12 de septiembre de 2012

POLICIA

Ya he hablado infinidad de veces sobre la obra de Álvaro Sáenz de Heredia, de su faceta de director “Exploiter”- que incluso dura hasta nuestros días- y su debilidad por convertir en éxito (a día de hoy, ya no) toda aquella película en la usa a alguna estrella televisiva.
Por lo general, me gusta su cine por estos elementos antes mentados, pero la verdad es que siendo justos, sus películas son malísimas. Quizás las mejores muestras sean las más personales, las que rodó sin estrellas televisivas, con más intención de hacer cine que dinero, como puedan ser “Fredy, el Croupier” o “Chechu y familia”. Sin embargo, de aquellos artistas televisivos que dieron el salto al cine bajo la batuta del director, hay una que le salió bastante bien, esta “Policía”.
Eran tiempos en que Emilio Aragón triunfaba con su programa “Ni en vivo, ni en directo”, con el que se empapó bien de “Saturday night live!”, y directamente, copiaba muchos de sus skechts (Esto es sabido por todos, años después), como por ejemplo, nada más comenzar el programa con una sección de actualidad, hacerlo como lo hacía Chevy Chase en el programa Americano; Chevy decía “Buenas noches, soy Chevy Chase y ustedes no”, Y Emilio Aragón decía en el suyo “Buenas noches, soy Emilio Aragón y ustedes no”. Que cara más dura. Y bien pensado, la verdad es que físicamente, Emilio Aragón se parece bastante a Chevy Chase…
Así que era turno de convertir a Aragón en el Chevy Chase patrio, y de paso, sacar algo de tajada a costa del éxito de “Loca academia de policia” como tantos otros hicieron. Un farmacéutico, tras un brutal atraco se queda sin empleo, junto a su compañera. Pasa el tiempo, y por enchufe el farmacéutico acaba ingresando en la policía, mientras que su compañera acaba en las barras americanas de los prostíbulos sirviendo copas. Los dueños de estos locales, planean traer a España un alijo enorme de heroína, y para empezar a distribuirla, no se les ocurre otra cosa que enganchar a sus trabajadoras. Emilio Aragón junto con Agustín González, trataran de acabar con este turbio asunto de una vez por todas.
Pues quizás el paso del tiempo le ha hecho mejorar a la película, o quizás siempre fue buena, lo cierto es, que con elementos de comedia en la primera parte de la película (obviamente, Emilio Aragón resulta ser un policía altamente incompetente y torpe) y, sin abandonarlos, tornándose thriller de acción en la segunda parte, la mezcla de ambos elementos la convierten en una cosa muy disfrutable, a pesar de lo malos actores que son tanto Emilio Aragón, como Ana Obregón. Toda la parte de acción está filmada con oficio, hay tiros bien tirados y un final trepidante en lo alto de un campanario, donde Milikito pelea a vida y muerte contra un esplendido Juan Luis Galiardo que hace de malo maloso. Además, Emilio Aragón cuando le toca correr, saltar, disparar o dar volteretas, lo hace el mismo, y si no habla, da el pego.
Por otro lado, el resto del reparto lo hace genial, tenemos hasta un cameo del Pirri, y en definitiva, que “Policía” está mu maja, mu maja, mu maja.

sábado, 10 de julio de 2021

MEMORIAS DE UN HOMBRE INVISIBLE

Es de suponer que los expertos de rigor considerarán "Memorias de un hombre invisible" como una de las películas menores de su apreciado director, John Carpenter. Desde luego no se encuentra entre las más socorridas cuando toca hablar de su filmografía. Estamos en 1992 y marcaba su regreso al terreno de las grandes producciones apadrinadas por compañías tan poderosas como "Warner Brothers", tras el paseo por pastos más humildes que supusieron "El príncipe de las tinieblas" y "Están Vivos" (consecuencias ambas del hostión de "Golpe en la pequeña China"). Digamos que, para entonces, la estrella del papá de "La noche de Halloween" ya no brillaba tanto. Como tampoco lo hacían las de los dos protagonistas elegidos, Chevy Chase y Daryl Hannah. Con ese plantel, no acabo de entender como alguien se atrevió a invertir nada menos que 40 millones de dólares en la juerga... pero, en fin, así son las cosas de Hollywood. Aunque lo que menos me cabe en la cabeza es por qué le dieron el rol principal al actor y comediante de la "Chiflada familia americana". No es que lo haga mal, ni mucho menos, pero algo falla con él. Creo que la cosa podría haber funcionado un poco mejor con otro protagonista. Cuando la prensa, algo asombrada, le preguntaba al respecto a Carpenter, él afirmaba que consideraba a Chevy Chase su actor favorito. ¿Verdad o mero trámite?. Con los años, el cineasta ha reconocido que currar con el actor fue una experiencia horrible, una que casi le hace abandonar la profesión. Cuestión aclarada, pues. En cualquier caso, y en lo interpretativo, sin duda es Sam Neill, dando vida a un carismático villano, el que se lleva el gato al agua.
Chase interpreta a un yuppie que, a causa de un accidente, termina convertido en invisible. Un pérfido agente de la CIA quiere hacer de él el espía perfecto, por la fuerza si es necesario. El desesperado yuppie dedicará los días siguientes a escapar de sus perseguidores hasta que decide plantarse y sacar partido de su condición -con ayuda de la mujer que le enamoró justo antes de todo el cristo- para dar la vuelta a la tortilla.
Basada en una novela, y con el prestigioso William Goldman entre los guionistas, "Memorias de un hombre invisible" se erige como un simpático thriller fantástico de aventuras, con gotas de humor -aportadas, inevitablemente, por su prota- y algo de romanticismo, así como un notable despliegue de efectos especiales -aunque tampoco se abuse de ellos-, destacando a gusto personal el edificio lleno de agujeros. Con todo, mi parte favorita es aquella que se desarrolla en la casa junto a la playa, mucho más tranquila, en la que Chase asiste sorprendido a una charla donde sus amigos le ponen verde.
En el lado de las curiosidades y apreciaciones puñeteras, cabe señalar la breve mención que se hace a Bodega Bay, lugar real que ha servido de escenario para clásicos como "Los Pájaros" o la misma "La niebla" de Carpenter o que, a pesar de la fama de subversivo del cineasta, "Memorias de un hombre invisible" no puede evitar cierto moralismo hollywoodiense. Tal vez deberíamos culpar de ello al material de origen. O a los magnates de "Warner" y sus imposiciones (que fueron muchas). Pero el caso es que se presenta a Chevy Chase como alguien despreciable porque es egoísta, no le gusta currar, tampoco tiene pareja estable ni mucho menos familia. Al final encuentra el amor y deja preñada a su santa esposa, por supuesto. En fin...
Junto al comediante, la Hannah y el Neill, localizamos sendos rostros familiares en el reparto, como los de Michael McKean dando vida a un eyaculador precoz, Stephen Tobolowsky en plan agente de la CIA y Donald Li haciendo de taxista. Algunos le recordarán como parte del equipo de "Jack Burton" en su batalla contra "Lo Pan".
"Memorias de un hombre invisible" es un producto perfectamente consumible. Nada especial. Nada que recordar toda la vida, ni tan siquiera situar en un puesto de honor entre tus DVDs. Pero sí entretenimiento moderado para el fin de semana.
Por suerte o por desgracia, supuso otro fracaso en la carrera de Carpenter, y otra mancha más en su expediente de cara a las "majors", por lo que se vio obligado a regresar a cotas más modestas con la que sería una de sus últimas pelis de terror más o menos decentes, "En la boca del miedo" (protagonizada por Sam Neill, con quien suponemos haría buenas migas). Sin embargo, la carrera del magno cineasta ya nunca más se acabaría de recuperar del todo.

