La carátula americana, además, te vende esta reunión como
todo un acontecimiento y destaca, por encima de los nombres de los actores, los
apelativos por los que son conocidos en sus círculos de fans, así, Don Wilson
sería “The Dragon”, Andrew Clay sería “The Dice” y Fred Williamson sería “The
Hammer”. Y esto es lo más reseñable que
puedo decir de este “Direct to vídeo”, por que por lo demás anda bastante sosa
de todo. Es más es una pena para lo que han quedado tipos que en su momento nos
deleitaron con cosas como “Blood Fist”, “Las Aventuras de Ford Fairlane” o “El
padrino de Harlem”. Quizá el más digno sería Williamson con su eterno papel de
vieja gloria del “Blaxploitation”, porque por parte de Don Wilson, no solo se
le acusa en su rostro el paso del tiempo, sino también en las escenas de artes
marciales, que brillan por su ausencia en esta película. Por otro lado, el
papel serio, sin chascarrillos, de Andrew Dice Clay no le hace justicia y solo
podemos fijarnos en su prominente aumento de peso y en su omnipresente
calvicie. Lo cual, siempre es garantía de algo.
Dos policías se meten en un asunto de tráfico de esteroides,
por lo que tendrán que infiltrarse en ambientes de culturismo y ganarse la
confianza del mafioso se turno, pero otras misiones han hecho mella en uno de
los dos policías, lo que puede hacer que todo se vaya al traste. Como es de
suponer, esto no ocurrirá.
Sin llegar a aburrirnos del todo, la película, si hacemos
parones mentales cada cinco minutos para pensar en nuestras cosas, se aguanta
bien y se sigue sin mayor dificultad, Lo mismo que a la hora de olvidarla…al día
siguiente de haberla visto, ya no nos acordaremos de ella, y ni puñetera falta
que hace que nos acordemos.
Más que mala, podíamos decir que es sosa, insulsa, poco
carismática, y muy, muy de finales de los noventa. Aunque siempre es de interés
echarle un ojillo, más que nada por ver a sus actores y su rictus de “Para esto
hemos quedado”. Claro que Fred
Willianson, a día de hoy, es prácticamente un icono, Dice Clay, sigue arrasando en sus shows y ha
trabajado para Woody Allen, “The Dragon” Sigue con su carrera zetosa con algo
de fandom… vamos que siguen en alza en cierto modo. Pero el impersonal del
director, el tal Brady McKenzie,
apareció para rodar esto y nunca más se volvió a saber de él.
Para completistas de cualquiera de sus tres estrellas. En mi
caso, completaría al, también apodado “The Diceman”.