Este manga es probablemente uno de los menos representativos de su autor, Hideshi Hino, ya que este es conocido por sus historias de terror. Tan famoso era por sus terroríficos mangas, que se le invito a dirigir uno de los episodios de Guinea Pig. Siendo el suyo en el que se ve un asesinato snuff. Al principio del filme aparecía un texto de autor, y al final en los créditos se dejaba claro que todo aquello era ficción. Dos años después, tal y como cuenta el propio Hino, se dio el Caso Miyazaki, en el que un perturbado mataba niñas y lo grababa con su cámara.
En Historias de la máscara nos encontramos con pequeños relatos que siempre tratan el tema de la muerte, pero al contrario de lo que me esperaba, en su mayoría son historias de esperanza y buenos deseos, aunque eso si, siempre con la muerte de fondo. La máscara Hannya es un elemento del folclore japonés que simboliza el paso del tiempo y a la muerte misma. Esta máscara lo escudriña todo y su atenta mirada no se apartara seas joven o anciano, ya que tarde o temprano ella te llevara a la otra vida.
Todas las historia del manga empiezan igual, alguien acude a una tienda de antigüedades regentada por un agradable anciano en cuya puerta esta la máscara de Hannya. El cliente desea comprar un articulo y el dependiente le cuenta una pequeña historia relacionada con el objeto y con la muerte de sus anteriores dueños. Las primeras historias son las más terroríficas y aun así este no es un manga de sustos, sino mas bien de fantasmas que buscan una segunda oportunidad para pedir perdón, cumplir un deseo o llenar un vacio de su vida. Las historias finales del tomo ya son mas orientadas al amor familiar y la perdida de los seres queridos, quedando los únicos elementos de terror, la aparición de fantasmas gentiles que solicitan ayuda a los vivos.
Un detalle de la edición española, a cargo de La Cúpula, es su traducción. Si bien se mantiene la maquetación japonesa, en su traducción han decidido adaptar los acentos. Con esto nos encontramos en que en una de las historias dos ancianos que no pudieron tener hijos hablen como maños profundos, con sus “Quia”, sus “estos zagales”, sus “pobrecica” o “¿Qué te paice si l´acogemos?” Imagino que esto es para mantener en la traducción que estos personajes son de pueblo profundo, como lo serian en el manga original.
No es lo que esperaba leer, pensaba que seria algo más de horror, pero la verdad es que según terminaba una historia tenia ganas de empezar con la siguiente, con lo que el tomo me ha durado un suspiro. Es un acercamiento suave al horror manga, muy suave, así que no tengan miedo.