sábado, 13 de marzo de 2021

INDESTRUCTIBLE (RUEGA POR TU MUERTE)

Una de mis -demasiadas!- obsesiones juveniles fueron los ninjas, encabezados por el gran Sho Kosugi (el modo correcto de escribirlo es Shô, pero nosotros vamos a ignorarlo.... shômos así de vagos... tanto como los que diseñaron el cartel, aquí presente) . Y de entre todas sus películas, la que más loco me volvía era "Indestructible: Ruega por tu muerte" (en algunas partes figura sin el "indestructible" delante, pero yo siempre la he conocido con este incorporado y así me la quedo, ea!), seguramente porque, A, era una versión en ninja de las aventuras justicieras de Charles Bronson y, B, se la solía calificar en prensa especializada -la buena, es decir, la extranjera- como "ultra-violenta", y eso sonaba cual poesía para mi. Una vez más, nos encontramos ante lo que a priori era un gran concepto pero, ¿estaba la película a la altura?. Durante muchos años consideraba que no, que le faltaba truculencia y le fallaba el ritmo. Pensamientos estos que quise corroborar o corregir viendo recientemente mi apestoso ripeo del VHS.
Akira es un ninja retirado que quiere dejar atrás su pasado guerrero para volcarse en la vida familiar. Con la idea de satisfacer a su señora, parten para los USA a montar un negocio y prosperar. Desafortunadamente, el lugar es utilizado por el hampa para intercambiar materia ilegal. Un día, un collar muy valioso es mangado por el policía corrupto que en teoría tenía que entregárselo a los mafiosos locales. Estos se ponen paranoicos y se convencen de que el clan familiar nipón se lo ha quedado, así que deciden ir a por ellos... ignorando la condición ninja de un Akira que, llegado el momento, retomará las armas.
Tal y como si fuese un "Death Wish" cualquiera, la mujer y uno de los hijos de Akira (en este caso podríamos decir de Sho, ya que lo eran también en la vida real) son atropellados a lo bestia y terminan en el hospital. El villano, Limehouse, que es más malo que la tiña -luego nos centramos en él- se corta con un cuchillo para que le ingresen y, una vez allí, ataca a la señora Kosugi. La suelta un par de hostias, la viola y acuchilla cruelmente con un bisturí. La escena en cuestión no es excesivamente gráfica, pero sí resulta bastante perturbadora por su mala leche. Y es que en aquellos tiempos, aquellos añorados tiempos, la violencia del cine podía no ser muy espectacular, con chorretones de sangre y gore cafre en CGI (como, por ejemplo, ocurría en el "Ninja Assassin" que, justamente, recuperaba a un Kosugi ya arrugado), pero sí resultaba.... ¿cómo llamarlo? ¿sórdida? ¿moralmente reprobable? Ese material era "el normal" y no había necesidad de sobrestilizarlo para darle una pátina de irrealidad y desproveerlo así de su cabronismo.
Hacia el final, tal y como si fuese un "Castigador" de ojos rasgados, Akira the ninja acude hasta la guarida de los mafiosos, se los carga a todos y se enfrenta a Limehouse, que se rebotará con ayuda de toda una sierra mecánica (¡sierra mecánica contra ninjas! ¡subidón!) pero terminará hecho trizas... aunque no contaré cómo.
Lo que sí contaré, es que dicho despreciable personaje -no tiene problema alguno en matar, ya sea hostiando a un anciano con una vara de acero o ametrallando a los inocentes clientes de un restaurante- lo interpreta todo un rostro carismático del exploitation de los 70/80 y la televisión, James Booth, al que también has podido ver en "Del espacio profundo", "Retaliator, programada para matar", "Estos zorros locos, locos, locos" entre un porrón más. Lo curioso es que, pal caso, él mismo se encarga de escribir el guion de "Indestructible: Ruega por tu muerte". ¡Toma ya!. Al hombre ya la iba eso de teclear, como demuestran sus libretos de "La fuerza de la venganza" o "El guerrero americano II y IV -bajo seudónimo-", donde también asomaba como actor. En cualquier caso, no deja de ser bizarro considerar la mala idea que gasta la peli con toda su descarnada violencia y que él mismo se reservara al más malvado de todos los personajes.
Como dato marciano, cabe mentar el inicio del film, donde asistimos a una especie de escena de época -o eso parece- con Sho vestido de ninja negro (traje que no llevará cuando luego se ponga a machacar mafiosos) y que está siendo consumida por sus retoños en una pantalla de televisión. Estos comentan que ese ninja se parece mucho a su padre. ¿Es Akira un ninja-actor? ¿se trata de un absurdo guiño a sus pelis previas? ¿material aprovechado / reciclado? ¿una muestra de metacine en una época en la que no era tendencia? ... ¡¿qué coño pasa aquí?!. Mi no comprende.
Habría que preguntárselo a su director, Gordon Hessler, un señor que se apuntaba a un bombardeo y repetiría con Sho Kosugi en la un poco más cutre "Venganza por Honor" producida, como es el caso de la reseñada, por Trans World Entertainment (volverían a verse en "Shogun Mayeda", última peli de Hessler). Justamente, en la época llegó a mis manos un press-book de la compañía, supongo que confeccionado para algún mercado del cine, donde se anunciaban futuros proyectos con sus respectivos pre-carteles. Uno podía encontrar la secuela de "Venganza por Honor" y, por supuesto, la de "Indestructible: Ruega por tu muerte". Ninguna de las dos se hizo realidad. Una pena en el caso de la segunda, hubiese molado convertir las aventuras justicieras de Akira en una franquicia. Porque esta, la primera, sin deslumbrar -y abordándola con expectativas moderadas- se deja ver, "ta bien" como decimos en mi pueblo.
Pone el punto entrañable una canción tan hortera como resultona, muy de su época, y que se repite dos veces. ¿O son tres?. "Back to the Shadows" canturreada por Peggy Abernathy.
Aquellos curiosones completistas gozarán sabiendo que esta película ya ha pasado por el blog en sendas ocasiones, una de ellas para protagonizar nuestra maravillosa, envidiada y COPIADA sección de caratuleo chungo (AQUÍ). Y ya les anuncio que, en breve, podrán disfrutar de algunos de sus fotocromos.