Tenía yo ganas de ver esta ROTHENBURG, también conocida como GRIMM LOVE STORY y también conocida como ROTTENBURGUER, a sabiendas de que lo que iba a ver, teniendo en cuenta que está basada en hechos reales y siendo Alemana, se iba a alejar bastante del genero fantástico y se iba a adentrar en terrenos mas del cine de autor y el arte y ensayo. No iba mal encaminado.
Pero aún con esas, nos enfrentamos a un producto que camuflado de cine intelectualoide, lo único que hace es alimentar el morbo del famoso caso del caníbal que contactó con una victima para que esta consintiera ser comida por el. Y hecha la transacción, juntos, cocinaron y comieron el pene del consentidor
Obviamente, la historia no da para mas de lo que aquí cuento, así que el director Martin Weisz, que luego rodaría EL RETORNO DE LOS MALDITOS, se saca de la manga a una universitaria que hace una tesis sobre el caso, ahonda en las infancias de la victima y el verdugo, y nos vende la película como una historia de amor entre una pareja perfecta, la del tío que quiere comer, y el maricón que quiere ser comido.
Todo esto a un ritmo lento, con escenas sobre la universitaria que no me interesan ni una mierda, y como digo, en un producto que al final resulta ser más explotación que otra cosa.
Lo único que vale la pena, es cuando ya llevamos una hora larga de película, todas las secuencias de la cita de estos dos enfermos mentales. Total un cuarto de hora, que hubieran sido un corto maravilloso.
Pero como película, la cosa me péndula.