Algún día alguien escribirá un libro sobre la imagen del tiburón asesino en el cine, y la curiosa fascinación que provoca. Si no fuera por los putos escualos psicópatas, muchos infraproductores de serie B/Z no tendrían ni para habichuelas. Un ejemplo de los miles que hay es este "Tiburón, duelo a muerte", producción Italiana rodada en USA que en 1990 llevó a término, en funciones productiles (y de director de foto, así como co-director cuando el contratado se las piró), Aristide Massaccesi desde su flamante fábrica de ñordos -salvo por "Aquarius"- "Filmirage".
Me la puse el otro día, creyendo que era otro film (¿"La noche del tiburón" tal vez?)... y lo más sorprendente es que la vi entera. Digamos que es un cruce entre "Cuenta Conmigo" y "Tiburón", sobre unos chavales super-amigos de toda la vida que deciden cazar un tiburón asesino después de que se zampe a uno de los integrantes de la pandilla. Todo ello mezclado con mucho drama de saldo y esas formas tan costrosas que en aquellos años los italianos gastaban cuando pretendían hacernos creer que sus productos eran cien por cien yankees, contratando a maniquíes y robots en lugar de actores. "Tiburón, duelo a muerte" se puede ver... pero te olvidas de ella con un simple estornudo.
Nada destacable salvo dos cosas. Las inevitables imágenes recicladas del Castellariniano "Tiburón 3" y la que ahora les dejo...
En la oficina del sheriff reposa una caja de esas de embalaje, o como se diga, tamaño humano, con un cartel pegado y escrito a mano en el que se lee "Robocop". ¿Homenaje?.... noooo!!!, el fin de la peli es demasiado crematístico como para plantearse un acto afectuoso. Sencillamente figura que los policías de esa oficina son muy amigos de la coña, y esa en referencia al clásico de Paul Verhoeven es una de varias. Sin embargo, me pareció lo suficientemente graciosa y ocurrente como para destacarla aquí... más teniendo en cuenta el mar de mediocridad que la envuelve.
Fin.