Cuando era más jovenzuelo no solo me pasaba los días devorando mi querida, y añorada, prensa especializada franchute, también solía confiar mucho en su criterio. Si el "Mad Movies", el "Impact" o "L´Ecran Fantastique" decían que una película era "aburrida, tan oscura que casi no se ve y carente de excesiva truculencia", me lo tomaba muy en serio. Tanto como para que, al localizar a la interfecta reposando en los estantes de mis video-clubs habituales, la ignorara. Y no una o dos veces, sino cien y mil. Eso mismo pasó con "The Supernaturals", peliculilla de terrores del año 86 muy recurrente en nuestros antros del placer cinéfago, cortesía de "IVS"/"Embassy", y que jamás de los jamases alquilé. O, al menos, no recuerdo haberlo hecho. Es muy posible que el visionado que le dediqué hace un par de noches -a una versión formato AVI- fuera mi primera vez.
Un grupo de militares se las pira de maniobras en pleno bosque. Resulta que los muy cafres acampan en una zona maldita en la que, muchos años atrás, murieron asesinados un puñado de soldados confederados. La presencia de los muchachos, y cierta historia de amores entre uno de ellos y una fantasma de inmensos pezones, empuja a que los cadáveres momificados recobren la vida y armen la de dios.
Honestamente, lo más llamativo de "The Supernaturals" lo encontramos en su reparto. Resulta que si miramos con atención, veremos que dos actores de la franquicia "Star Trek" interpretan sendos papeles. Ya, así de entrada no tiene nada especial, salvo por el hecho de que mientras uno pertenece a la saga clásica, el otro se hizo "famoso" entrando en las filas de la llamada "Nueva Generación" y que, también, los dos eran los únicos personajes negros -con rol protagonista- de sus respectivas películas/series. Ya me dirán si no es un dato singular. Por un lado tenemos a Nichelle Nichols, más conocida como "Uhura", y por otro a LeVar Burton, más conocido como "La Forge" (el cieguito). Ambos, evidentemente, fallecen antes del final... aunque aguantan, especialmente Doña Nichols, que da vida a una ruda sargento pechugona.
Por lo demás... pues mucho me temo que mis queridas revistas tenían más razón que un santo. Aburrida, sí (se pasan más de la mitad del metraje conversando sobre las más variopintas gilipolladas), oscura (no tanto como creía, pero más o menos) y carente de excesiva truculencia (la hay, pero en cantidades minúsculas). Sí, amigos, me da igual que sea un producto de mitad de los 80, que salgan zombies protagonizado resultonas escenas resurrectiles, que sea formato cuadrado y que fotográficamente luzca ese look tan maravilloso de todo lo que se produjo en la época... es un rollete insípido y sin vida, y no merece mayores atenciones.
El principal culpable del desbarajuste no es otro que Armand Mastroianni, uno de esos cineastas que tuvieron la fortuna de aparecer en un momento en el que el mercado estaba sediento de terrorismos (cinematográficos), lo que le permitió hacer carrerilla y estampar su rimbombante nombre en títulos tan reconocibles pal fan medio como el "slasher" "Sabe que estás sola" o "La habitación del miedo". Una vez llegaron las vacas flacas, quedó relegado a lo inevitable: productos destinados a la caja lerda, de todos los tipos y colores.
En cuestión de efectos especiales y maquillajes, la cosa se pone interesante gracias a la presencia de gentes como el talentoso (e increíblemente poco agraciado) Mark Shostrom, el ex-colaborador de Fred Olen Ray reconvertido al "mainstream" Bart Mixon y Shannon Shea, ligado también a un puñado de pelis bien gordas (resulta curioso cómo, al revés que con directores y algunos actores, en el terreno de los efectos especiales y sus variantes no existen elitismos. Puedes mirar la filmografía completa de uno de estos caballeros en Imdb y ver mezclados desde las series Z más rastreras a los mayores "blockbusters", sin manías. Así da gusto, oiga).
Todo ello apadrinado por el habitual Sandy Howard, cuyo nombre ha quedado estampado en títulos tan variopintos como "Embryo", "La venganza de un hombre llamado caballo", "Meteoro", "La jauría del vicio", "Stoney, el frío", "Angel" y (primera) secuela, "Cavernas fantasmas" o la famosa/infame "Dark Tower". Hombre, no es tan indigesto como Sandy Cobe, pero por los pelos. En el caso de "The Supernaturals" está claro que no atinó.