sábado, 17 de abril de 2010

ESE POLI ES UN PANOLI

A mediados de los noventa Chevy Chase daba sus últimos coletazos de éxito (después hizo dos o tres cositas más y volvió al medio que le vio nacer, la televisión. Más concretamente "Saturday Night Live") y Jack Palance, después de tropecientas películas, se ponía de moda gracias a la franquicia "Cowboys de Ciudad" (que incluso le aportó un Oscar) y renacía de nuevo, como parodia de sí mismo, haciendo de tipo duro en comedias propias de la época y que tanto gustaban a los americanos (o no americanos), así pues, a algún avispado productor se le ocurrió la idea de juntarlos en una película netamente cómica: "Ese poli es un panoli". Y yo me pregunto: ¿Quién fue el gilipollas que le puso ese espantoso título a "Cops and Robbersons", el original, mucho más adecuado?. Semejante perla ni debió ver la peli, porque ese poli panoli al que se hace referencia -Chevy Chase- NO ES el poli de la película. Y Jack Palance tampoco tiene nada de panoli en su papel.
Una pareja de policías investigan a un presunto asesino. Contactan con su vecino con el fin de establecer en su casa un puesto de vigilancia. Este resulta ser un fanático de las series televisivas cómicas y además un completo torpe, así que en su afán por echarle un cable a la policía, lo único que logra es cagarla continuamente.
Bien, Chevy Chase despierta en el respetable tantos amores como odios: Yo sería de los que lo aman profundamente. Y en esta peli demuestra quizás que, como actor deja un poco que desear, pero como comediante muy poquitos pueden superarle. Nunca había visto "Ese poli es un panoli" y anoche mi salón se convirtió en un mar de carcajadas. Como cómico clásico, Chase le pasa factura al humor verbal, pero también al visual al más puro estilo “slapstick” ofreciéndonos un recital de caídas, golpes, tropiezos y ganchos que se enganchan en los lugares menos idóneos. Todo eso acompañado de su cara habitual, la de tonto, que la pone como nadie. Su contrapunto cómico, Jack Palance, ofrece menos momentos memorables, pero en conjunto, la pareja funciona.
Y es que esta película es entretenimiento puro y duro, sin pretensiones y de las que siempre funcionan. Un diez.
Dirige Michael Ritchie, todo un experto en trabajar con Chase ("Fletch, el camaleón", "Fletch Revive") y en comedia ("El chico de oro", "Sufridos ciudadanos", "Los pacientes de un psiquiatra en apuros"). 
Un currículum envidiable.

lunes, 17 de enero de 2011

FLETCH REVIVE

Está claro que la época dorada de Chevy Chase, fue en la televisión, el SATURDAY NIGTH LIVE, y que a pesar de saborear las mieles del cine, pronto se agotaron sus recursos. Y es que si nos paramos a pensar cabalmente, Chase nos puede caer mas o menos simpático, pero las cosas como son: Películas realmente memorables, solo tiene dos, y cualquiera de ellas, es prescindible: LAS VACACIONES EUROPEAS DE UNA CHIFLADA FAMILIA AMERICANA y FLETCH, EL CAMALEON.
Y si este tuvo unos años exitosos, yo creo que el principio de su decadencia vino con este FLETCH REVIVE.
Irving Fletcher, viaja a Mississipi, a hacerse cargo de una herencia. Una vez allí, pronto logra seducir a la abogada encargada de las lecturas de la herencia. A la mañana siguiente, Fletch se la encuentra muerta, así que tenemos la excusa perfecta, para que se ponga a investigar por tierras sureñas.
Por algún extraño motivo, a alguien se le ocurrió, que el personaje de Fletch, no debía ser especialmente torpe, así que le reciclaron a una especie de periodista mas o menos estándar, que de vez en cuando hace alguna gracieta o tropieza torpemente, pero nada que ver con el Fletch de la anterior película, también serio, pero efectivo al fin de al cabo, y mucho menos con el estilo Chase. Obviamente, esto no resultó. A esto añádanle, la lentitud de la película. No es que le cueste arrancar, es que no lo hace nunca. O sea, que la película no solo no es graciosa, si no que además es aburridísima. Además el escenario que le han buscado a nuestro investigador/periodista, es de lo mas desasosegante.
Al final la película avanza como si fuera un mal episodio de SCOOBY – DOO, con malo engañoso y resolución previsible desde el principio. Obviamente, la peli fue un fracaso, y a Chevy Chase, se le volvió a ver muy poquito. De hecho, se fue en los noventa a trabajar a Italia, haciendo insípidos cameos en estúpidas películas. Aunque rápido, volvió a los USA.
Una lastima, se cargaron a un personaje cojonudo y una saga que merecía mejor suerte… pero es que es imposible hacer una comedia más coñazo.
Dirige, el que casi siempre dirigió a Chase, Michael Ritchie.

miércoles, 9 de junio de 2010

LAS VACACIONES DE UNA CHIFLADA FAMILIA AMERICANA

¡Con lo sencillo que era ponerle cómo título a esta película tan solo “Vacaciones”!, pues no, tienen que complicarnos y complicarse la vida y meterle este enrevesado título (y para la secuela, no digamos).
El humor americano de los ochenta. Que puta nostalgia y a pesar de todo, que efectivo me resulta, al menos a mi, en la actualidad.
Resulta que recientemente he adquirido un pack con las cuatro películas de la saga de “Los Griswold” y lógicamente, las iré reseñando aquí según las vaya viendo.
Apadrinada por la revista de humor “National Lampoons” y tomando como protagonistas a una familia parida en el “Saturday Night Live”, con un divertido guión de John Huges y la dirección de Harold Ramis, nos encontramos ante un vehículo para lucimiento de Chevy Chase ( con Berverly D´Angelo como mera comparsa) en la que el cómico demuestra, que aunque su carrera ha sido irregular, en el papel de Clark Griswold, el atolondrado, torpe y despistado padre de familia pudiente Americana, se siente como pez en el agua, y da clases magistrales de cómo pasar factura a todas las formas de humor existentes; ya sea este humor facial, visual o verbal. Y es que insisto, que aunque muchas de sus películas no valgan nada, Chevy Chase resulta ser un actor increíble, y por cojones tienes que reírte por lo mucho que transmite. Ya desde el primer fotograma, en el que aparece sonriendo, todo feliz y contento, te hechas unas carcajadas muy majas.
Clark Griswold planea unas plácidas vacaciones en familia desde Chicago hacia Los Angeles con el fin de visitar un famoso parque de atracciones. Lo mas lógico es hacer el viaje en avión, pero el patriarca piensa que el viajecito por carretera, forma parte de la diversión. Y durante este viaje les pasa de todo.
En los papeles de los hijos Antony Michael Hall, por aquel entonces prometedora estrella “Teen” con títulos como LA MUJER EXPLOSIVA o JOHNNY SUPERSTAR y Dana Barron. Estos actores, serían cambiados cada dos por tres, como si fueran cromos, en posteriores secuelas. Claro, aquí quien importa es Chevy.

