Con la primera película que hicieron juntos Carl Reiner y Steve Martin, me despido del repaso dedicado a sus colaboraciones.
"Un loco anda suelto", horroroso título patrio para el más contundente "The Jerk", que vendría a traducirse más o menos “El gilipollas”, sería además la puesta de largo de Martin, que debutaba en un rol protagonista tras mamarse mucha televisión y un cameo en "La película de Los Teleñecos". Estaba tan joven, que incluso en su cabeza aún queda algún pelo negro.
El actor interpreta a un hombre de unos 30 años que, al ser abandonado a la puerta de una familia negra en Mississippi, piensa que es negro. Cuando sus padres le confiesan que en realidad es blanco, y que no le cambiará el color de la piel con el tiempo, decide abandonar el hogar con el fin de buscarse la vida. Comienza a trabajar en todo tipo de trabajos hasta hacerse millonario y, así, vemos una infinidad de gags con los que Steve Martin puede lucirse.
Y el caso es que ambos, director y actor (y guionistas a michi…) están en plena forma. Introducen materia propia del "spoof" (en una comedia no "spoof") de lo mas afortunados que he visto en mucho tiempo y juegan al “cine dentro del cine” efectuando el propio Reiner un papelito interpretándose a sí mismo y denunciando al personaje de Steve Martin por equis cuestiones que prefiero no desvelar, pues recomiendo el visionado de esta peli encarecidamente. Una que, a mi, me la pone dura.
Y qué fructífera la unión de estos dos, tal y como hemos podido ir viendo durante las últimas semanas. Lástima que solo hicieron cuatro películas juntos. Hubiera molado que fueran unas cuantas más.
"Un loco anda suelto", horroroso título patrio para el más contundente "The Jerk", que vendría a traducirse más o menos “El gilipollas”, sería además la puesta de largo de Martin, que debutaba en un rol protagonista tras mamarse mucha televisión y un cameo en "La película de Los Teleñecos". Estaba tan joven, que incluso en su cabeza aún queda algún pelo negro.
El actor interpreta a un hombre de unos 30 años que, al ser abandonado a la puerta de una familia negra en Mississippi, piensa que es negro. Cuando sus padres le confiesan que en realidad es blanco, y que no le cambiará el color de la piel con el tiempo, decide abandonar el hogar con el fin de buscarse la vida. Comienza a trabajar en todo tipo de trabajos hasta hacerse millonario y, así, vemos una infinidad de gags con los que Steve Martin puede lucirse.
Y el caso es que ambos, director y actor (y guionistas a michi…) están en plena forma. Introducen materia propia del "spoof" (en una comedia no "spoof") de lo mas afortunados que he visto en mucho tiempo y juegan al “cine dentro del cine” efectuando el propio Reiner un papelito interpretándose a sí mismo y denunciando al personaje de Steve Martin por equis cuestiones que prefiero no desvelar, pues recomiendo el visionado de esta peli encarecidamente. Una que, a mi, me la pone dura.
Y qué fructífera la unión de estos dos, tal y como hemos podido ir viendo durante las últimas semanas. Lástima que solo hicieron cuatro películas juntos. Hubiera molado que fueran unas cuantas más.