Excelente aportación de William "El Exorcista" Friedkin al cine de juicios. O si lo prefieren, al de asesinos en serie.
Desgraciadamente, problemas financieros de la distribuidora condenaron a esta peli a la nada durante un largo periodo de tiempo. Primero se estrenó en Europa, y cinco años después en los USA. Claro, así pocas oportunidades tuvo de llevarse una tajada mínima del éxito que merecía. Algo especialmente frustrante para el director, que tras sus años de gloria, y una fase intermedia bastante deprimente, volvía a demostrar su gran talento para estas cosas del cine. En fin, suerte que al menos la peli está ahí, lista para disfrutar, y les aseguro que yo la gocé cual puta hace un par de noches. Encima, en su formato VHS.
Basada en el caso de un psycho-killer real, "Desbocado" cuenta la historia de un asesino muy chungo que masacra familias del modo más casual y caprichoso con el fin de beberse la sangre de las hembras. Es detenido por la policía y llevado a juicio. El abogado de la acusación es un liberal que no cree en la pena de muerte. Sin embargo, lo cruento del caso le hará cambiar de opinión y luchará hasta el fin para que el asesino pague por sus crímenes con su propia vida, a pesar de dudas morales y otros problemas.
Pues sí, "Desbocado", o "Rampage" en su tierra, es un thriller fabuloso que te mantiene en vilo durante los 101 minutos que dura. Del primero al último. Bien parido, bien interpretado, bien narrado, bien TODO. Es ese tipo de peli que entra de maravilla, y más después de haberte tragado un buen montón de ponzoñas aburridas y carentes de garra. ESTO es cine, oiga.
Supongo que no peco de lerdo si digo que, esencialmente, "Desbocado" se plantea el tema de la pena de muerte. No estoy muy seguro si Friedkin sermonea o no... yo diría que no, que provoca. Te pone sobre la mesa los hechos, y deja que tu juzgues y saques tus propias conclusiones. O eso me parece a mi. No comprendo demasiado la secuencia que cierra el film, aunque me gusta y me plantea dudas. Idem con el cambio final de opinión del abogado prota, inducido completamente -o así lo veo yo- por el abandono de la hippie de su mujer, que no acepta que su pareja se muestre en favor de la pena de muerte. En fin, no se, son tantas las lecturas que ofrece esta peli que mejor la véis y luego me llamáis para debatirlo.
A destacar la secuencia de los "3 minutos". No explico más, descubrirla es parte de la gracia.
El reparto es tan sólido como suele ser en este tipo de films. Michael "Terminator" Biehn hace un papel cojonudo como abogado repleto de dudas. Le siguen Alex McArthur como asesino y un puñado de segundones carismáticos como Art LaFleur o Grace Zabriskie (especializada en papeles de loca con mirada desviada).
Un diez. Altamente recomendable.