lunes, 23 de noviembre de 2015

WIRED

“Ahora mismo tengo una caterva de brujas a mi servicio que arrojarán sus males de ojo sobre esa cosa. Espero que  “Wired” jamás se estrene y voy a poner todas mis energías en ello para conseguirlo, te lo digo honestamente ¡Que arda en el infierno!”. Con estas palabras –más o menos, que es una traducción mía- contestó Dan Aykroyd a una entrevista de la MTV, cuando le preguntaron sobre el proyecto en ciernes, “Wired”, la película inspirada en el Best seller que cuenta la vida de John Belushi, "Como una moto: la vida galopante de John Belushi", escrito por el prestigioso Bob Woodward.
Y es que pocas películas tienen una historia tan dura –y apasionante- detrás de sí como esta. Todo lo que Belushí tocó en vida, a su muerte lo llenó de tensión y mal rollo. Esa es mi opinión.
Resulta que si bien John Belushi no es un actor del todo conocido en España, solo los fans que en España pueda tener conocemos la existencia de esta extraña película, invisible, ignota y maldita, que no había forma de encontrar, hasta que un alma caritativa la colgó en la red. Antes de esto, la película era como si no existiese, porque amigos y familiares de Belushi, se encargaron de boicotearla usando todo el poder e influencias que estos tenían en Hollywood. Incluso, cuenta la leyenda, que James Belushi, hermano de John, iba videoclub tras videoclub alquilándola, no la devolvía, y así se fueron eliminando las pocas copias que se pusieron en circulación, al menos en Hollywood y Los Angeles, pero esto huele a bulo.
El libro de Woodward, “Como una moto, la vida galopante de John Belushi” que es como se tituló en España cuando se publicó por primera vez ¡25 años después de que lo hiciera en los USA! se convirtió en un best seller, básicamente porque contaba los fiestones que se pegaba Belushi, los rayajos que esnifaba y lo estúpido que era –estupidez supina que lo llevó a la muerte-, cosa esta que, no obstante, en Hollywood no gustó nada, y familiares y amigos del actor acusaron a Woodward de sensacionalista y explotador al presentarnos a Belushi como un personaje negativo y no retratar una imagen fiel –según sus allegados- del comediante. Lo mismo dijeron los familiares de Antonio Vega cuando se estrenó el magnífico documental “Antonio Vega, tu voz entre otras mil”, por lo que tiendo a pensar que los familiares -¿Qué van a decir?- no son muy juiciosos ni objetivos a la hora de hablar de los suyos y a fiarme más de los periodistas que han estado investigando años sobre las personalidades de estos, al fin y al cabo, yonkies. Argumentando que Woodward no pasó el manuscrito terminado a la viuda de Belushi antes de su publicación –y bien que hizo- el libro se ganó una muy mala reputación dentro del mundo de Hollywood.
Woodward, que tampoco era un angelito de la caridad, quiso vender los derechos de su libro rápidamente con el fin de que se hiciera una película y cobrar un sustancial cheque, pero en Hollywood, a este tío, lo mandaban a tomar por el culo rápido; ningún estudio quería producir una película en la que el malo de la misma, era el mismo Hollywood.
Finalmente, los derechos los adquirieron un par de productores independientes, que consiguieron 13 millones de dólares, lo que la convertiría en una película de bajo presupuesto. Se contrato a Woodward como asesor técnico y al director Larry Peerce, con mucha experiencia en telefilmes, pero más bien poca en largos para cine, así como al actor Michael Chicklis (“La cosa” en  Los 4 Fantásticos") que fue elegido tras un casting de 200 actores como el mejor de todos ellos para dar vida a John Belushi.
La película se rodó y ninguna distribuidora quiso hacerse cargo de ella para llevarla a los cines, ni las de los grandes estudios, ni las independientes. Woodward afirmaba que este boicot era debido a las fuertes presiones de Hollywood para no estrenarla, pero las distribuidoras decían que no se hacían cargo de ella, sencillamente, porque era una puta mierda. Finalmente una pequeña distribuidora consiguió sacarla en vídeo de manera reducida; pocas copias y en pocas tiendas. Un fracaso absoluto, para fortuna de los poderosos amigos y familiares de John Belushi. Aquí hay que creerse la versión de las distribuidoras, porque ajeno al boicot ejecutado por las personalidades de Hollywood , el festival de Cannes de 1989 la estrena dentro de su programación con una de las mayores expectaciones que tenía el festival en años. De hecho, el día del estreno, la entrada del cine donde se proyectaba se colapsó, colas interminables para las  poco más de 800 butacas con las que contaba el recinto. Bien, pues la película resultó ser tan espantosa, que a mitad de la proyección, ya se estaba marchando el público de la sala. Para cuando aparecieron los primeros títulos de crédito, la gente empezó a abuchear y a pitar a la película, como no se recordaba en mucho tiempo en Cannes. Tras esto, la película murió comercialmente. Quedó relegada al olvido rápidamente. Y aunque circularon copias a lo largo del planeta, la película nunca se emitió en televisión, nunca gozó de más ediciones en VHS de la que sacó esa distribuidora pequeñita, y nunca se editó en DVD.
Puede que en parte sea debido a ese supuesto boicot de los Belushi y compañía (capitaneado por Judy Belushi, Dan Aykroyd  y James Belushi), no lo ponemos en duda, pero lo cierto es que la película es mala a rabiar, una de las peores películas que se pueden ver, sosa, aburrida, mal montada, mal contada, sin ritmo alguno, sin coherencia ni argumento…y ni la más mínima gracia.
Y es que, aún basada en el libro de Woodward, la película es de lo más marciana y se toma unas licencias de lo más estúpidas: Se nos presenta a John Belushi en el deposito de cadáveres, y a partir de ahí, toma protagonismo ¡El fantasma de John Belushi!, que como si de “Cuento de Navidad” se tratase, es llevado por un taxista Portoriqueño –e insoportable- hacia momentos clave de su vida que se nos muestran a modo de flash back y sin orden ni concierto, de forma aleatoria, como si abrieran una página del libro al azar, y dijeran “Vamos a rodar esto mismo”. Para más inri, el propio Bob Woodward aparece como personaje, en una subtrama que más que aportar, ralentiza la acción, en la que este negocia con la viuda de Belushi el trasladar la vida de este a un libro. Y lo mejor de todo es que ni el fantasma, ni Woodward, están en el  libro original en el que esta mierda se basa. Un desbarajuste vaya. Al final la película es como un cochambroso álbum de cromos al que le faltan la mitad para completar la colección.
Por otro lado la mayoría de los protagonistas de la historia, no autorizaron su imagen para parecer en la película,  así que salvo John Belushi, el resto de protagonistas de la historia, o no aparecen – solo se les nombra-, o si lo hacen  es con el nombre ligeramente cambiado. Así Judy Belushi pasa a ser Judith Belushi, Dan Aykroyd pasa a ser Danny Aykroid,  los “Blues Brothers” pasan a ser sencillamente Los  “Blues” y John Landis, que aparece en la película, acaba siendo un director de cine sin nombre.
Yo acabo de verla con la expectación que requería el saber de su existencia, y aún sabiendo que era una película muy mala, no me podía esperar que lo fuera tanto. Me ha costado un imperio el no quitarla, porque, es que parece mentira que una historia tan intensa, con tanta miga, sea contada de manera tan aburrida y tan torpe. Sin ir más lejos, la escena en la que, estando Belushi absolutamente drogado en su caravana, es requerido por Jonh Landis para rodar en el set de “Granujas a todo ritmo”, es lo más vergonzante que he visto en mi vida. Landis acaba dando un puñetazo a Belushi que lo tumba; en la vida real, uno de los episodios más populares. Bien, pues la forma en la que se resuelve eso en pantalla y el como está montado, es para coger al director y al montador, despedirles y que no vuelvan a tocar celuloide en sus putas vidas.
Una película de mierda…Pero la historia que trae consigo es fascinante ¿a que si?
Michael Chicklis, el elegido entre 200 para dar vida a Belushi, resulta ser demasiado soso, demasiado guapo, demasiado alto y demasiado delgado para parecernos un Belushi creíble, además de ser un actor del montón que eso, si, se esfuerza por hacerlo lo mejor posible. En una entrevista afirmó que la vida de un actor es impredecible, puesto que un día se encuentra firmando el contrato de lo que se supone que será el papel de su vida en una película importante para, tras concluirla, no volver a conseguir papeles en un largo periodo de tiempo por culpa en concreto de ese papel. Está para matarlo, por no hablar del maromo que hace de Dan Aykroyd, Gary Groomes, más parecido a Chevy Chase que al larguirucho. De hecho, al verlo en pantalla  me creí que encarnaba a Chevy Chase, que dicho sea de paso en la peli solo aparece nombrado.
En definitiva, “Wired” no es más que una porquería que como curiosidad, obviamente, nos la satisfice, pero hay que pagar el alto precio.
A estas alturas de 2015 el proyecto del Biopic “Made in Hollywood” sigue en pre-producción; dudo mucho que llegue a realizarse y si lo hace, no creo que sea algo mucho más destacable que este, a juzgar por su reparto con Emily Hirsch como Belushi y Ryan Reynolds como Chevy Chase…

