lunes, 15 de febrero de 2016

C.H.U.D.

Un fotógrafo descubre un buen día, a través de una serie de vagabundos que moran en las cloacas, que en estas habitan una serie de monstruos  -se refieren a ellos siempre en plural, aunque el espectador siempre vea solo uno- que, hablando en plata, se están comiendo a la gente. Tras descubrir esto, el fotógrafo junto con uno de los vagabundos y la policía, se pone a investigar a ver que es lo que demonios pasa, y se descubre que estos monstruos son generados por la basura y los residuos tóxicos. Y mientras va ocurriendo todo esto, los protagonistas hablan y hablan, y hablan, y hablan…
Un pequeño clásico de los vídeo clubes y un pequeño éxito de los mismos, al menos en los USA, dónde tras su pequeño estreno en pocas salas –y distribuida por New World- llegó a generar un pastizal en formato domestico. Tampoco fue discreto su paso por los estantes de los video clubes españoles, donde llamaba poderosamente la atención el monstruito protagonista, sin duda mucho más chanante en la carátula del vídeo que en la propia película.
“C.H.U.D.” vendrían a ser las siglas de  “Canibalistic Humanoid Underground Dweller” (¿A que mola?) o lo que vendría a ser lo mismo, “Humanoide canibalista que habita en el subsuelo”. Y aunque luego en la propia película se daría otra definición de las siglas  (“Contamination Hazard Urban Disposal” que vendría a ser algo así como “Contaminación peligrosa por basura urbana”), en la versión española estas siglas dieron lugar al cachondo subtítulo de “Caníbales Humanoides Ululantes Demoníacos”. Y la verdad es que de cachonda la película no tiene nada. Es más, se antoja seria, muy seria. Lo que sería una cosa a tener en cuenta de no ser porque la película entera, pese al interesante punto de partida, es un autentico rollazo en el que se escasea en todo lo referente al monstruito y los asesinatos, en pro de una larga investigación por parte de los personajes principales que deriva en conversaciones eternas que merman el resultado final de la película. Ergo, aún resultando simpática en su conjunto, la verdad es que es un bodrio. Pero el aburrimiento es su talón de Aquiles porque lo cierto es que no es una película que esté en absoluto mal realizada, ni tiene ningún tipo de estridencia voluntaria o involuntaria. Vamos, que se deja ver, que es una película muy digna…. Pero taaaaaan aburrida….Eso no fue óbice para que un año después de su concepción, se presentara a todo tipo de festivales de cine fantástico ganando el gran premio en el, antaño, mítico festival de cine fantástico de Avoriaz.
Así mismo, se puede destacar un reparto plagado, sino de fulgurantes estrellas, si de personalidades que luego tendrían su peso en el cine mainstream, caso este el de John Goodman, que aparece un momentín interpretando a un policía un tanto desagradable. Asi mismo, uno de los papeles principales, el del vagabundo, tenía que haber sido interpretado por un Robert Englund en ciernes, que rechazó el papel a favor de otra cosilla que le había salido a la vez; tenía que interpretar a un tal Freddy Krueger en una película de Wes Craven. Se decidió por el tal Krueguer cediendo el papel a su amigo Daniel Stern cuyo momento de mayor gloria fue cuando tuvo papeles destacados en “Hanna y sus Hermanas” o “Cowboys de ciudad” además de aparecer en “Leviathan, el demonio del abismo”, posteriormente. También tenemos a un jovencito John Heard al que hemos visto en  cosas como “Jo ¡Que noche!” o “Gladiator”, secundando al otro jovenzuelo. Pero la nota exótica se da cuando, después de “C.H.U.D.” ambos actores – Heard y Stern- aparecieron juntos en las películas “Un lugar llamado Milagro” y “Solo en casa” ¡Que maldita coincidencia! ¡Ambos salen de “C.H.U.D”!
Por otro lado, se dice por ahí, que el guión original de la película, firmado oficialmente por Parne Hall  era tan desastroso, que ante la disconformidad de Daniel Stern ante una puta mierda como aquella, se le invitó a reescribirlo. Así  que eso hizo en compañía de Christopher Curry, añadiendo y quitando cosas a su antojo, y dejando la película un poco mas niquelada. Aún así, y a saber por qué, ambos decidieron no salir acreditados en la película, y ceder la autoría al guionista original. Total, “C.H.U.D.” no deja de ser una mierdecilla…
En cuanto a la dirección, esta recae en manos de un correcto Douglas Cheek, que aunque nunca más volvió a dirigir una película, al menos se ha ganado la vida honradamente como editor de película y telefilmes de la más variada índole.
Para finalizar, decir que, como la película fue un éxito en resumidas cuentas, cuatro años después generó una secuela “C.H.U.D.2: Bud the CHUD” que si me da el punto, lo mismo me veo un día de estos y la “Revieweo” por aquí.