viernes, 1 de octubre de 2010

EL NARCO NACO II

Con ésta ( y mira que me cae simpático la comedia “Home Video” Mexicana), me retiro ya en lo que respecta a la mas reciente etapa del señor (ya un habitual en AVT) Alfonso Zayas, cómico tan popular como repelente de las cinematografía más cafre de aquellos lares, cuya película EL NARCO NACO II, al buscar datos en imdb, no viene acreditado ni el director.
Y digo que me retiro con esta (ojo, solo de las del Señor Zayas), porque ya se lo que me espera con todas las demás que protagonizó del 2000 para acá… Hora y media de sufrimiento, viendo algo que a priori se supone que es gracioso. Con esta ya se llevan la palma. Eso sí, al parodiar el género narco, que tanto gusta a los Mexicanos, no me extraña que haya toda una saga.
Existe una película precedente, EL NARCO NACO, pero que poco o nada tiene que ver con esta, porque aunque protagonizada también por Zayas, en esta, el personaje viene de nuevas…. A saber, no pienso verla.
¿Argumento? Si ya saben lo que les voy a decir, ¿Para que preguntan?
Unos narcos, hacen no se que mierdas en planos generales larguísimos, mientras Zayas, seduce a señoritas que muy bien podrían ser sus hijas, sin ningún problema, y vende Tortillas. Tras una larga escena de discoteca, en la que un enano narco baila, se sucede un tiroteo con Zayas ya convertido en narco, una pareja de polis híper-desgraciados (porque no tienen gracia) les buscan, después juegan al futbol y se acaba la película.
También aparece por ahí de vez en cuando el hijo de “Chabelo”, y poco más. Un absoluto rollo, totalmente prescindible en todos y cada uno de sus aspectos.
Ahora, por salvar de la quema secuencias como vengo haciendo habitualmente (y con las cuales, bien montadas y con su nexito, bien valdrían un estupendo documental) de películas inviables, la del tiroteo final, narcos contra buenos en el que se usan pistolas de juguete, las cuales los actores disparan (e incluso aciertan) sin que haya ningún tipo de fuego o artificio. Tal cual. Solo les falta decir “Pum, pum”. Y para más inri, el sonido de disparos no va ni sincronizado. Está extraído de alguna otra peli, y lo han metido ahí a piñón, como quede. Esa dejadez ¡me encanta!
Otra cosita, en un par de momentos, que al director le quedó la duda de si las frases que soltaba el actor en según que escena, para resolverlo y que quede claro que en ese momento toca reírse, se ha metido una risa enlatada. Una sola, dos veces, la misma, en momentos muy concretos. De vergüenza ajena.
El resto, comida para peces.