martes, 16 de febrero de 2010

LA HACIENDA

Desde principios del 2000, existe en USA una corriente de cine latino, hecho por y para latinos, que, aunque comenzó fuerte, sobretodo con películas de “gangstaz” estrenadas en salas para publico reducido, y siendo Nueva York el lugar de mayor repercusión, finalmente ha acabado en el mercado del vídeo-club, donde este tipo de películas, sin duda, se encuentran muy a gusto. La gracia de tal corriente es que imita las maneras de hacer de las películas caucásicas, incluidos todos sus clichés y  tópicos, pero con un reparto enteramente hispano y rodadas en español. Sin embargo, esta "La Hacienda" sería una “rara avis". Aunque cumple con los requisitos, mayormente viene rodada en inglés, ya que los protas son descendientes acomodados.
Unos hermanos se enteran que han heredado una antigua hacienda (una casa de huéspedes, vaya…) situada en el Perú, por lo que deciden partir hacia allí. Lógicamente, lo que no saben es que los espíritus, tanto de sus antepasados como de los esclavos de estos, pululan todavía por el lugar, lo que les hará un poco difícil su estancia.
Bueno, el producto es curioso, pero el resultado un mojón de caballo. Cuatro o cinco caras bonitas (de latinos) que son masacrados por unos fantasmas (también latinos) escatimando en sangre todo lo que pueden y un par de tetillas (de latinas) enseñadas con pudor, hacen que este film no llegue ni a simpático. Al fin y al cabo, no deja de ser una mala película americana de terror. Y cuando digo mala, me refiero a malísima. Y sin ningún encanto.
Dirige (y debuta) un tal Nelson Castillo.