Cuenta la historia de un grupo de jóvenes a los cuales se
les invita a una “representación privada” de lo que se supone es el nuevo museo
de cera de la ciudad. Los chicos acuden al museo, se dispersan por el mismo y
en cada representación de cera, al pasar dentro del escenario, estos se
trasladarán a la época, lugar y momento en el que el monstruo de cera
representado operaba, asesinando a los incautos y haciéndoles formar parte del
escenario de cera. Difícil de explicar, pero bueno ¿Quién no la ha visto ya?
Como el cine de terror estaba tan de moda a mediados de los
ochenta, “Vestron Pictures” quería rodar una película de terror ambientada en
un museo de cera, para así también, poder lanzar guiños a los monstruos
clásicos, pero tenían poco tiempo para la pre-producción y poco menos de un
millón de dólares para rodarla, así que debían contratar al a un guionista que
trabajase rápido. El elegido fue Hickox quien escribió el guión en tres días, y
rápido comenzaron a rodar. Por su parte, el encargado de los f/x, Bob Keen, en nómina de la “Vestrom” por aquel
entonces, trabajó a destajo creando unos efectos especiales la mar de
resultones que se prodigan como lo mejor de la película (¡ese maravilloso
hombre lobo!), a la par de sangrientos. La versión que se pudo ver, por lo
visto no es ni la mitad de sangrienta que debería ser: el MPAA, cortó a su antojo las
partes más gore. Con todo, el resultado de lo que se puso a disposición del
público, es muy cafre, así que no me imagino como serían las imágenes
cercenadas.
Curiosamente, la película en su estreno en cines, fue un
absoluto fracaso que cambió el rumbo de la “Vestrom” en sus producciones,
puesto que si “Museo de Cera” fue un fracaso en cine, sin embargo en el mercado
del vídeo es uno de los títulos más vendidos de Estados Unidos, con lo que, con
su siguiente estreno “Reto Al diablo”, viendo que ocurría lo mismo que con
“Museo de cera”, decidieron centrarse, en lo sucesivo, en el mercado del vídeo.
Y mientras al vídeo le fue bien, a la “Vestron” le fue bien.
La película sobrevive al paso de los años estupendamente y
se disfruta al 100% todavía, resulta divertida, dinámica y original, y al acabarla uno se queda con un regustillo
muy agradable. Yo hacía ya años que no la veía, y temiéndome lo peor en este
último visionado, resulta que me lo he pasado estupendamente. Quizás algunas
cosillas se han quedado desfasadas –el vestuario de los protas, chirría
demasiado así como algunos diálogos estúpidos, tan de aquella época por otro
lado- pero nada de importancia. Una de
las mejores películas que produjo “Vestron”.
Un apunte: Mucho se habla del clímax final de “La cabaña del bosque”, con todos esos monstruos y esos guiños lanzados al fan del terror;
bien, el clímax de “Museo de cera”, es el mismo de esta, pero ideado veintipico
años antes: Al final, montones de monstruos la liarán parda, y con menos
repugnantes intenciones que la de Drew Godard. También es cierto que salvo
esto, no se parecen en nada más, por supuesto.
Mención a parte se merece el reparto:
Zach Galligan, que se encasilló tantísimo protagonizando
“Gremlins” que después de la película de Joe Dante, apenas le salían papeles,
así que se vio inmerso en la serie B más inmunda, los telefilmes más infames, y
los “Direct to vídeo” más zetosos. Aquí
queda claro, que no solo quedó encasillado con “Gremlins”- mientras vemos la
película, somos incapaces de quitarnos de la cabeza que Galligan fue Billy
Peltzer- sino que además, es un actor tremendamente malo. Aquí vemos que su
registro es limitado, con tendencia a la sobreactuación, saltando con facilidad
a la infractuación, no ya en la misma escena, sino en el mismo plano, sin
embargo, en este producto el amigo Galligan se ve como pez en el agua, así que
en cierto modo, es normal que quedara alejado del mainstream. Después de esto,
pocas cosas destacables rodó en su carrera, pero Anthony Hickox si que contó
con él para la mayoría de sus películas. Lo ultimo que ha hecho, una aparición
en “Hatchet III”. Que quieren que les diga, Zach Galligan y su mierdosa
carrera, me parecen del todo entrañables.
Por otro lado tenemos, en un rol bastante menos destacado a
David Warner cuya carrera siempre ha deambulado en el “Maistream”, la serie B y
la televisión, recordándole todos, más que por su papel en “Museo de Cera” por
su papeles en cosas tan celebres como “La profecía”, “Aeropuerto 79” o
“Titanic”.
Tenemos a Miles O´Keefe, famoso por ser Tarzán en “Tarzán,
el hombre mono” y Ator en la saga de “Ator el poderoso”, que siempre ha
deambulado por productos de dudosa calidad, llegando a aparecer en cortos de
“Amateurs” con Damon Packard. Aquí interpreta a una de las figuras de cera,
nada menos que un homosexualizado Conde Drácula.
Y de entre el resto del reparto, destaca el enano que hace las veces de maestro de
ceremonias del museo de cera, que no es otro que “Michu”, que se hizo muy, muy
famoso dentro del disfraz de “ALF”, aunque también tuvo sus papelitos en cosas
como “La gran aventura de Pee Wee”, o “Freaked: La disparatada parada de los
monstruos”.
Ahí es nada ¿verdad?
Los F/X, son cosa del anteriormente mentado Bob Keen, que
pasó de hacer las maquetas de grandes producciones de Hollywood a elaborar los
efectos especiales de mogollón de películas, para acabar dirigiendo bodrios
como “Proteus”o algún que otro “exploitation” de “Parque Jurasico”.
Por su parte, Hickox, que cada vez que rodaba se hundía más
y más en su propia mierda siendo hoy un claro ejemplo de la inutilidad
cinematográfica –aunque esta le salió bien, quizás solo por ser la primera-. Es
popular por haber dirigido cosas como “Vampiros a la sombra”, “Hellraiser III”,
una de las secuelas de “Warlock”, “Las aventuras del principe Valiente” y el
episodio piloto de la serie que pretendía lanzar al estrellato en las américas
a Sammo Hung, “Martial Law”. Todo lo demás que ha rodado, es cuanto menos, una
puta mierda.
Un par de años después, y debido al éxito que en videoclubes
obtuvo esta, Hickox rodó la secuela “Waxwork 2” también con Zach Galligan, y
que, obviamente, poco tiene que ver con esta, que tampoco fue un éxito como
esta y que ya caerá por aquí un día de estos.
En cuanto a “Museo de cera”, una pequeña maravilla.