Parece que fue ayer, pero ya han pasado 12 años desde que se
estrenara la película que devolvió los musicales a las pantallas de cine. Su
director Baz Luhrmann está ahora mismo apretando mucho en la taquilla con El
Gran Gatsby, que oh!, también es un musical. Y es que parece que el director
australiano se ha especializado en este género. De su escasa filmografía
(hablando solo de cine, no cuento ni espectáculos teatrales ni anuncios de TV)
la primera película, El amor esta en el aire, es una adaptación de un famoso
musical de Australia. Le sigue Romeo y Julieta, donde los actores no cantan (o
al menos no recuerdo ver a DiCaprio cantar) pero sí que la música está muy
presente en el filme. Luego viene la película que nos ocupa, Moulin Rouge que
es el súmmum en musicales en la actualidad, para repetir actriz protagonista,
Nicole Kidman en Australia (otro musical), junto a otro ilustre actor de ese
país como es Hugh Jackman. Y para acabar, la película que acaba de estrenar, El
Gran Gatsby, en la que repite la formula de Moulin Rouge, aunque por lo que
dice la critica sin el mismo acierto. Y cuando digo la formula Moulin Rouge, me
refiero a meter canciones pop actuales en una época que no le corresponde.
Moulin Rouge, junto con las dos anteriores películas del
director, forma parte de la trilogía de las cortinas rojas. Películas que
tratan sobre el amor por encima de todo, y en las que supongo salen cortinas
rojas. Así que no es de extrañar que a Moulin Rouge en su momento, o incluso
ahora, se la tache de ñoña y sensiblera, pero aunque esto fuera así, que bonita
que es la jodida.
Christian (Ewan McGregor) es un joven escritor que acaba de
llegar al Paris de inicios del siglo XX. Para los que no lo sepan, Paris es
llamada la ciudad de las luces porque fue la primera ciudad europea en tener
luz eléctrica. Lo que no todos saben, es que el Moulin Rouge (sala de
fiestas/puticlub) fue uno de los primeros edificios en cambiar las teas y
lámparas de aceite por las bombillas de luz incandescente. Animado por las
luces del cabaret, Toulouse Lacroix, el absenta, y con la idea de vender una
obra teatral, entran al Moulin Rouge. Christian queda deslumbrado en cuanto ve
el número musical de Satine (Nicole Kidman) Rápidamente queda prendado de ella,
y en cuanto se conocen, con enredo y de por medio, se enamoran mutuamente. Lástima
que El Duque, un hombre que tiene en su mano salvar o destruir el Moulin Rouge,
se encapriche con la bailarina y la quiera solo para él. El dueño del local,
presiona a Satine para le de coba al Duque y así conseguir la financiación
necesaria para mantener a flote el espectáculo. Por lo que esta deberá de
mantener su amor por Christian en secreto.
Como película romántica, los enredos se sucederán uno tras
otro, y como musical, las canciones nos contaran más de lo que aparentan. Un
ejemplo de estos enredos es el espectáculo que el Duque financia, y es que esa
obra, que escribe sobre la marcha Christian, habla de la historia de amor del
escritor y la bailarina, y hace chanza con el enamoramiento del Duque. En
cuanto a las canciones, cuando toca el turno de Roxanne (originalmente de The
Police) es cuando queda claro, lo difícil de la profesión de Satine y por lo
que realmente debe su status dentro del Moulin Rouge, siendo este un momento
demoledor, como la canción original.
Las adaptaciones de las canciones, y la selección de las
mismas es magistral, ninguna sobra, y tenemos canciones tan dispares como
“Nature Boy” de David Bowie, ”Lady
Marmalade” de Christina Aguilera, la ya citada “Roxanne” de The Police o “Smell
Like Teen Spirit” de Nirvana. Una banda sonora de lujo, en la que además cantan
de verdad los dos actores protagonistas. Esto me sorprendió mucho, sobre todo
por la parte de Ewan McGregor, ya que apenas unos años antes le habíamos visto
como Obi Wan Kenobi, y poco antes como el yonki Renton de Transpotting, y
claro, un yonki que luego fue Jedi, como que no llamaba mucho para un musical,
pero ay, ay, ay, cuando le toca el turno de cantar alucinas de lo bien que lo
hace (imagino que habrá mucho estudio por detrás, pero leñe, también lo tiene
Lady Gaga y dicen que es lo mas, a quien le guste, claro) y sobre todo en dos
momentos, cuando canta “Your Song”, y a dueto con Nicole Kidman en “Come What
May”, entonces es cuando se te caen los huevos al suelo y dices, joder como
canta este tio.
Preciosa, con un final lacrimógeno, que no nos pillara por
sorpresa porque la película es un gran flashback, empieza con el final, para
volver al principio de todo y contártelo con la voz en off de Christian. Y aun así,
mucho llorar al final.