Resulta que en Italia, a la saga de “La Matanza de Texas”,
se la conoce como “Non aprite quella porta”, que se ve que para los títulos,
los italianos, son tan acertados e ingeniosos como los españoles. Y como era
habitual en su cine de terror, en 1990, un par de años después de que “The
Texas Chainsaw Massacre 2”, aquí conocida como “Masacre en texas 2” y en Italia
como “Non aprite quella porta 2” se estrenara, al productor Franco Gaundenzi, con unos cuantos años de
estafas fílmicas a sus espaldas, se le ocurrió estrenar una tercera parte
–falsa- de esa mítica franquicia para aprovechar el tirón de la misma. Así que
se estrenó esta película de Claudio Fragasso, firmando, como era habitual, como
Clyde Anderson, que en realidad sería un plagio/remedo/copia/homenaje de la
saga de “Pesadilla en Elm Street”, con un sosias de Freddy Krueger, que de puro
chapucero, da absoluta grima. Si, como lo leen… los italianos, con dos cojones
más gordos que los del caballo de Espartero, vendieron un plagio de “Pesadilla
en Elm Street” como secuela de “La Martanza de Texas”, justo el mismo año en el
que se estrenaría la secuela original americana. Que no coincidieran en salas
de exhibición, fue solo una coincidencia.
Solo por esto, ya merecía la pena localizarla y echarle un
ojo, tarea que no ha sido del todo fácil, puesto que la película no se estrenó
nunca en España y, durante la búsqueda, me topaba siempre con copias de “La
Matanza de Texas III” original, que en Italia igualmente se tituló “Non aprite
quella porta 3”. Pero finalmente di con ella. ¿Y qué decir de la película? ¿No
lo adivinan? Pues si, se trata de una puta mierda infecta y aburrida, carente
del gore que en un principio promete, lenta de cojones y con una fotografía tan
mala que apenas vemos lo que ocurre en la pantalla, por estar todo oscuro como
el culo de un mono. Una película que por momentos se torna insoportable y que
viene acompañada, gracias a dios, de un humor involuntario y una serie de
gilipolleces grotescas que justifican, nunca su visionado, pero si la reseña.
Resulta que a una señora “MILF” a la que le gusta lamentarse
mientras se mira los pechos en el espejo, es acosada por un monstruo de cara
desfigurada y largas uñas, que le dice muchas guarradas. En una de estas, viola
y apaliza a la señora, que cuando sale del hospital sigue atormentada por este
monstruo. Mientras la policía investiga, el monstruo se liga a unas cuantas
gachises a las que mata de diversas (y según cree Fragasso, variopintas)
maneras, hasta que descubrimos quien es en realidad el puto monstruo.
Yo les he hecho una sinopsis mas o menos entendible, pero
les aseguro – y no es cosa de la barrera idiomática pues el inglés en el que
está rodada la película es tan básico y la pronunciación tan mediterránea, amen
de los cuatro diálogos de mierda que la peli tiene, que no me costó nada
entenderla- que el argumento de esta película es confuso a más no poder.
Confuso por no decir que inexistente, o bien el propio inútil de Fragasso
estaba escribiendo una metáfora sobre los celos y la infidelidad, de la misma
forma que afirmó en su momento, que “Monster Valley” (título con el que se editó
en españa“Troll 2”, que nadie lo recuerda…), era una metáfora sobre la vida y
la alimentación.
El caso es que no se entiende un carajo de lo que ocurre
ahí.
Lo bueno de la película son las cagadas. El Freddy Krueger
de rigor, se resuelve a base de una máscara de látex rígida y amorfa con la
boca abierta, a través de la cual, vemos la boca del actor que hay debajo de
ella. Por no hablar de la mano de largas uñas, otro puto guante de goma que, al
chocar contra la pared, sus uñas se doblan porque son de goma y doblarse es lo
que hace la goma cuando, estando hueca, choca contra una pared… pero Fragasso
parecía no saberlo porque el plano en el que, claramente, estas uñas se doblan,
no solo no es repetido e incluido en el montaje final, sino que, el hecho de
que sus uñas se doblen –porque son de goma- no es óbice para que acabe con sus
víctimas siempre de la misma manera, que
es atravesándoles el cuerpo a las señoritas, con estas uñas –de goma- que, sin
embargo, se doblan cuando chocan contra una pared. Y el hecho de que las
asesine siempre igual (salvo alguna excepción) es porque Fragasso, así
reutiliza el único plano de esas uñas atravesando el cuerpo que rodó. ¡Que
bonito! ¿Verdad?
El caso es que deberían tener ya media película rodada
cuando se debieron dar cuenta de que su monstruo era una chapuza, así que
justifican esa mierda, convirtiendo, de golpe y porrazo, a nuestro monstruo en
señor humano que se pone una mascara y un guante de goma, en una fábrica de
látex... “Así, no será tan cantoso que es una puta careta y unos guantes de
goma”, debieron pensar en producción. “Mostramos que es un asesino que usa
estos objetos y asunto solucionado”. Pero claro, imbéciles italianos de las
pelis de mierda, si es un señor que se pone
unas uñas de goma por motivos
meramente estéticos ¿Cómo atraviesa los estómagos de las señoritas con ellas?
Porque después de desvelarnos que es un guante de látex, sigue atravesándolas…
En fin, un absoluto despropósito.
El caso es que, como siempre, y siendo un puto coñazo
insoportable, entraría de cabeza en la, tan selecta categoría de “Malas que son
buenas” por méritos propios, porque, a todos los efectos, es mucho más
divertida que “Troll 2” y sin duda, mucho mas cafre, chapucera, estúpida y
genuinamente mala. Y ni una gota de sangre, eso si… tetas a mansalva.
En el reparto Peter Hooten, visto en “Aquél maldito tren
blindado” u “Orca, la ballena asesina”, Tara Buckman que salía en “Los Locos
del Cannonball”, la serie “Las pesadillas de Freddy”, “Xtro II” o “Noche depaz, noche de muerte” y Mel Davis que no hizo una puta película más en su vida.
Fragasso, es un puto fracaso.
Adjunto un fotocromo de la película, solo para que vean que
chulada y para que, al igual que a mí cuando lo vi, les entren ganas de
ver la película. Si merece la pena
hacerlo o no, eso ya es otra puta historia.