Últimamente resulta de lo más difícil ver películas realmente buenas. Sin duda, parte de la culpa me pertenece. Uno ya ha consumido demasiado y es muy jodido sentir entusiasmo por nada. Pero también es cierto que, en general, con tanta sobre producción de todo, seguramente motivada por lo "fácil" que es hacer cine gracias a las herramientas digitales, abunda lo "mierder". Por ello, cuando localizas algo medianamente potable, un pelo diferente, lo celebras. Eso me ha pasado recientemente con dos películas, motivo por el que decidí que merecían su hequecito en este sacrosanto blog, del que tan orgullosos estamos y al que tanto queremos.
A GHOST STORY la tenía localizada hace tiempo, pero no me atraía. No me llamaba nada. Hasta que mi amigo Vicente me habló de ella, me contó parte de la trama y logró despertar mi interés. Así que me hice con una copia y.... ha sido toda una grata sorpresa. De primeras aclarar que esto no es una película de terror. Ni por el forro. Podríamos calificarlo de drama fantástico. Todo gira en torno a una pareja ultra-enamorada que vive en una acogedora casita en lo que parece una urbanización. Un mal día, él muere en un accidente y... se convierte en un fantasma. Uno con la imagen clásica de la sábana y los agujeros negros en los ojos (todo un puntazo). De esta guisa, abandona la morgue, regresa a su casa y, desde la distancia, en absoluto silencio, es testigo de cómo el paso del tiempo avanza implacable y lo cambia todo. Su pareja se larga, entran nuevos inquilinos, derriban el lugar... llegamos incluso hasta el futuro. Y ahí sigue el triste y solitario fantasmita. Mirando. Cierto que en algún momento interviene, provocando poltergeist, pero poco. Y todo ello se desarrolla a las maneras del mejor cine "indie" norteamericano. Es casi, casi, cine contemplativo. Ese plano eterno de la protagonista devorando tarta resulta impagable. Y luego está el "speech" la mar de filosófico que suelta un tipo en una fiesta, uno que comparto desde hace tiempo, ¿por qué preocuparse tanto en pasar a la posteridad cuando el destino de la humanidad es extinguirse al igual que el universo al completo? En fin, una peli agradecidamente original y diferente. Muy recomendable si te pilla con el tono adecuado.Y es que, al final, de lo que se trata, lo que agradezco, es que me sorprendan, evitar lo trillado. Y eso, en cierto modo, hace NUEVO ORDEN, producción mexicana que si despierta críticas hostiles no es por su calidad, sino por su "mensaje". Y no hay nada más errado que juzgar una película por el filtro de lo moral. Ello no me echó atrás, muy al contrario contribuyó a darle al "play". Básicamente nos cuenta la historia de una revuelta. Los pobres se cansan de serlo y comienzan a atacar a los ricos. Cruenta y despiadadamente. Todo mostrado de modo verosímil y sin concesiones. Da igual lo positivos o importantes que sean los personajes, si han de palmar de forma seca, contundente y sin adornos, la palman. Tal cual. Y claro, ello provoca que el visionado resulte bastante angustioso y desasosegante, porque nunca sabes por donde van a tirar. Y a lo tonto, termina y te quedas tocado. Pensativo. Es una peli dura, nada fácil. Pero la agradeces porque, a pesar de que alguien pueda compararla con Michael Haneke, en plan rollo autoral, no deja de ser un thriller. En redes se la pone a parir acusándola de dejar en buen lugar a los ricos y mal lugar a los pobres, pintándolos como ratas salvajes sin compasión alguna. Yo no estoy tan seguro, les diría que volvieran a verla y entendieran que ni todos los de arriba son demonios, ni todos los de abajo son ángeles. El final es especialmente desesperanzador. También muy recomendable.
Las dos!