viernes, 16 de abril de 2010

ESCLAVAS DEL ESPACIO

No hay serie Z más característica e incomparable que la que se produjo en Estados Unidos durante los 80, ese conglomerado del que salieron elementos como Fred Olen Ray, David DeCoteau, Jim Wynorski, Tim Kincaid (que venía del porno gay y ahí volvió), Gorman Bechard (reciclado a "auteur"), Rick Sloane y Ken Dixon, quien únicamente aportara una peli destacable al cotarro, este "Slavegirls from beyond infinity" que, encima, fue la última en su carrera... aunque, fíjate tú, ha resultado una de las mejores de la especie.
Salvo esa rareza titulada "The Erotic Adventures of Robinson Crusoe" (!!), Dixon se había especializado en películas-antología, de las que reunen trailers o momentos estelares de films afines a un género específico. Dentro de esta dinámica se curró cosas como "The best of sex and violence" (guau!), "Famous T & A" (es decir "Famosas tetas y culos"), "Zombiethon" (sobre muertos vivientes, hoy día hubiese triunfado) y el que siempre me fascinó por su ocurrente título, "Filmgore". Supongo que harto de dedicarse a dar cancha al trabajo fílmico de los demás, Dixon se animó a parir el suyo propio con esta "Esclavas del espacio".
La historia no es más que la enésima revisión de "El malvado Zaroff", la típica movida del millonario demente al que le mola cazar seres humanos y los suelta por el bosque/selva dispuesto a convertirlos en trofeo. La diferencia es que aquí todo se sitúa en el futuro, en un planeta desolado. Las presas serán un trio de "scream queens" muy de su época (destacando la preciosa Elizabeth Kaitan y la clásica Brinke Stevens) que se pasan casi todo el metraje en ajustados biquinis. El Zaroff de esta versión va acompañado de dos robots y compite con un cazador mutante de simpático aspecto (pero presencia casi accidental y chorra) diseñado por el legendario John Carl Buechler.
A ver, que es una Z-movie resulta evidente, por su abuso de diálogos, su escasez de decorados y por ese tono almidonado y sintético que gasta, muy propio de entonces. Sin embargo, lo poco, poquito que ofrece, no está ni tan mal hecho/resuelto... vamos, que la peli tiene su moderada gracia y todo y hasta consigue no aburrir en exceso teniendo en cuenta los escasos elementos de los que dispone.
Entre los momentos álgidos tenemos una descojonante riña entre los dos robots, digna de un par de colegiales, la alusión que una de las churris hace al poco pecho que gasta su compañera, insuficiente para presionar un mapa dentro del biquini (motivo por el que cae y se pierde. Cierto que, salvo la Kaitan, el resto de ladys son poco o nada voluptuosas) y la aparición especial de dos cutre-zombies.
Hoy día estaría hecha en vídeo, con aburriiiiiiiidas y laaaaargas secuencias de chicas con enormes tetas de silicona dándose una ducha y los efectos especiales serían todo CGI del barato... al pertenecer a los 80, "Esclavas del espacio" aún conserva la artesanía y el regusto por lo auténtico (y natural) que, al menos yo, aprecio de verdad. Si ese es tu caso, tal vez hasta te mole y todo.
Ah! y Charles Band rula por ahí, pero sin acreditar.