jueves, 10 de junio de 2010

LAS VACACIONES EUROPEAS DE UNA CHIFLADA FAMILIA AMERICANA

Después de la muy divertida puesta de largo de la familia Griswold en la pantalla grande, y para demostrar que no solo EL PADRINO 2 era mejor que su predecesora, la “Nacional Lampoon” decide llevarse a Chevy Chase y Beverly D´Angelo de vacaciones por Europa, concretamente a Inglaterra, Francia, Alemania e Italia y situar allí los pequeños desastres que solo le ocurren a Clark Griswold.
Los Griswold, ganan el premio gordo de un concurso televisivo, eso si, lo ganan por accidente, así que, siempre sin el visto bueno de sus hijos, ponen rumbo a Europa. Lógicamente, el patriarca Griswold quiere enriquecerse culturalmente a tope, por lo que las vacaciones acaban convirtiéndose en poco más que dictadura, dando lugar a las descacharrantes situaciones.
Bien, si no sois completistas, llegados a este punto, no es necesario que veáis más pelis de la saga. Estas Vacaciones Europeas, son la obra maestra de la saga, por ende, la obra maestra de Chevy Chase y después de esto, la saga flojea hasta limites totalmente vergonzantes.
Eso si, los gags que contiene esta película, son absolutamente desternillantes, pocas pelis de la época son tan divertidas.
Y tema que me hace gracia: los actores que interpretan a los hijos. Esta vez, para interpretar a unos adolescentes Audrey y Rusty, se opta por Dana Hill y Jason Lively ( EL TERROR LLAMA A SU PUERTA), que tiene bastante sentido, puesto que en la anterior peli eran niños, y ahora adolescentes. Ya veremos en posteriores secuelas el desbarajuste del tema hijos.
A la diversión añádanle los cameos de actores Europeos comos Victor Lanoux y el Monty Phytom Eric Idle, que protagoniza uno de los mejores gags de la película.
El guión sigue siendo obra de John Huges y la dirección pasa esta vez a manos de la señorita Amy Heckerling (se nota la mano femenina, porque aunque siendo una serie blanca, en la primera peli le veíamos un poco las tetas a la muy potente Beverly D´Angelo, pero en esta nada…) directora de pepinazos cómicos para toda la familia como la saga de MIRA QUIEN HABLA, FUERA DE ONDA y recientemente, la sosa y romanticona EL NOVIO DE MI MADRE, con Michelle Pfeiffer tirándose a un jovencito.
Mas material Griswold para la retina.

lunes, 4 de octubre de 2021

THE BOOB TUBE

Típico producto zetoso y setentero concebido exclusivamente para sacar unas perrillas a costa de los pajilleros de los cines.
Su título, “The Boob Tube” hace referencia a una expresión yanki que se utiliza para denominar a la televisión, es decir, al electrodoméstico; un boob tube, es una televisión, pero su traducción literal sería tubo de tetas, y ahí es donde está el ingenioso chiste del título, ya que obviamente, lo que explota el film son las tetas.
Por otro lado “The Boob Tube” es también una parodia de corte erótico al estilo de aquellas películas humorísticas de los años setenta como “Made In Usa” o “Tunnel Vision”, cuya estructura narrativa consistía en emular los contenidos de un canal de televisión ofreciendo una serie de sketchs que, a su vez, parodiaban contenidos televisivos, pero en concreto, se inspiraba en la película “The Groove Tube”  de Ken Shapiro, que nos presentaba a un primerizo Chevy Chase, y que tuvo un éxito relativo. “The Boob Tube” se limita a tomar nota de aquella y muestra al espectador una serie de escenificaciones de corte erótico que se burla de los populares soup opera de la época (es decir, los culebrones televisivos) y una serie de caricaturizaciones de spots publicitarios que son la excusa perfecta para enseñar  tetas, que es lo que en realidad pretenden.
La gracia del asunto está en que la película fue ideada y concebida por gente que en realidad se dedicaba a la televisión y, sin proponérselo, resultó ser visionaria en el sentido de que fue rodada en vídeo de la época —tal y como se rodaban los soup opera— y luego hinchada a 35 mm. como se haría estilísticamente muchísimos años después en otro tipo de películas.
Sin embargo es fallida en todos los aspectos, primero, porque cualquiera diría, por ese título, que nos encontramos ante un suculento festival de tetas, pero  tetas, lo que se dice tetas, las que vemos son sugerentes y jugosas, pero más bien pocas. Poco tiempo en pantalla, quiero decir.
“The Boob Tube” es una película que con esa premisa de las tetas, realmente se pretende un artefacto humorístico, solo que el humor aquí ejecutado tiene bastante poca gracia. En segunda instancia, la película no funciona ni a pilas.
Lo bueno es que no sufrimos demasiado porque tan solo dura una hora, pero lo cierto es que, salvo por los créditos iniciales en los que vemos a una hermosa muchacha duchándose  y dándose bien de jabón como dios la trajo al mundo —y que a poco que seamos sensibles y sepamos apreciar la belleza, nos pondremos como una moto—, la película es bastante light en el sentido erótico. El resto, chapuceros segmentos sin gracia, sin brío y más aburridos que un Barça-Madrid.
El otro punto a favor es que podemos ver en ella a la espléndida, sensacional y despampanante Colleen Brennan, antes de aquella maravilla de sex comedy que era “¿Con quién me acuesto esta noche?”, previamente a convertirse en chica Russ Meyer y con mucha anterioridad a ponerse a zampar pollas en el porno, que es la industria del cine en la que más prosperó… lo que pasa es que en “The Boob Tube” no se explota su potencial en la justa medida. Sale poco.
El director es un tal Christopher Odin, que probablemente fuera un seudónimo utilizado por algún artesano de la televisión, porque con ese nombre, no se le volvió a acreditar en película ninguna; Esta sería la única.
Para ver por pura antropología y, después, papelera de reciclaje.

