jueves, 27 de junio de 2013

CUCHILLOS PARA DAMAS

Por lo general, se tiende a datar el primer “Slasher” de la historia en 1978 con “La noche de Halloween”. Luego, siempre se rebate esa afirmación puesto que “Black Christmas” es una buena muestra del sub-género y se rodó cuatro años antes.
Sin embargo si ahondamos un poco más, el afirmar cual sería el primer “Slasher” que se rodó, o  de que año es, es un tanto osado, porque desde que el cine de terror es cine de terror, siempre aparecen referencias que pueden hacernos pensar que tal o cual película es el primer “Slasher” de la historia, como es el caso de esta “Cuchillos para damas” de 1973, y seguro que hay muchas más referencias en años anteriores.
Conocida internacionalmente con el título “A knife for Ladies”, cuando apareció en vídeo, según la edición, se titulaba “Silent Sentence” o más bizarro todavía, “Jack The Ripper goes West”.
En España cuenta con varias ediciones en las que varía el título de plural al singular, titulándose “Cuchillo para damas” en la mayoría de ellas, y “Cuchillos para damas” en la que yo creo que es la oficial.
Ahora, ¿Qué es lo que llama la atención de este “Slasher”? pues que transcurre en el lejano Oeste, dato este que me parece harto original.
El argumento es la mar de sencillo: En un pueblo del Oeste, aparece un individuo que se dedica a asesinar prostitutas. El Sheriff del condado y un detective intentarán descubrir quien es, mientras el asesino da cuenta de toda puta que se tope en su camino a cuchillazo limpio.
El productor y director de esta rareza es Larry Spangler, que en los años setenta llenaba las salas de sesión continua con sus westerns  de serie B protagonizados por Fred Williamson, como por ejemplo, “Joshua” o, sobretodo, “La leyenda de Nigger Charlie”, auténticos precedentes y objetos del expolio de “Django Desencadenado” (y no el “Spaghetti Western” como erróneamente piensan todo esos entendidos y fans de Tarantino) y con un contenido bastante racista.
Spangler, como muchos de sus coetáneos, acabó ganándose las alubias en los albores de los ochenta haciendo porno con John Holmes y demás estrellas.
“Cuchillos para damas” a pesar de lo bonito que lo he pintado todo, a pesar de su originalidad y de que un “Slasher” en el Oeste puede parecer atractivo, no es más que un trozo de mierda deleznable, no ya por aburrida (un “Slasher” ha de serlo), sino porque hay una torpeza y una desgana en su realización, que provoca sopor e incertidumbre. Está  dirigida como por un subnormal, montada por un tío sin brazos y ambientada tan mal, que aunque se cuenta con escenarios, vestuario y demás parafernalias del Oeste, se nota que es una ambientación, y no que están en el Oeste.
Añadan la fotografía, cuyo director de la misma quizás pensó que estaría bien darle un toquecito de terror y lo que consigue es una imagen cochambrosa y cutrona, que nos hace diferenciar aún más los escenarios de cartón piedra. O puede ser que, también, fuera un disminuido psíquico.
¿Qué sacamos de bueno en la película? Pues únicamente los acuchillamientos, que acompañados de un poco de sangre, pues están medio majos.
Por otro lado, a juzgar por el caótico montaje y por su corta duración, 50 minutos, intuyo que la película está amputada por todas partes, o bien, que Spangler jamás la terminó y montó lo que tenía.
Absténganse de verla todos los que se ríen de las películas malas… esta es genuinamente mala y como tal, solo provoca sopor, nada de diversión y no podrán hacerse los chachi guays con ella.