Al Adamson forma parte de esa ralea de "auteurs" surgidos del "exploitation" y el "trash" más visceral donde también encontramos a peña como Ted V. Mikels, Andy Milligan, Herschell Gordon Lewis, Jerry Warren, Ray Dennis Steckler, Edward D. Wood Jr., Doris Wishman, etc, etc. Algunos mejores / más carismáticos que otros pero, en esencia, todos cacota. En mi juventud andaba loco por ellos, leía y leía sin descanso sobre sus hazañas en las páginas del "Fangoria" yanki (con ayuda del respectivo diccionario) y me fascinaban. Luego, pasaba lo que pasaba. Localizabas una de sus películas, la deglutías con fervor y... ¡hostión al canto! El consiguiente dolor variaba en función de la incapacidad del cineasta. Con Adamson puedo decir que la contusión fue mayor que con ninguno. Cercana a la muerte total. Eso ocurrió el día que, entusiasmado y tembloroso, alquilé "Sangre en el castillo de Drácula". Un pestiñazo sin redención. Al cabo de unos años, alguien tuvo la idea de editar en dvd varias de sus pelis, o fue obligado por los extraños designios de la distribución. Entre ellas, la más mítica del pack, "Drácula contra Frankenstein". Aunque dolido y desconfiado, decidí darle una segunda oportunidad. En balde, seguían siendo mierda, sin la más mínima gracia o soterrado encanto. Y así ha sido siempre para mí con respecto al patillero Adamson. Pero ya saben que, en lo que respecta al 99% de los cineastas zetosos, y sus toscas producciones, suele ser más interesante el concepto. O lo que hay detrás. Esa es la razón de que todos los documentales -y biopics- que se les dedican sean tan disfrutables. Incluido "Blood & Flesh: The Reel Life & Ghastly Death of Al Adamson", aunque con leves reservas.
Lo que hace destacar a Al Adamson sobre todos sus coetáneos es que sufrió una muerte horrible. Fue asesinado y enterrado bajo cemento. Tal es el peso de semejante material que el documental se ve obligado -lógicamente- a dedicarle una generosa porción. Podríamos decir que se divide en dos documentales muy distintos. El primero se centra en los orígenes de la carrera de Adamson y su posterior desarrollo a base de mogollón de imágenes, fotos y carteles -muy en la línea de cómo se hacen hoy día, dinámicos y alegres-. Se disfruta mucho e incluso te ríes con algunas anécdotas (especialmente aquellas que hacen referencia a J.Carrol Naish). Pero luego toca la segunda parte, totalmente volcada en el asesinato, narrado con todo lujo de detalles, como si fuese un programa de esos dedicados a temas escabrosos que echan a las tantas. Y aunque está interesante, corta mucho el rollo y se hace algo pesado. Tal vez habría molado más equilibrar ambas partes. Por separado funcionarían cojonudamente, pero pegadas se anulan un poco mutuamente. Lástima.
Con todo, "Blood & Flesh: The Reel Life & Ghastly Death of Al Adamson" termina siendo bastante gozable. Y ayudan a ello presencias tan curiosas y entrañables como las de Sam Sherman, Fred Olen Ray, John "Bud" Cardos, Russ Tamblyn, Greydon Clark, Gary Graver, Worth Keeter y aficionados / fanzineros ilustres como Tim Ferrante, Chris "Temple of Schlock" Poggiali y Michael J. "Psychotronic Video" Weldon.
A David Gregory, director, debemos alguna ficción puntual (formó parte del clan que firma "The Theatre Bizarre") y, sobre todo, muuuucho material documental de entre el que sobresale "Lost Soul: El viaje maldito de Richard Stanley a la isla del Dr. Moreau", que sin ser nada del otro jueves se deja ver.