miércoles, 1 de abril de 2015

LOS FOTOCROMOS DE "JUEGO PELIGROSO"

Uno de los primeros intentos de convertir a Chevy Chase en lo que no era, formando pareja con Goldie Hawk, pegando tiros y pasandoselo de puta madre. Para saber más del tema, escuchen este programa. y no funcionó el asunto.
Les dejo con los fotocoromos de "Juego Peligroso".











sábado, 12 de junio de 2010

VACACIONES EN LAS VEGAS

Paga extra y días de vacaciones, son los motivos por los que esta vez, Clark Griswold decide movilizar a su familia por enésima vez, esta vez para irse a Las Vegas. Y no hace falta se una lumbrera para saber lo que ocurre allí; Por un lado Clark se vuelve ludópata perdido gastándose una fortuna en los distintos juegos del casino. Sus hijos protestan a mas no poder, y su esposa a punto está de pegársela con un Wayne Newton, que se interpreta a sí mismo.
Poco Slapstick, poca gana por parte de Chevy Chase y Beverly D´angelo, un Randy Quaid que satura (aunque no así en los U.S.A. donde hay un “Spin of” de este personaje en CHRISTMAS VACATION 2) y en definitiva, pocos elementos comicos notables.
Muy mala, aunque ligeramente superior a S.O.S YA ES NAVIDAD. En esta al menos el entretenimiento hace acto de presencia, de forma moderada en toda la película.
Hijos: Esta vez ambos rozan la veintena y están interpretados por Marisol Nichols y Ethan Embri. De hecho a costa de los múltiples actores que los han interpretado y la pasada por los huevos de la edad, se marcan el mejor gag de la película: Clark les dice que han crecido tanto que ni les reconoce y se hace un prolongado silencio. Los mas puestos, se reirán.
Ya no hay “Natonal Lampoon” presentando la película, John Huges no está en el proyecto y el director es un tal Stephen Kessler, que tan solo hizo una peli antes y otra después de esta.

viernes, 4 de diciembre de 2015

MI NIDO O EL TUYO

Tan convencido estaba Steven Spielberg del tirón de John Belushi, tal el aprecio que sentía por él, que creo la “Amblin” solo para poder pegarse el gustazo de producir la que, en teoría, iba a ser la película que encumbraría a John Belushi. “Mi nido o el tuyo”. Ergo, se trata de la primera película producida por Amblim, y también, la primera comedia romántica de John Belushi.
Cuenta la historia de un periodista de éxito de un popular periódico de Chicago que acude a las montañas a realizar un artículo sobre una ornitóloga que estudia a una clase de águilas en extinción. Allí, surgen las disputas (ella es chica de montaña, él hombre de ciudad) y las redencillas para, de la noche al día, todo eso convertirse en un amor infinito, que se verá perjudicado por los distintos hábitats en los que nuestros protagonistas se desenvuelven.
“Mi nido o el tuyo” –“Continental Divide” en su versión original, que hace referencia a la separación de montañas que hay entre los USA y Canadá, dónde sucede el grueso de la película- tenía una intención; convertir a Belushi en el nuevo Spencer Tracy. Lógicamente, todo Tracy que se precie, tiene que tener una Catherine Herpburn que le sirva de pareja, así que le endosaron a una tal Blair Brown, feucha y actriz del montón, con la que no surgió ninguna química. El resultado es terriblemente flojo, una película aburrida de narices, con una historia absurda y, en definitiva, una película carente de cualquier carisma. Entonces, lo que iba a ser el peliculón de Belushi acabó siendo uno de sus fracasos (recordemos que solo tuvo un par de grande éxitos).
Y es que, como dice la canción, el peor enemigo de Belushi, era el propio Belushi.  La película no hay quien la salve, quizás protagonizada por Chevy Chase y Goldie Hawn sería más visible, pero seguiría siendo una mierda. Sin embargo, hay que tener en cuenta que “Mi nido o el tuyo” se ve resentida por un John Belushi en fase terminal que echó a perder el rodaje, no solo por sus continuo estado de embriaguez y/o drogadicción, sino también, porque quería meterle el rabo a Blair Brown a toda costa, llegando, incluso, a meterle mano en algunas ocasiones, con lo que consiguió que la actriz le cogiera un asco descomunal que, desde luego, se transmite en la pantalla.
En la pre-producción, la inseguridad embargaba a Belushi. No sabía si daría el tipo ya que necesitaba una interpretación sosegada y contenida –“¡Nada de cejas!” le decía continuamente el director- y por unos instantes, cuando aceptó el papel, decidió tomárselo en serio. Comenzó una dieta que le hizo adelgazar casi 20 kilos y no consumió drogas durante ese tiempo. Se mantuvo sobrio. Y el rodaje fue sobre ruedas las primeras semanas. Pero claro, fue llegar a Chicago, dónde se rodaba parte de la película y mandó a tomar por el culo la dieta y la abstinencia. Además, la eterna inseguridad del actor, le hizo perder la fe en una película concebida a su medida, escrita por Lawrence Kasdan y producida por Spielberg. Al considerar que no estaba a la altura, que no resultaba interesante más allá del salvaje rol de Bluto de “Desmadre a la Americana”, Belushi se dio de nuevo a la mala vida con lo que eso conlleva; Llegar  completamente drogado al rodaje, engordar como un cerdo o directamente no asistir al rodaje. Y es que, efectivamente, si sacamos a Belushi de su rol salvaje, resulta ser un actor más bien discretito y tirando a malo.
Dicen que la película en la que más hecho polvo estaba Belushi, es “Mis locos vecinos”, sin embargo donde el deterioro físico es más palpable es en esta “Mi nido o el tuyo”, dónde los kilos y kilos de maquillaje no ocultan un rostro castigadísimo por la cocaína, unas ojeras permanentes, o en el peor de los casos, y vaya usted a sabe por qué, heridas  y arañazos en el rostro, en una de las escenas. Desde luego, lamentable. Por no hablar de cómo Belushi engorda y adelgaza  en una misma escena. Pero me refiero a cambios físicos de entre 10 y 15 kilos.
Más allá de esto que cuento, y si no estuviera protagonizada por quien lo está, “Mi nido o el tuyo” es una película muy del montón, muy sosita, que pasó inadvertida en su estreno en USA, y aquí a España nos llegó directamente al mercado del vídeo, y con pocas copias además, por lo que hoy en día se trata de una de las películas más desconocidas del actor, siendo como es, un icono.
Junto a Belushi y Brown destaca la presencia de Tony Ganios ¿Qué quien es ese? Pues nada menos que el “Cigarro Puro” de la saga de “Porky’s”.
Dirige el director de estudio Michael Apted, que lo mismo te dirige esta, que te dirige “Estado Crítico” al servicio de Richard Pryor, que “Gorilas en la niebla”, que una de las entregas de “Narnia”.

