Esta obra de los franceses Frank Le Gall y Flore Balhtazar
es muy muy similar a Chi’s Sweet Home, tanto que por momentos parece un plagio
descarado. La japonesa es de 2004 y el tomo de los gabachos del 2010 por lo que
cabria la posibilidad de plagio. Además Francia es uno de los países donde el
manga esta más arraigado así que…. Pero da
igual, nunca hay demasiadas historias de gatos (salvo Los Aristogatos que nunca
me acabo de gustar)
Miss Annie es una gatita de cuatro meses. Su familia está
formada por tres personas, el padre que es un escritor frustrado al que no
publican nada de nada y hace las labores del hogar, la madre que trabaja en una
revista y no vuelve a casa hasta la noche, y la hija, que acude al colegio y
habla con sus amigas por el móvil. De la familia lo único que vemos son sus
pies y sus manos, algo así como ocurría en Vaca y Pollo, pero que en este comic
más que por ser un absurdo, es por ponernos a la altura de Miss Annie (pero también
para así tener que dibujar menos, jejeje)
El comic nos cuenta el día a día de la vida de la gatita,
como juega, hace trastadas, o conoce nuevos amigos tanto dentro de casa, una
ratona a la que considera su mejor amiga aunque para ello tenga que reprimir su
instinto, y fuera de la casa, un par de gatos que le enseñaran las “normas”
para moverse en la calle. No hay nada más ni nada menos. Alguien podrá encontrar
intrincados paralelismos entre lo que se nos cuenta con ideas filosóficas (uno
de los gatos tiene como dueño a un filosofo y suelta una frasecilla profunda) o
situaciones reales como la defensa de territorio, nada más lejos de la realidad.
Esto es la historia de una gatita y punto. Ni más ni menos.
De dibujo simple y agradable, aunque con cierta dejadez para
los fondos, ya que estos son en su mayoría casi inexistentes, salvo en unas
pocas viñetas. Esto, junto con lo ligero del argumento, hace que se lea muy rápido
y que no desviemos nuestra atención en detalles que tampoco añadirían nada a la
historia. Buen dibujo, correcto guion.
Quien tenga gatos podrá disfrutar del comic mucho más que
aquel que no, simplemente por la cotidianidad de las situaciones. Aquel que
odie los gatos que no se acerque a este comic (ni a mi)