A parte de esto, me gustaría saber dónde empieza el
homenaje, y dónde termina el plagio en lo que a las viñetas se refiere, porque
por lo demás, esto no huele a “Creepy” ni a kilómetros de distancia.
Esto no deja de ser un pequeño bodrio videoclubero en el que
Valderrama piensa que para hacer terror lo mejor es darle un poquito de rollo
autoral a su película, y así hará una cosa respetable, cuando la verdad es que
es, con todas las letras, un pedazo de mierda.
Y es una pena, porque la idea no deja de estar mal; se trata
de una película ambientada en un manicomio, y con un psiquiatra que va
recibiendo a nuevos desequilibrados como nexo de unión para las historias que
veremos a continuación. Se nos va contando la historia de cada uno que el
doctor nos presenta.
No está mal el planteamiento. A eso hay que añadirle, un
reparto de viejas glorias que rellenan el reparto y lo hacen del todo
atractivo.
Pero la película hace aguas ella solita, únicamente, por lo
pretencioso que es su puto director/productor, y tres historias que van en
“Crescendo”: de mierda a más mierda. Por eso, y porque el resultado final,
reniega totalmente de todos los referentes de este tipo de cine
(hipócritamente, a juzgar por el guiño final de las viñetas) no viendo atisbos
ni del rollito “Creepy”, ni de nada de capítulos que se le parezca. Es como si
el director conociera “Creepshow”, pero solo de oídas, como si nunca la hubiera
visto, y aún así, pretender homenajear algo que por todos es sabido que es
bueno.
Es más, si no fuera por un monstruo que aparece en la
película, y que es el toque fantástico que adscribe (con calzador) esto al cine
de género –pero que se justifica estando este monstruo en la mente del chaval
protagonista del capítulo y no en lahistoria- parecería un dramón por capítulos. Y es que cuesta
mucho encontrarse una cosa tan aburrida y mal encaminada como esta en el mundo.
Yo creía que el gilipollismo era una cosa exclusiva de los españoles, pero ya
veo que los yankies también gastan de eso.
Las historias cuentan, la primera de todas ellas, los
avatares de un melenas que hace esculturillas de las que luego hace
exposiciones, y que terminan por hablarle. La segunda cuenta la historia de un
niño que soporta abusos sexuales, y que en un momento dado, aparece un monstruo
para despedazar al pederasta, pero luego resulta que el monstruo es él propio
niño. Y la tercera, interminable, cuenta una especie de conspiranoia, en que a
causa de los extraterrestres, un tipo se obsesiona con el fin del mundo y se
vuelve chaveta.
Una autentica pena, porque en el reparto tenemos, y lo que
es peor, en papeles destacados, a actores que siempre mola verlos, todos
provenientes del “mainstream”, pero que al final este les ha dado la espalda.
Tenemos a John Glover (“Gremlins 2”, “Los fantasmas atacan al jefe”), MalcolmMcDowell, Robert Englund, o Lou Diamond Phillips.
En definitiva, que me gusta la idea, me gusta el reparto
(ellos están todos muy bien) y me gusta la teoría, pero la practica… Esto se ha
ido al carajo porque los directores son unos pedantes, y porque, aunque saben
filmar, no saben contar una historia. Y mucho menos tres.
Más o menos, este es el debut en el largo del triunvirato.
“Cuentos de terror (sin sangre)” era mucho mejor que esto.
Absolutamente prescindible.