viernes, 19 de junio de 2015

HOT TUB TIME MACHINE 2

Secuela directa de lo que aquí se llamó “Jacuzzi al pasado”, de la que han pasado ya cinco largos años, y que repasando precisamente esa reseña, destacaba lo políticamente incorrecto de los chistes. Bueno, son ya muchos años de comedias yankies, y cinco años desde que se estrenara aquella, así que el tema de la incorrección y la escatología, que la hay (y mucha) en esta secuela, ya no me llama tanto la atención.
Tan solo diré que en esta secuela, el sustento y base principal de la ¿franquicia?, que es John Cusack,  desaparece; o no del todo porque su personaje está bien presente durante toda la película, aunque no aparece más que en un cameo. También se mantiene el cameo de Chevy Chase, aunque este es bastante más escueto que en su antecesora.
Para la ocasión, centrándonos en el final de la primera parte, aquí nuestros protagonistas son famosos, tanto que  a uno de ellos se le sube el éxito hasta tal punto que alguien con una recortada le mata en pleno discurso megalómano. Se meterán en el jacuzzi del tiempo con el fin de ir al pasado y detener al asesino, pero por una extraña razón,  aparecen en el año 2025. Resulta que el asesino es alguien del futuro que ha viajado al pasado para matarlo, así que deberán impedirlo y volver… con tan mala pata que todavía no existe la sustancia que metida en el jacuzzi permite los viajes en el tiempo… y la continua alteración de los acontecimientos cambiarán el rumbo de las cosas tanto en el pasado, como en el futuro, por lo que el pifostio está servido.
Un poco más de lo mismo de la anterior, pero servido con menos gracia y salero, en una saga a años luz de “Regreso al futuro”, pero con las miras demasiado puestas en ella. De hecho, tenemos un par de gags a costa de las películas de Zemeckis.
No obstante, es una comedia ligera, y por lo tanto, da igual lo buenas o malas que sean, lo mucho o poco originales que resulten: Siempre son disfrutables, así pues, pasamos el ratillo tan tranquilamente.
Con lupa están mirando ahora los distribuidores españoles las comedias americanas que estrenan, ya que aunque en los USA es uno de los géneros que más millones reporta, en españa no acaba de cuajar el humor americano; en españa el público no se desplaza al cine a ver una comedia americana. En la taquilla española, fracasa Will Ferrell, fracasan Seth Rogen, James Franco y Jonah Hill y, en menor medida, fracasan los todopoderosos Ben Stiller y AdamSandler. Y como “Jacuzzi al pasado” no funcionó en la taquilla española como debería, pues es bastante probable que no se llegue a estrenar en cine. Con suerte, directamente en DVD y a lo mejor ni eso. Pero no pasa nada; la peli lleva ya tiempo editada en DVD y Blu Ray en estados unidos, y ya circulan copias en HD por toda la red como rosquillas. Ergo ¿Qué hacemos? Esperamos a ver lo hacen en españa con ella? Ustedes sabrán.
En el reparto nombres que más o menos despuntan en los USA pero que que aquí son completamente desconocidos como los de Craig Robinson (“Juerga hasta el fin”), Rob Corddry (“Memorias de un zombie adolescente”) y Clarke Duke (“Mil palabras”)
Dirige Steve Pink, cuyos trabajos más destacables son la primera parte de esta y  “Admitido”.
Entretenidilla, sin más.

jueves, 24 de septiembre de 2009

LA CENTINELA

Consecuencia directa del "boom" sobre cine satánico producido en los USA por ahí mediados / finales de los 70 (con "El Exorcista" como detonador y "La Profecía" como mimado hijo bastardo), "La Centinela" me dio auténticas pesadillas de chaval a causa de sus numerosas secuencias de inquietante y extraño surrealismo truculento. El director no es otro que Michael Winner (basándose en una novela de Jeffrey Konvitz), responsable de los tres primeros films de la saga "Death Wish", y cuenta con un reparto considerable, que se extiende incluso a papeles minúsculos, ahí va la lista (en orden imdbiano): Chris Sarandon, Martin Balsam, John Carradine, José Ferrer, Ava Gardner, Arthur Kennedy, Burgess Meredith, Sylvia Miles, Deborah Raffin, Eli Wallach, Christopher Walken, la sexy Beverly D'Angelo (futura esposa ficticia de Chevy Chase en las pelis de la chiflada familia americana, y que protagoniza una escena de onanismo muy potente), Tom Berenger (en un rol tamaño ladilla), Jeff Goldblum (que ya había currado para Winner en "Death Wish" haciendo de violador y con el que tenía muy buena relación) y ¡Richard Dreyfuss de extra!. La verdadera prota de la función, la sosita Cristina Raines, terminaría con sus escuetos huesos en la caja tonta. De los efectos visuales y maquillajes se responsabilizan dos grandes, Albert Withlock (quien había colaborado en pelis de Hitchcock) y Dick Smith, respectivamente.
Una modelo y su novio buscan piso. Encuentran uno amplio, de aspecto algo gótico, pero a precio de ganga. Tras instalarse (ella sola, es una chica muy de los 70) conoce a los vecinos, que son una panda de tipos y tipas raro/as. Encima, por la noche, escucha ensordecedores estruendos en el piso de arriba. Enfadada, va a reclamar a la dueña del lugar y esta le dice que flipa, pues salvo un siniestro cura ciego asomado día y noche a la ventana del ático, hace años que nadie más habita allí.
La premisa es tan interesante como suena, y el film está plagado de pequeños momentos francamente efectivos, sobre todo cuando la moza, de madrugada, solana y linterna en mano, sube al piso ruidoso y se encuentra con una sorpresa escalofriante. A ratos Winner pierde el pedal y se pasa de rollo efectista, pero para un fan del cine de terror de bajo viente como yo, ya mola. Atención al desenlace, con la enfermiza intervención de auténticos fenómenos de feria, de aspecto turbador, sí, pero poco dotados para la interpretación.
Con todo, un pequeño film muy estimable que el propio Winner intentó remakear hace poco, sin conseguirlo.

