Desconozco si ustedes lo recordarán, pero en la época del boom videoclubero, "Masterblaster" fue un título ridículamente explotado hasta la saciedad. Habían anuncios en todas las putas revistas del gremio. El cartel se parecía al aquí expuesto, pero no resultaba tan patético con esa absurda pistola-hembra. Y el título, pues sí, molaba mil, muy macarra y prometedor. Sin embargo, por algún extraño motivo que no viene a mi cerebelo, nunca la alquilé. Tuve que esperar a tener canas y caries para visionarla ayer noche en formato Beta.
Un grupo de pazguatos se reúnen en la montaña para celebrar uno de esos juegos de guerra en el que la peña se dispara pintura y tal. El caso es que de pronto a alguien le entran verdaderas ganas de matar, sin truco, y la cosa se complica. ¿Pero quién?, ¿y por qué?... ¿de verdad le importa a alguien?.
El resultado... pues no lo sé. La vi entera, así que tampoco la voy a poner a bajar de un burro, pero no puedo decir que me divirtiera horrores. La dejaremos en mediocrilla. En general hay que reconocer que la idea es buena (aunque no especialmente original), sin embargo el director le saca muy muy poco partido. Prefiere apostar por el humor cazurro sin gracia, y olvidarse de las posibilidades que tenía si enfocaba su peli un poco más hacia el terror, ya que, esencialmente, "Masterblaster" es casi como un "slasher", incluso tiene alguna muerte sangrienta y todo. Los personajes son todos ridículamente estereotipados, destacando el prota, un motero macarra de buen corazón genuinamente cansino. Tampoco sabemos muy bien qué coño pintan los redneck violentos que salen al principio y que no aportarán mucho más a la trama de ahí en adelante. Ah! y para que quede claro que estamos ante un film del año 1987, el malo es gay.
En fin, morralla de alto standing, solo recomendable a curiosos y nostálgicos de esos de psiquiatra, que últimamente hay muchos.