Extraña y lenta película dirigida y protagonizada por Hitoshi Matsumoto, un conocido cómico nipón, donde parodia el kaiju eiga o cine de monstruos gigantes para los no profanos.
El inicio del film es como de una entrevista de callejeros o españoles por el mundo pero en versión ultra lento. Se nos presenta a Daisato, un cuarentón divorciado, depresivo y un poco corto. Nos muestran su destartalada casa, el sitio al que suele ir a comer y también vemos como hace visitas constantes a su abuelo el cual esta en una residencia. Todo seria de lo mas normal y triste sino fuera porque Daisato es en realidad Dai-Nihonjin, el ultimo de una estirpe de héroes japoneses que tienen el poder de crecer hasta tamaños gigantescos al recibir una descarga controlada de electricidad. Los Dai-Nihonjin se han encargado de los monstruos que cada poco tiempo intentan destruir Tokio, o al menos eso era antes, ahora estos monstruos cada vez son menos y sus poderes y aspectos mas ridículos que el anterior. Así que Daisato suele ocasionar mas problemas que los que soluciona, o al menos así los ven los habitantes de Tokio. Por ello es repudiado, su programa de televisión donde muestran sus luchas para salvar la ciudad están siempre en horarios nocturnos y consiguen audiencias muy bajas. Para colmo Daisato ha de dibujarse logotipos de patrocinadores en su cuerpo para poder conseguir algo de dinero, aunque luego es su agente la que se beneficia de las ganancias y es que Dasaito es un perdedor de tomo y lomo.
La película es una locura total, pero también es lentiiiiiisima, puede que si no eres un fan incondicional de las películas de Godzilla, este filme no te diga nada o puede que ni acabes de verlo (de verdad que le cuesta arrancar) Como rareza tiene un pase, pero poco mas. Se recomienda su visionado en compañia de colegas y unos cuantos litros de cualquier bebida alcohólica, seguro que gana un par de puntos.
Ah!!! y atención al final, una escena totalmente subrrealista con una pequeña muestra de maltrato a un extra disfrazado de uno de los monstruos, vale que no se hará daño porque va acolchado, pero le meten unos galletones de aupa.
El inicio del film es como de una entrevista de callejeros o españoles por el mundo pero en versión ultra lento. Se nos presenta a Daisato, un cuarentón divorciado, depresivo y un poco corto. Nos muestran su destartalada casa, el sitio al que suele ir a comer y también vemos como hace visitas constantes a su abuelo el cual esta en una residencia. Todo seria de lo mas normal y triste sino fuera porque Daisato es en realidad Dai-Nihonjin, el ultimo de una estirpe de héroes japoneses que tienen el poder de crecer hasta tamaños gigantescos al recibir una descarga controlada de electricidad. Los Dai-Nihonjin se han encargado de los monstruos que cada poco tiempo intentan destruir Tokio, o al menos eso era antes, ahora estos monstruos cada vez son menos y sus poderes y aspectos mas ridículos que el anterior. Así que Daisato suele ocasionar mas problemas que los que soluciona, o al menos así los ven los habitantes de Tokio. Por ello es repudiado, su programa de televisión donde muestran sus luchas para salvar la ciudad están siempre en horarios nocturnos y consiguen audiencias muy bajas. Para colmo Daisato ha de dibujarse logotipos de patrocinadores en su cuerpo para poder conseguir algo de dinero, aunque luego es su agente la que se beneficia de las ganancias y es que Dasaito es un perdedor de tomo y lomo.
La película es una locura total, pero también es lentiiiiiisima, puede que si no eres un fan incondicional de las películas de Godzilla, este filme no te diga nada o puede que ni acabes de verlo (de verdad que le cuesta arrancar) Como rareza tiene un pase, pero poco mas. Se recomienda su visionado en compañia de colegas y unos cuantos litros de cualquier bebida alcohólica, seguro que gana un par de puntos.
Ah!!! y atención al final, una escena totalmente subrrealista con una pequeña muestra de maltrato a un extra disfrazado de uno de los monstruos, vale que no se hará daño porque va acolchado, pero le meten unos galletones de aupa.