martes, 11 de octubre de 2011

KILLER PAD

Una de las últimas incursiones de Robert Englund en la dirección, ha sido esta comedia de horror en la que tres jóvenes se mudan a Los Ángeles (problemas de dinero no existen en esta peli) y se compran una enorme casa. Pronto son advertidos, de que esa casa es en realidad la puerta del infierno, pero como el que viene a advertirles es mexicano, pues se lo dice en español y por ende, los chavales no se enteran. Ni cortos ni perezosos, montan allí una megafiesta en la que parte de los invitados, son asesinados por el diablo de variopintas formas.
La película no vale mucho. Entretiene y eso, pero digamos que no anda sobrada de buenos momentos. Los chistes son más bien flojos. Los efectos especiales son muy cutres, creo intuir que intencionadamente. Esto no ocurre cuando el gore hace acto de presencia, ya que hay un par de efectos muy logrados y que harán las delicias del aficionado (si es que se digna en ver la película). Los protagonistas, como suele pasar en este tipo de películas, dan cierta grima como ya ocurría en COLEGA DONDE ESTA MI COCHE, película esta, de la que Englund se nutre afanosamente, con la intención, por supuesto, de llegar al mismo tipo de público. No en vano, los productores son los mismos, y eso queda claro en la caratula.
Lo que yo no entiendo, es como a los productores no se les ha ocurrido en la portada, poner bien grande la típica frasecita promocional “dirigida por Freddy Krueger”. Hubiera tenido cierta gracia.
Eso si, al señor Englund, se le llena la boca hablando de ella, y comentando lo bien que se lo ha pasado haciéndola. Seguro que mucho mejor que nosotros viéndola.
Para ver e irse a dormir después.