No hay nada peor, cuando hablamos de cine, y partiendo de la
base de que, en mi opinión, todo aquello susceptible de ser proyectado ya es
cine, no hay nada peor que el típo de película al que ahora me refiero. La
“medianía”, por llamarlo de alguna forma. Ya que si un tan solo un 1% de la
producción amateur de este país lo es con un afán rupturista el 99% restante
sigue siendo amateur –ellos lo llaman independiente- pero que con algunos
medios más que una simple vídeo cámara para tirar adelante, se queda a medio
camino de lo amateur y lo profesional sin ser ni una cosa, ni la otra. Amén de eso, que por norma general el
resultado de toda esa producción “medianía” es una absoluta basura, y sus
directores, que por norma general les sobra ego y les falta talento –algunos
incluso hacen alarde de un ligero retraso mental-, suelen tomarse demasiado en
serio a si mismos, y le dan a su película un tratamiento de película “De
verdad”, y en sus aspiraciones, está el que esta “medianía” que han producido,
les sirva de trampolín para su salto al cine mainstream, salto este que,
obviamente, nunca llega a suceder. Y en consecuencia, estos directores, se
acaban cansando de no conseguir nada y, por suerte, abandonan el cine. Porque
este tipo de películas no solo son espantosas, sino que además, muy
lógicamente, más allá de los amigos de los artífices, no suelen interesar a
nadie.
Por norma general, estas “medianías” se dan bastante dentro
de los parámetros del cine fantástico y
de terror, que es dónde más abundan estas lacras cinematográficas, sin embargo,
con la proliferación de los formatos caseros de HD, últimamente estas
“medianías” extienden sus tentáculos hacia otros géneros, siendo el más
perjudicado, últimamente, el de la comedia. Esta “Política Correcta”, donde
además los saltos de eje, los malos encuadres, y la inexistente mezcla de
sonido se ceban con el resultado final, sería una muestra más que palpable, de
este virus que asola el cine de nuestro país, de forma inofensiva, por otro
lado. Porque no pasa nada. En realidad es como si no existiera.
No obstante, y al
margen de todo esto, la película “Política Correcta”, no se muy bien por qué,
pero me cae simpática. Quizás porque su directora Belén Anguas, una cincuentona
andaluza, también actriz –y protagonista de la película-, está jamona y me
resulta una mujer de lo más atractiva, quizás porque, en el fondo, la película
está llena de buenas intenciones; quiero decir, que quién la hace en realidad
es una buena persona.
Pero la película adolece de todo lo que he dicho antes, de
ser un quiero y no puedo, y Anguas no tiene el más sentido del tempo y de la
narrativa, con lo cual, vemos la
película, detectamos que es una agradable comedia social, pero está tan mal
contada, tan mal rodada, que no nos enteramos de nada. Y eso no es culpa de la
falta de presupuesto; es culpa de no saber rodar.
La trama gira en torno a las corruptelas que existen en una
pequeña localidad Sevillana, dónde su alcaldesa deberá ingeniárselas para que
su pueblo no se vaya a pique, aunque para ello tenga que tomar medidas no del
todo muy legales ni ortodoxas. A esa trama, se le añaden unos toques de humor
muy poco efectivos, y una subtrama –por otro lado, lo mejor de la película- que
es en la que interviene Rody Aragón, y donde este interpreta al marido de una
de las ayudantes de la Alcaldesa, que ante sus constantes mutis por el foro
para lograr controlar la situación, este comienza a sospechar que le engañe con
otro hombre. Se trata de la trama cómica, como desahogo para una trama del todo
política y que –a pesar de Rody- es lo más divertido de la película.
Y es que efectivamente,
“Política Correcta”, es una “medianía” en ciernes, quizás de las más
cutres, chabacanas y peor acabadas, una película condenada al olvido desde el
momento mismo de su concepción, pero que quieren que les diga, me ha hecho
gracia. No quiero decir que me guste, de hecho durante su visionado maldije y
blasfemé, supliqué al cielo que por favor acabase. Es más, es una comedia de
contenido social, y yo huyo del contenido social como de la misma peste… pero
que quieren que les diga, me ha caído simpática.
Los otros rostros populares que acompañan a los actores
amateur locales que aparecen en la película, además de el de Rody Aragón,
serían los de Pepe Ruiz (de los sainetes
de “Noche de Fiesta” y “Escenas de matrimonio”) y el cantante de reggae Morodo.
En cuanto a Belén Anguas, aparte de tenerme obnubilado,
trabaja como actriz en su tiempo libre (que aparte tiene el trabajo que le da
de comer, que nada tiene que ver con la farándula), ha dirigido algún cortito,
alguna serie de TV Local, y este sería su primer largometraje. Lo más probable
es que toda su carrera cinematográfica se quede en este tipo de trabajos. Pero
quien sabe, a lo mejor, por otras circunstancias ajenas a “Política Correcta”,
suena la flauta. Aunque no se por qué me da, que tampoco es esa la intención de
la directora; ni la profesionalización, ni la notoriedad, ni el salto al
mainstream. O esa es la percepción que yo tengo. Y a lo mejor, por eso, es por
lo que me cae simpática esta película.