Así, Bill Murray en un ejercicio de megalomanía, lo que nos
propone es un “Hollyday Special” –o mejor, una parodia- como los que se hacían
en la televisión americana allá por los años 50, en los que una estrella en alza,
el Bing Crosby de turno nos ofrecía todo tipo de actuaciones de variedades
mientras él cantaba, al piano, libres
versiones de los villancicos populares clásicos americanos. Para que me
entiendan ¿saben los especiales de Navidad de Raphael todas las nochebuenas?
Pues esto es exactamente lo mismo, solo que para la ocasión el anfitrión es
Bill Murray que se pega la machada de cantarse tropecientos villancicos de las
más variopintas maneras, y haciéndose acompañar de amigos del mundo de la
farándula en algunos de ellos. Así, vamos viendo desfilar por la pantalla a
gente, gentuza y gentucilla de la talla de Miley Cyrus, Chris Rock, Paul
Shaffer, Michael Cera, Jason Schwartzman, Maya Rudolph o George Clooney que se
convierte en el principal chiste de la función.
La cosa está en que se introduce una ficción en la que,
debido a una tormenta, Bill Murray y un grupo de personas se quedan encerrados
en el hotel desde donde se emitirá en especial Navidad que el actor pretende
grabar y, ya que están, se lo marcan ahí mismo, off cameras.
Bien, pues una vez satisfecha la curiosidad inicial, y
aunque tampoco se convierte en una cosa
insoportable, la verdad es que ver un especial navideño de Bill Murray, tampoco
es que sea una cosa extremadamente divertida. Es más, a mí me ha resultado
bastante coñazo, y quitando uno o dos gags insertados ahí porque, como es Bill
Murray, tiene que soltar alguna gracieta, resulta bastante poco gracioso y
hasta poco edulcorado, para mi gusto, para tratarse de un producto navideño.
Vamos, que es bastante mierdosillo y no tiene tono navideño, a pesar del
numerito inicial con Miles Cyrus y Clooney, ahí con el fondo blanco en plan
“Blanca Navidad”.
La coherencia llega con los títulos de crédito cuando vemos
que la directora es Sofia Coppola, a la cual se le encarga este vehículo de
lucimiento para su amigo Murray al que ya dirigió en “Lost in traslation”. Que
sabrá esta directora, moderna y pasto del hipsterío más repugnante, sobre un
buen especial de Navidad.