Cuando acabé de ver este suplicio me quedé perplejo, ya que
como en otras muchas ocasiones, no sabría redactar una sinopsis que nos cuente
la película a grandes rasgos. Porque es que no hay un argumento que sea
detectable. Y consultando Internet, la cosa no mejora; las sinopsis escritas
son igual de confusas que la misma película. Haciendo un esfuerzo: En un pueblo
se suceden unas misteriosas muertes, las cuales, los habitantes del lugar,
achacan a los moradores de un castillo próximo al pueblo. Una mujer con una
enfermedad mortal, acaba enamorándose
del conde del castillo, el cual resulta ser un Vampiro, como el resto de
los que le acompañan. El pueblo quiere acabar con ellos, pero como la enferma
está moribunda, no sabe en que bando posicionarse, si en el de los humanos o
los vampiros.
Un argumento romántico y hasta en cierto punto interesante,
que nada tiene que ver con las imágenes que nos muestra la película.
Dirigida por el sobrevalorado León Klimovski, que nunca fue
bueno pero aquí está especialmente incompetente, lo que instó a que yo viera la
película con especial interés, fue lo siguiente: De adolescente, cuando
escuchaba el “Polvo de Estrellas” radiofonico de Carlos Pumares, el crítico
siempre hablaba de los guiones que había escrito para el cine, entre ellos “La
Casa de las Chivas”. Sin embargo, había una película que de especialmente mala
hablaba de ella siempre en tono despectivo, decía que era espantosa y, por
vergüenza, nunca decía el título, pero no tenía problema en especificar
Pumares, que se trataba de una película de Vampiros. Y me quedé con las ganas
de saber cual era, y con el paso del tiempo, también mi interés por verla. Así
que con la era de Internet, ni me acordé de esa película de terror cuyo guión
firmó Pumares. Según IMDB, los firma en paternidad con Juan José Daza.
Sin embargo, recientemente, que Pumares ofreció una entrevista a su ya avanzada edad, más sabio, y sobre su dilatada carrera, no tuvo ningún problema en reconocer que, efectivamente, los críticos –él incluido- suelen ser directores de cine frustrados que no saben hacer las películas como ellos mismos dicen que han de ser, y como ejemplo puso las escrituras de sus guiones, revelando para mí, cual era aquella película sobre vampiros que escribió: La que nos ocupa. También reveló que aunque el guión está firmado por él y por Juan José Daza, en realidad Daza no escribió ni una sola palabra del mismo, y que se le añadió a créditos por temas meramente burocráticos, pero que a la vista de los resultados, tanto da.
Sin embargo, recientemente, que Pumares ofreció una entrevista a su ya avanzada edad, más sabio, y sobre su dilatada carrera, no tuvo ningún problema en reconocer que, efectivamente, los críticos –él incluido- suelen ser directores de cine frustrados que no saben hacer las películas como ellos mismos dicen que han de ser, y como ejemplo puso las escrituras de sus guiones, revelando para mí, cual era aquella película sobre vampiros que escribió: La que nos ocupa. También reveló que aunque el guión está firmado por él y por Juan José Daza, en realidad Daza no escribió ni una sola palabra del mismo, y que se le añadió a créditos por temas meramente burocráticos, pero que a la vista de los resultados, tanto da.
En cualquier caso, es más la anécdota del guión de la
película, que la propia película lo que nos interesa, porque ¡demonios! Hacía
muchísimo que no me aburría tanto con una película. Una incapacidad absoluta no
solo a la hora de dirigir, sino también de iluminar y encuadrar, amén de que lo
que estamos viendo es una sucesión de escenas, sin orden ni concierto, en los
que vemos a una serie de buenos actores divagar y soltar absurdos diálogos
escritos por Pumares. Tela. Efectivamente, se trata de una cinta insoportable.
Directamente, no se puede ver. Hay que ser muy masoca. Una puta mierda.
Naturalmente, la pasión de los fans del Fanta-Terror, les
hará encontrar en ella puntos positivos, incluso habrá quién la endiose y la
tilde de obra maestra; Vayan a buscar a sus blogs, porque aquí no van a
encontrar nada de eso. Amamos el cine de terror, pero no decimos que estas
mierdas sean buenas por el mero hecho de que son de terror.
En fín, un despropósito de los de verdad. Véanla, y háganlo
por eso, por ser un despropósito.
En el reparto destacan las presencias de Emma Cohen, Carlos
Ballesteros o José Lifante haciendo de Vampiro por enésima vez. Todos, por el
contrario, estupendos actores.