México es, sin duda alguna, una cantera donde encotrar las más descerebradas Explotations, y “357 Magnum”, es un material absolutamente pornografico para los degustadores de Explotations y cine de justicieros: Van a caer pajillas con esto tan golosillo, por lo menos a lo que AVT respecta.
El título y look que se nos vende, está absolutamente plagiado de la saga de “Harry el sucio”. El aspecto del poster, la referencia al arma que Harry Calahan puso de moda en el título – de hecho, el título original de la segunda película de la saga de Harry es “Magnum Force”, bastante parecido a este- e incluso las intenciones fascistoides en frases y sentencias apestan a la saga que inició Don Siegel. Sin embargo, el argumento es más parecido al de cualquiera de las películas de nuestro “justi” favorito, Charles “Paul Kersey” Bronson, en la saga “Dead Wish”. Pero, y aquí viene lo grande ¿Para que queremos un Paul Kersey impartiendo justicia, pudiendo tener dos?, se riza el rizo cuando en un papel muy parecido al de Kersey, tenemos a los dos populares hermanos Mario y Fernando Almada, instituciones en el cine popular de México. Además, ambos dos, se parecen bastante a Charles Bronson.
Con lo que tenemos a dos policías (Como Harry Calahan) entrados en años y con bigotillo (Como Paul Kersey) que se ven obligados a repartir estopa.
Tras interceptar a un grupo de narcotraficantes, el agente Murillo es masacrado junto con toda su familia, en una carnicería a base de “balasera”. Los dos hermanos de este, antes pertenecientes al grupo de élite “357 Magnum” y ahora retirados, viven como detectives.
Pero tras ser conscientes del brutal asesitano de su hermano, son reclutados de nuevo para desmantelar de una vez por todas esa organización criminal. Aunque ellos, de camino, deciden ir interrogando, de modo muy poco ortodoxo, a todo aquél hijoputa que se encuentran en su periplo con el fin de ajusticiar a su hermano ( y demás familia)… Y dan con el tipo en cuestión, un malo megalómano, al que acorralarán con la siempre fuerte ayuda femenina (el poder del coño, ya saben).
Total, que tenemos un híbrido entre “Harry el sucio” y “Dead Wish” con toques de la saga de James Bond, que junto con su dúo protagonista , y narcotraficandtes de por medio (no olvidemos que los méxicanos consumen “Cine Narco” con la misma pasión con la que los españoles consumen futbol), dejó pingues beneficios en las taquillas méxicanas. La combinación perfecta.
Además dirigida por Rubén Galindo, otra institución del cine de género Méxicano. Esto, no obstante, no es una garantía de nada, porque si hasta aquí todo parece muy bonito y entrañable, la cruda realidad, los frios hechos, son que Rubén Galindo era un manazas que todo lo que tocaba lo conviertía en mierda, y “357 Magnum” está tan mal rodada y sobretodo, tan mal montada, que no te enteras de nada, de no ser por el manido argumento que tenemos ante las narices.
Ya desde el principio, vemos a un montón de gente disparandose sin saber por qué, en un montaje digno de la”Filmark” (solo que con material exclusivo), en un sobre exceso de acción, con disparos de petardo de a duro, que te dejan más frío que la leche.
Luego, en el epicentro de la película, cuando los dos hermanos interrogan a los maleantes, vemos una y otra vez la misma escena, casi con los mísmos diálogos, cambiando solamente el tipo de tortura, hasta que volvemos a la acción del final, menos espectacular que un episodio del “Chavo del ocho” y rodado todo, como con prisa.
Y aunque de ritmo va bien la cosa (es un festival de planos, al fin de al cabo), mientras la vemos, sentimos un sopor y una sensación de “que se acabe ya esto”, que contraresta las ganas con la que le damos al play nada más descubrir la película.
Sin embargo, el nivel de violencia que nos muestra la cinta, es incuestionable. No se escatima en sangre ni en crueldad, siendo el zenit de todo esto la escena inicial en que se masacra a la familia del policía, quedando en pie una niña de unos seis años. Uno de los asesinos se lo piensa dos veces y abre fuego contra ella, a base de metralleta, recreandose Galindo en el rodaje de esa muerte.
Y por otro lado, es el tipo de cine que nos gusta, por la cara dura, el exotísmo, la macarrada y maneras que se gastan este típo de Explotations.
The Show must go on, and this is entertainment, baby.
Para aburrirnos viéndola, y despues, guardarla y coleccionarla.