Comienza muy bien, muy potente, casi como una secuela bastarda de las de Romero (o casi como un plagio...) y esa primera parte está totalmente impregnada de ese estilo. A mi me recordaba ligeramente a "Dawn of the dead". Los títulos de crédito anuncian como protagonista a Tom Savini, que también hace las veces de coordinador de especialistas, y con el estilo chulesco que le caracteriza en todos los papelitos que hace por ahí, en este primer cuarto de hora se dedica a matar zombies sin descanso. Y te quedas totalmente enganchado. Por momentos piensas que estamos ante una gran peli, pero pronto se cargan a Savini y la historia cambia totalmente.
En el segundo cuarto vemos a un puñado de jovencitos que se dirigen en una furgoneta hacia un pueblo, contando historias de un tal Abbot Hayes, un asesino que una vez muerto, no encontraron su cadáver por ningún lado y la película pasa a parecer un slasher, o al menos reúne todos los elementos para serlo. Aparece entonces el zombie protagonista, llevando unas prótesis que le dan un aspecto demoníaco, y el solito se va cargando al personal, a base de mordiscos. Estos convierten en zombies a los jovencitos de la furgoneta, y así pasa de nuevo a ser una peli mata zombies. Para cuando eso ocurre, ya estamos hasta los cojones de lo que no deja de ser un puto lio de lo mas tonto.
Y aunque en un principio esos giros argumentales puedan parecer atractivos (lo serían si se hubiera encargado del proyecto alguien competente), el director, Tor Ramsey (vaya, un cualquiera...), no se hace con la peli, y acaba rodando una puta mierda como un templo de grande. Eso sí, el primer cuarto de hora, como decía, funciona perfectamente por si solo, y hubiera sido un corto magistral... pero el resto, es ridículo.
Vean "ese corto" y luego quiten la película.