Y es que la animación Coreana tiene la virtud, la suerte y
el don de ser, casi en exclusiva, un producto pirata de niveles populares que
representa así la filosofía entera de todo un país, en este caso Corea del Sur.
La animación Coreana, torpe, tosca, descuidada, plagia
directamente el Manga y el Anime Japonés, desde los tiempos de “Mazinger Z”,
sino antes, y por si eso fuera poco, se pegan el lujo de coger a los personajes
que a sus creadores les sale de la polla, y hacer dibujos animados con ellos.
Hay a porrillo de Mazingers Coreanos, los hay incluso legítimos, pero también
hay dibujos Coreanos de Popeye, Batman, Superman o váyase usted a saber… todo
ello sin pagar derechos y sin salir esas películas de la misma Corea del Sur,
para no tener problemas legales.
De esta forma, nos topamos con esta rareza de 50 minutos,
rarísima, misteriosa y desperada, en la que se coge el concepto del vídeo juego
“Street Fighter” y mezclando personajes originales del vídeo juego (a los que
se le cambia el nombre) con ¡personajes falsos que plagian a los originales!!
–de hecho los dos protagonistas, son una versión de Ken y Ryu en plan mongólico
cuya característica principal, es que se pasan el día jugando al “Street
Fighter II”- se montan un universo paralelo ambientado en 2010 durante la
tercera guerra mundial (¿) y en el cual,
nuestros protagonistas, instados por Chun –li, se meterán en un berenjenal para
que M.Bison, no se haga con el control de una sociedad devastada por la guerra.
Entre tanto, veremos a la mayoría de personajes de “Street Fighter”
interactuando entre si.
Un bodriete que, además, da la sensación de haber quedado
incompleto y todo lo interesante que pueda tener, es su mera condición de
animación Coreana y por lo tanto pirata, plagiadora, “exploitation” y, a todas
luces, mediocre tirando a ponzoñosa. Vamos, ni mejor ni peor que otras tantas
producciones similares.
En esta se plagia el estilo Manga más cartoon (para que me
entiendan, más cercano a “Shin Chan” que al “Street Fighter” original Japonés
de tipo más realista) por lo que los personajes salen a la primera de cambio
con las bocas enormes abiertas y, sobretodo, moqueando a la menor ocasión.
Una verdadera curiosidad, en la que además tenemos cameos de
personajes de lo más variopintos (e ilegales). Les dejo que lo descubran si la
ven.
Por si son más quisquillosos que yo y quieren buscar más
info a cerca de este producto, les diré que el director responde al nombre de
Sang II Sing, que se dedicó a animar… incluso en Japón.