domingo, 1 de agosto de 2010

PENITENCIARÍA 3

Para mi esta película significa, básicamente, dos cosas. Los años dorados del video-club y El lobo de medianoche. Analicemos ambos puntos.
Punto uno: Como bien indica el título de esta reseña, "Penitenciaría" es una trilogía con -además- tres ejes comunes, mismo director (Jamaa Fanaka), mismo prota (Leon Isaac Kennedy) y mismo tema (boxeo entre rejas). La primera es un clásico menor del blaxploitation, la segunda está considerada ya una caca (en ella sale Mr.T) y la tercera es, según sus seguidores, la peor por su condición de desquiciada y absurda lo que, a ojos del que suscribe, la transforma en la mejor o, al menos, la más divertida. El caso es que cuando iba de chaval al video-club, u ojeaba las páginas de los "Fotogramas" de entonces, encontrarme con cualquiera de las tres pelis era de lo más normal. Sin embargo, nunca me llamaron la atención lo suficiente hasta que, pasados unos años, decidí verme la dos (de la que apenas recuerdo nada, mala señal) y esta tercera, que me gustó lo suficiente como para copiarla y tenerla en mi videoteca privada.
En fin, el caso es que el prota de toda la saga, Too Sweet, es drogado durante un combate, lo que le vuelve loco y le empuja a matar a su contrincante, que resulta que fuera del ring era su mejor amigo. Lo encierran en prisión y allí se enfrentará a la mafia que monta peleas de boxeo, responsables directos de que el tipo haya acabado en chirona. Estos le quieren fichar para sus combates, pero Too Sweet se niega, lo que le traerá muchos problemas... entre ellos la visita de El lobo de medianoche.
Punto dos: Si esta peli merece la pena por algo es, justamente, por dicho personaje. Primero, mientras aún no lo hemos visto, nos lo pintan como una bestia parda aterradora cuya única función es asesinar a los prisioneros conflictivos. Pero cuando finalmente aparece, lo flipas, resulta que se trata de un negro enano y musculoso que gruñe como un perro, lleva collares y cinturones de heavy metal, es capaz de casi volar y cuando no mata a alguien, lo encierran en la mazmorra, donde fuma crack mientras ve una peli porno proyectada en la pared!!!!. El caso es que, a mitad de metraje, decide ayudar a Too Sweet y entrenarle, porque El lobo de medianoche en verdad es un tipo la mar de majo, espiritual, culto y que habla perfectamente. De hecho, en cuanto decide ser bueno, los dientes amarillos y podridos se le convierten en blancos y relucientes. El alcaide, impresionado, exclama: "¡Jamás había visto a alguien cambiar de esa manera!". Y tanto!!!.
Todo esto provoca tal cachondeo involuntario, y hace del conjunto algo tan absurdo, que finalmente "Penitenciaría 3" se convierte en un film francamente entretenido, a lo que ayuda el clímax final, una pelea de boxeo/lucha libre entre el bueno y el malo tan torpe y ridícula como disfrutable. Vamos, que la peli es un poco truño, pero para pasar un ratico, pues oye, funciona.