viernes, 5 de abril de 2019

ELMO EN EL PAÍS DE LOS GRUÑONES

Probablemente estemos ante la mejor película Muppet de la factoría Jim Henson, la segunda de la franquicia “Barrio Sésamo” tras “Sesame Street: Follow that Bird” —que no está nada claro si llegó a estrenarse en España o no— y una película infantil absolutamente eficaz y entrañable, que sin embargo en el momento de su estreno en los EUA, apenas llegó a recuperar la mitad de su coste de producción, suponiendo un batacazo de dimensiones catastróficas. Y es una pena porque “Elmo en el país de los Gruñones” evoca al gran cine de Jim Henson y está más cercana de una aventura fantástica en la línea de “Dentro del laberinto” que de una película al uso con marionetas. Eso por un lado. Por otro, se trata de una película cuyo target de edad se encuentra entre los 2 y 6 años y, centrada en ese público y en nadie más que ese público, la película es una experiencia  interactiva deliciosa (porque los personajes piden la colaboración de los posibles niños que vayan a verla, rompiendo la cuarta pared) cuya principal premisa es la de educar a esos niños caprichosos que todo lo que tocan lo convierten en algo suyo, para que compartan y no sean tan egoístas. Si la película cumple o no con su objetivo, lo desconozco, pero la intentona es buena y el resultado una delicia.
Así, cuando el pequeño monstruito Elmo pierde su mantita, acaba entrando en una especie de túnel multidimensional que le llevará al país de los Gruñones, dónde emprenderá la búsqueda de su querida manta sorteando toda suerte de peligros de camino al castillo de Huxley, un adulto caprichoso —y deudor de Willy Wonka— que le roba la manta a Elmo antes sus propios ojos. Mientras, una sucesión de bonitos números musicales y la presencia de nuestros personajes favoritos de “Barrio Sésamo”.
Una película de aventuras para niños muy pequeños, que juguetea con ciertos toques de crueldad y terror, motivo este por el que merece una mención especial la presencia en el film de los mismísimos Epi y Blas. Cada vez que a Elmo le sucede alguna desgracia o algo terrorífico (para niños, no lo olviden) estos interrumpen la narración para  explicar a los niños que pudiera haber en la sala de cine, que no pasa nada, que todo saldrá bien, y que Elmo pronto sabrá salir de esa situación. Toda esta interactividad, más televisiva que cinematográfica, convierten a “Elmo en el país de los Gruñones” en una película extraña y atípica, además de ser una orgía de diversión para los niños.
El caso es que, con la tontería, yo creo que como adulto resabiado que soy, he disfrutado más con esta película tan bonica que cualquier niño que se ponga ante ella, quizás porque ese tipo de cine es más propio para los que fuimos niños en mi generación, que para los de la actual (o los del año en que se estrenó esta película, 1999).
Por otra parte, el film si consiguió acaparar la atención de la crítica y, cuajadaza de preciosas canciones (la que abre la película e interpretada por el propio Elmo es sensacional), su banda sonora original se hizo con el premio Grammy al mejor álbum infantil en 1999. Y Vanesa Williams, entonces en boga, no solo interpreta una de las canciones, sino que da vida a la Reina de la basura.
Sin cameos de actores populares reseñables (por lo visto en la anterior película de “Barrio Sésamo” aparecían John Candy y Chevy Chase, por ejemplo) y sin más aspavientos que un montón de muñecos de felpa y un guion muy inspirado, yo creo que “Elmo en el país de los Gruñones” es una de las películas infantiles más infravaloradas del pasado siglo. Y es una pena porque está francamente bien.
Dirige estupendamente Gary Halvorson, que con mucha televisión a sus espaldas, firmaría su única película para cine.
En España, que se estrenó más o menos decentemente, llevó a las salas a casi 30.000 espectadores, lo que dadas las circunstancias, y teniendo en cuenta que Elmo no es uno de los personajes de Barrio Sésamo más populares en nuestro país, está muy, pero que muy bien.

martes, 1 de junio de 2010

JACUZZI AL PASADO

Desde "Algo pasa con Mary", aproximadamente, la comedia americana tiene carta blanca para los chistes de pollas y sobretodo lefadas, cosa muy de agradecer para los amantes de los fluidos corporales como elemento cómico. Sin embargo, todos esos gags se han ido mostrados dentro de unos parámetros que, aun políticamente incorrectos, no dejan de ser un tanto sutiles. Hasta ahora, que con esta jodidamente divertida "Jacuzzi al pasado" todo lo que sea sinónimo de buen gusto queda excluido, con un humor basado en chistes de jodienda, sexo bruto y sobretodo de fluidos corporales, siendo las lefadas y los vómitos la punta del iceberg.
Ya como elemento secundario, se juega con la nostalgia y algo siempre molón como son los viajes en el tiempo.
Tras un intento frustrado de suicidio, un tipo bastante perdedor toma contacto con sus amigos de toda la vida. Estos, junto con el sobrino de uno de ellos, se lo llevan a un hotel en las afueras con el fin de pasárselo allí como se lo pasaban en la adolescencia y animarle un poco. Tienen en mente un jacuzzi allí dispuesto, con lo que se cargan de alcoholes y drogas para disfrutarlo… pero cerdeando un poco, se les cae entre los cables un bote de "Red Bull" ruso que contiene un extraño fluido prohibido en los USA, por lo que, misteriosamente, viajan en el tiempo hasta 1986. Una vez allí, planean divertirse a tope sin caer en la cuenta de que, si cambian el pasado, el sobrino que les acompaña no llegará a nacer, por lo que tienen que vivir todos los acontecimientos exactamente igual a como lo hicieron en su momento. Por supuesto no harán más que alterarlos, si para bien o para mal es algo que tendréis que descubrir viendo la película.
El caso es que, para los tiempos que corren, si hay un género que no es que sobreviva dignamente, es que supera a los títulos que toma como referencia, es la comedia gamberra. No solo con esta maravilla, el año pasado ya quedé igual de súper satisfecho con "Resacón en Las Vegas". Todo lo contrario a lo que ocurre con otros géneros. Por ejemplo, ayer sin ir mas lejos me pegué una sesión doble en cine, una de risa y otra de miedo (¡no hay mejor forma de pasar la tarde de un Lunes!) y la elegida en el segundo puesto fue "The Crazies", súper aburrida, con poca chicha y clichosa a más no poder, de la que salí bastante agobiado (No obstante, es justo reconocer que la original tampoco era la mojama, precisamente) y aunque en este género también hay grandes sorpresas como "Paranormal Activity" el año pasado, por lo general el terror que se hace hoy día me deja bastante frío. Eso no pasa con las comedias. La americana actual está en plena forma, dándole la vuelta a argumentos más que manidos, pero llevándolo todo al extremo con el fin de causar risa, como en este "Jacuzzi al pasado" que lo consigue con creces, y gracias a unos actores en su salsa que se lo pasan incluso mejor que nosotros.
John Cusack, versátil como siempre y efectivo como pocos, toma el mando protagónico junto con la nueva promesa Clark Duke ("Supersalidos", "Kick-Ass"), Craig Robinson ("The Goods: Live Hard, Sell Hard", "Superfumados") y Rob Corddry ("Semi Pro", "Dos colgados muy fumados: Fuga de Guantánamo") auténtica revelación de la película siendo su actitud "destroyer" el blanco de los mejores chistes.
También se recupera a un envejecido Chevy Chase, venido muy a menos y que no hace ninguna gracia. Es una pena que uno de los grandes aparezca en pantalla y estemos deseando que salga de cuadro porque su presencia estorba.
Dirige Steve Pink, que debutó con su anterior película "Aceptado", con la que suspendió, pero como con "Jacuzzi al pasado" (o su título original "Hot Tub Time Machine", que mola más) ha sacado un sobresaliente, pasa de curso.

