Esta peli la consumí en su momento vía vhs, después de que pasara por el Festival de Sitges. En esa época (1991) Rutger Hauer cada vez se adentraba más peligrosamente en el terreno del cine pensado exclusivamente para el video-club, y "Peligrosamente unidos" fue una de sus últimas apariciones protagoniles en un film netamente mainstream (sin contar colaboraciones especiales y demás, como las que se marca en "Batman Begins" o "Sin City"). La recordaba como un simpático thriller de usar y tirar, por eso el otro día aproveché la oportunidad que se me brindaba para repasarla... y sí, mi memoria no me fallaba.
Lo que en el "Perseguido" -con Arnold Schwarzenegger- era una idea más, aquí es básicamente el eje central de la historia: Collares explosivos. Un especialista en electrónica es engañado para participar en un robo de joyas y luego traicionado. Termina encerrado en una cárcel ultra-moderna en la que no hay guardias, ni rejas, ni ná... solo unos collares que, si su portador intenta escapar de los límites del recinto, estallarán... salvo si se dan una serie de circunstancias que no me apetece explicar. El caso es que se dan, y el amigo Rutger huye, con todo lo que conlleva.
"Peligrosamente unidos" es puro entretenimiento, evasión al máximo grado, todo orquestrado con sabiduría y sin estridencias por un artesano con pedigree, Lewis Teague, director de "La bestia bajo el asfalto", "La joya del Nilo", "Cujo" o "Los ojos del gato", entre otras. A un fondón Hauer le acompañan actores muy del momento como Mimi Rogers, Joan Chen, James Remar y el carismático secundario Stephen Tobolowsky. La peli tiene sus dosis de humor, de acción, de intriga y unas gotas de gore ante los efectos de los collares explosivos. Eso si, es mucho más gozable la parte de la prisión (nota alta para la resolución del enfrentamiento entre Hauer y el abusón de turno) que la escapada en sí, algo larga y repetitiva.
Pero vamos, minucias, si lo que buscas es pasar un buen rato sin complicaciones, dale al "Play".