lunes, 5 de abril de 2010

FILMEFOBIA

Esta es una de las películas más extrañas que he visto en mi vida. Algo así como un “torture porn” sin trampa ni cartón y, por lo tanto, sin que muera nadie, pero, en realidad, terapia según su director Kilo Goifman.
Ahora, al ver la peli, brasileña, a pelo y sin subtítulos, me cuesta un poco detectar si es un documental, o bien un falso documental… creo que es más bien lo segundo intentando hacernos creer que es lo primero.
Se somete a un grupo de personas a enfrentarse a sus fobias. Así, si una chica sufre ofidiofobia, se la inmovilizará al lado de una serpiente. ¿Coulrofobia? Pues se ata al paciente delante de un cristal en el que un desagradable payaso se reirá de él histéricamente. Al musofóbico le fabrican una especie de colchón lleno de ratas sobre el que tendrá que descansar… y así un sin fin de torturas terapéuticas, rodadas de manera totalmente experimental, sin importar que veamos en pantalla al equipo técnico y comentando las jugadas entre toma y toma. Además, para más inri, en la sala de montaje el director es aconsejado nada más y nada menos de por José Mojica Marins haciendo incomprensiblemente de Ze do Caixao, que, curiosamente, película brasileña que decido ver, película brasileña en la que aparece el hombre.
Bien, tal y como lo cuento, todo pinta muy atractivo e interesante, pero no se dejen engañar por un bonito planteamiento. Aunque "Filmefobia" es una bizarrada de cojones, en realidad también es un coñazo inaguantable al que hay que acabar viendo a base de "fast forward".
Solo por curiosidad, y luego lo borran.