viernes, 22 de mayo de 2020

TUNNEL VISION

Neal Israel, el hombre detrás del guion de “Loca academia depolicía” y director de “Despedida de soltero”, debuta  para la gran pantalla dirigiendo, junto a Brad Swirnoff, esta comedia de sketchs de corte satírico.
La película se aprovecha de la actualidad del momento, 1976, con el inicio de la televisión por cable que vaticinaba una programación más libre (y sin censura) que las televisiones nacionales de Estados Unidos. Intuyendo esto la película de antemano, la historia nos traslada a un futuro no muy lejano, 1985, en el que el senado está juzgando un canal de televisión llamado “Tunnel Vision”, en el que la programación está libre de censura y, por lo tanto, goza del beneplácito popular, cosa que a los entes bienpensantes de la américa blanca no les parece nada bien. Según palabras del director del canal, “Tunnel Vision es popular porque la libertad es popular”. Así, en la pantalla del juzgado, se da paso a la programación de dicho canal, que a su vez, da paso al espectador a lo que es la propia película. Entonces lo que vemos es un batiburrillo de sketches, muy en la línea del “Made in USA” de John Landis + ZAZ, pero con mucha menos gracia e inventiva que los que pudimos ver en aquella. Así, la cosa se compone de trailers de ficticias películas, spots de productos imposibles y concursos de televisión que parodian otros de gran calado en la cultura popular USA, si bien, se hace chanza de todo el politiqueo yankee de la época o se mofa de los estereotipos raciales con muy mala baba. Por lo demás, tonterías como Wrestling de celebridades, un anuncio sobre una pistola que al ser disparada anula la voluntad de la víctima —y que un padre de familia utilizará contra su hijo pequeño primero, contra su mujer después— o parodias de todo tipo social.
Lo bueno es que la cinta apenas dura una hora y diez minutos, con lo cual, y al ser una sucesión de sketchs que por separado no llegan a alcanzar los tres minutos de duración, la cosa se deja ver perfectamente, si bien, apenas esbozamos una sonrisilla de vez en cuando. No resulta muy graciosa, en parte también porque es un producto muy de su momento que usa, como motivo de su comicidad, personajes relevantes de aquella época de carácter muy localista, que es muy difícil que como espectadores  españoles que somos lleguemos a conocer. Pero tiene sus momentos lúcidos.
Por otro lado, la película cuenta en su cast con innumerables estrellas del cine y la televisión, con el aliciente de que, todos ellos, todavía no habían alcanzado la popularidad masiva con la que unos años más tarde contaron, por lo que tenemos intervenciones de gente muy famosa, incluso, en calidad de extra. Así, además de poder ver en pantalla en calidad de actores al propio Neal Israel o a su compinche a la máquina de escribir Pat Proft, vemos desfilar a gente de la talla de John Candy, Howard Hesseman, Chevy Chase, Roger Bowen, Ron Silver o Betty Thomas, todos ellos muy primerizos e inexpertos.
Neal Israel tendría su década de esplendor en los 80 gracias a las películas míticas que todos conocéis para en las décadas siguientes hacerse fuerte en la televisión, mientras que su co director, Brad Swirnoff, apenas escribió guiones para un par de cosillas más, sin importancia, y dirigió, un año después de esta, otra película de similares características titulada “American Rapsberry”.
“Tunnel Vision”, no deja de tener interés y curiosidad pese a ser una cosita menor e intrascendente.

viernes, 11 de junio de 2010

S.O.S. YA ES NAVIDAD

Al igual que las dos anteriores películas tienen idéntico tono argumental, y se repiten gags memorables en distintos escenarios, con este CHRISTMAS VACATION, se decide, no sacarlos del barrio en el que viven a los Griswolds, para que Chevy Chase se pegue hostias en las escaleras de su ostentoso chalet, o estrelle su coche familiar contra los muchos abetos que pululan por los alrededores de donde viven. Por eso, se traen a su familia a pasar las navidades y reciben la visita inesperada de su primo interpretado por Randy Quaid, al que se recupera tras el primer VACATION.
Punto a favor de la película: Que al personaje de Clark Griswold, amante de tradiciones y observador entusiasta de monumentos con mas de mil años de antigüedad, le pega muchísimo el ser tan navideño, y el querer que le salgan las navidades perfectas da lugar a un mogollón de gags “Slapstick” que sin duda son lo mejor de la película. Y el punto en contra, es que los momentos aburridos, son tan aburridos que no compensan los buenos momentos.
Tema hijos: en VACATION, la parejita, Rusty y Audrey, eran unos pre-adolescentes de unos 12 años. En EUROPEAN VACATION, eran unos adolescentes de 15 años. Sin embargo, e incomprensiblemente, en esta CHRISTMAS VACATION, ¡¡Rusty, el chico, es un niño de ocho años, y Audrey, una adolescente de 17!! ¿Cómo se comen ustedes eso? No contentos con el cambio de actores película tras película, ya les cambian hasta las edades. Para la ocasión, a la pareja de irrelevantes hijos los interpretan Juliette Lewis y Johnny Galecki.
Beverly D´angelo, a medida que se hace mayor se va poniendo más buenorra y por lo demás una comedia muy poco a tener en cuenta, y solo para Griswold-completistas ( Yo soy uno!!).
John Huges seguiría en el guión, “Nacional Lampoon” sigue apadrinando estas películas, y esta vez la dirección recae en Jeremiah S. Chechik, que después de esto, se ganó el cielo “Indie” con su película BENNY & JOON, después dirigió aquel horroroso bodrio que es LOS VENGADORES y ya no ha vuelto a hacer más cine, solo televisión.
Hay que recordar que S.O.S. YA ES NAVIDAD, en nuestro país salió directamente en vídeo, pero sin embargo, en los U.S.A. fue la película más exitosa de la saga, a pesar de ser la peor. Pero lo entiendo; Es Clark Griswold en un entorno Navideño ¿Cómo resistirse?.