domingo, 25 de octubre de 2015

LOS FOTOCROMOS DE "LOS 3 SUPERMEN EN LA SELVA"

Estoy convencido de que al otro lado de la pantalla habrá peña mucho más puesta que yo en cuanto a las películas de “Los 3 Supermen”, así que no esperen un aluvión de datos por mi parte, porque no. Solo sé que se trata de una extensa franquicia eminentemente italiana compuesta de numerosos títulos entre 1967 y 1984 (los últimos deben ser especialmente regocijantes), cuyo fin era chupar de James Bond, las series de “Batman” y “Green Hornet”, algo de “El hombre enmascarado”, algo de lucha libre Mexicana y unas gotas de artes marciales, todo ello rebozado en un humor de lo más tonto, incluso para su época.
La única bella historia que puedo contarles sin titubear respecto a “Los 3 Supermen en la selva” (de 1970, co-producida por España y con el todoterreno Santiago Moncada entre los guionistas) es que es la primera película que alquilé en video por decisión propia siendo chaval. Concretamente en la desaparecida cadena de video-clubs “Soncosa”. Previamente había agarrado de los estantes “Santo y el águila real”, pero mi padre exclamó: “¡No, esto no, que es muy malo!”, ja ja ja, bendito sea. Tampoco la opción B se saldó con mayor suerte. Tenía la edad adecuada para dejarme deslumbrar por superhéores brillantes y/o de colores, sin saber entonces cual era su nivel de cutrismo (poco después volvería a picar con otro que tal bailaba).
La peli no me gustó nada, quedaba lejos de las hazañas del Christopher Reeve embutido en azul y rojo. Únicamente recuerdo la secuencia en la que los 3 Supermen se meten dentro de una nave encabezada por un gran taladro destinado a escarbar los interiores del planeta y en el momento que se activa, y comienza a hacer el agujero, la cámara no la enfoca, solo muestra un poco de tierra salpicando la cara de los supuestos testigos. Pronto aprendería las sucias triquiñuelas del cine de baja estofa, pero en esos tiempos mis ojos aún eran demasiado verdes (además de verdad, que los tengo de ese bello color).
Años después me agencié, no recuerdo cómo, el press-book de su estreno en España. Lo guardé con cariño un tiempo, consciente ya del significado de aquel film, pero terminé dándolo o tirándolo o vaya usted a saber. Hoy vengo con algo parecido, sus fotocromos (¡coloreados!), cortesía del cuarto Supermen, Alex Gardés, y esta vez no los voy a dar, ni tirar… lo que hago es escanearlos y mostrárselos a ustedes para su mayor disfrute. Aquí y ahora.