jueves, 14 de enero de 2010

GIVE ´EM HELL MALONE

Thomas Jane, Ving Rhames y Elsa Pataki. Buen reparto.
Ando loco por ver todo lo que hace el bueno (y prolífico) de Rhames, incluidas sus pelis videocluberas, y sin duda esta era una de las más esperadas.
Al aval de mi negrata favorito, hay que sumarle los haceres tras las cámara de Russell Mulcahy, papá de "Los Inmortales", pero también de obras tan variopintas como "Razorback: los colmillos del infierno", "La Sombra", "Ricochet", "La sombra del faraón", "Resurrección" o "Resident Evil: Extinción", o sea, que estamos también ante un director de “toma pan y moja”.
Aquí tenemos al bueno de Thomas y al malo de Ving peleándose y haciendo un alarde de descarnada violencia, disputándose el absurdo contenido de un maletín que responde al nombre de “El significado del amor” y poco más. Acción pura y dura, poco argumento, hostias, morreos con la Pataki y un “Continuará...” como un templo al final de esta alocada cinta.
¿Si me gustó? A medias. Estéticamente, bastante, teniendo en cuenta lo poco dado que soy yo a las estéticas saturadas. Desconozco si "Give´em Hell Malone" se basa en algún cómic, aunque apostaría el cuello a que no, aunque básicamente lo parece, uno que recuerda ligeramente a "Dick Tracy", y en el que destacan los escenarios sombríos y los colores chillones, en especial rosa, rojo y marrón. La gracia es que es una película basada en la época actual pero donde se las han ingeniado para que parezca ambientada en los años 40 o 50, todo muy "pulposo", muy de novelita barata... incluso muy a lo Tarantino, salvando las distancias pues no van por ahí los tiros.
De gore infográfico anda más que servidita, sobre todo los minutos iniciales. Todo parece bueno. Lo que no me explico es cómo una película con un ritmo tan trepidante, al final resulta ser de lo más aburrida. Tiene muchos puntos a su favor, pero es tan chapa... una lástima, porque, de lo contrario, hubiera sido grande.
El tío Ving a su nivel, dando al fan lo que se espera de él. El señor Jane, metido en el rollo videoclubero hasta el cuello, como ya demostró en "El Republicano" o en la que hace las veces de director, "Dark Country", y lo mejor de todo es que se siente como pez en el agua y la mar de a gusto con esta clase de material... claro que habría que preguntarle a él. De la Pataki, a parte de destacar su excelente inglés, no la auguro un futuro 
prometedor en Hollywood a juzgar por los subproductos en los que anda metida, pero lo cierto es que aquí da gusto verla. Muy correcta. A destacar, sobretodo, el papel de Doug Hutchison, que interpreta al villano, un pirómano cuyo único amigo en la infancia fue el fuego y le ha dejado repugnantes secuelas en la cara y las manos, sin duda nos ofrece los mejores momentos de esta buena / floja película.