sábado, 28 de mayo de 2022

LA NOCHE DE LOS MUERTOS VIVIENTES 1968

No han sido pocas las ocasiones en las que -incluido este mismo blog- he expresado el poco placer cinéfago que me proporcionaba un supuesto clásico indiscutible del terror moderno como "La noche de los muertos vivientes", la primera, la de George A. Romero. Es más, una vez incluso lo esputé delante de una audiencia, y sufrí algunos abucheos. Pero, sí, es bien cierto que me aburría mortalmente. Y crean si les digo que no estaba orgulloso. Resultaba altamente frustrante estar ciego ante aquello tan estupendo que, en términos generales, todos parecían detectar, a pesar de tener consciencia de su importancia histórica tanto a nivel cinematográfico como social, de sus elementos rompedores, innovadores y transgresores. Me moría de envidia cada vez que mis padres me hablaban del intenso miedo que habían sentido consumiéndola en una gran pantalla cuando llegó a las Españas. Debió ser la repolla sentarse virgen ante algo tan vanguardista y sufrirlo. En mi defensa puedo decir que lo viví a escala microscópica el fatídico día que, siendo chavalín, vi "Fundido a negro" porque, decían mis mayores, no era una película fuerte. Y no lo era... salvo la escena en la que el prota se mete en un cine para consumir "La noche de los muertos vivientes" y vemos algunas imágenes de la misma. Ese primer plano del podrido rostro de una cadáver revivida asomando entre la penumbra bastó para erizarme los pelos y provocar mi llanto. Cuando finalmente me la agencié -de modo voluntario- mediante copia VHS, la puse junto a "Robocop". Hay que tener en cuenta que, por entonces, había consumido películas posteriores de don Romero de las que era tan fan como "Creepshow" o "El día de los muertos", así que, lógicamente, aquella primera intentona, sin truculentos trucajes de Tom Savini, ni nada espectacular, pues no me funcionó. Aunque me la quedara por lógicos fines completistas.
La última vez que me enfrenté a ella fue en el Festival de Sitges, con la versión "Especial 30 aniversario" facturada por esa rémora oportunista y sin talento llamada John Russo. ¡Madre mía, que agonía! Mejor olvidarlo. Baste decir que no ayudó a cambiar mis impresiones. Más bien las incrementó. Aunque, y esto sí que no me lo explico, llegué a disponer del dvd que luego editó "Manga Films". ¿Hein? Probablemente me lo regaló alguien y no lo recuerdo. Podría ser. En cualquier caso, acabé sacándomelo de encima.
Y así han ido pasado los años, hasta que he llegado a una etapa "zen" de mi fútil existencia en la que me ha dado por revisionar muchas de aquellas decepciones, aplicando grandes dosis de paciencia, atención e interés, para ver si así, ya maduro (o casi), consigo lo que no logré siendo jovencito: Apreciarlas.
No les voy a contar el argumento de "La noche de los muertos vivientes" porque se lo saben de memoria. En cualquier caso, le di al "Play" de mi cutre-dvd. A medida que avanzaba, el aburrimiento iba in crescendo, así como la ristra de bostezos. Llegó el momento de rendirme a la evidencia: "¡Maemía, pero que coñazo!" Venga diálogos y más diálogos. ¡¿Cuándo se acabará esta tortura?!.
Hasta que, ¡ups!, superada tooooda la extensa parte en cuestión, los personajes deciden cerrar el pico y actuar. Salir al exterior de la casa, enfrentarse a los muertos vivientes y dejar estallar el conflicto entre ellos. Ahí noté un cambio. Una mejora. Detuve las miradas al móvil y los pensamientos ajenos a lo que ocurría en pantalla. Todo ese segmento del film se ganó mis atenciones y aportó una dosis de positividad a la experiencia. De hecho, logró lo que, según mi opinión, es clave: un buen regusto final. Casi hasta olvidar toda la parte previa. Así que, sí, puedo decir que en este visionado conseguí lo imposible, reconciliarme con "La noche de los muertos vivientes". Nada demasiado llamativo. No voy a pillarme el Blu-Ray remasterizado. Ni va a sustituir a "Creepshow", "Zombie / Dawn of the dead" y "El día de los muertos" como mis Romeradas predilectas... pero, oigan, al menos ya no estará en lo más bajo de la lista (ahora tocaría revisar la que lo está, "Martin / El regreso de los vampiros vivientes").

A continuación, les dejamos con la caratula completa del lanzamiento en vídeo. Básicamente por dos motivos, su hermosura y el detalle de atrás. Muchos habrán ya reconocido que ese zombie dibujado no pertenece al film de Romero, sino a "Condenados de ultratumba", concretamente es Peter Cushing embozado en maquillaje. Como ven, el caratuleo chungo se extendía incluso a los clásicos.