El argumento, la originalidad, el terror y el gore (de
calidad, que no el infografico) brillan por su ausencia: Tras explicarnos una
voz en off el rollito típico del Leprechaun que custodia el oro y demás, nos
encontramos ante una joven que ha sido víctima de una maldición. Quien
encuentre un trébol de cuatro hojas de color rojo y lo arranque de su sitio,
será perseguido por el Leprechaun, que de paso, se cepillará a todo aquél que
se le ponga a tiro. Una muchacha encuentra un trébol de cuatro hojas rojo y lo
coge…. Así que imagínense el resto. De por medio, además de la muchacha y su
amigo, un Sheriff y un tirado con pinta de alcohólico, intentaran frenar la ira
del Leprechaun en el día de San Patricio.
La variante aquí está en que dotan al personaje de seriedad;
no habla, ergo, no cuenta chistes y es implacable a la hora de asesinar a sus
víctimas, pero el look es una mierda, pasando del aspecto clásico, y apostando
por una especie de hombre verde, larguirucho y alto, que se parece un poco, de
aquella manera al “Groot” de “Los Guardianes de la galaxia”.
Por lo demás, soporífero aburrimiento, diálogos
insustanciales e interminables, una castaña insufrible, que no la salva ni la ridiculez general de toda la película,
ni la decadencia de Billy Zane, que da pena verlo mal actuar en su rol de
estúpido Sheriff modernote, sin uniforme ni estrella y cuyo look con sombrero abombado
recuerda mucho al de Pepe, el trompetista vampiro de la película de dibujos
animados “Vampiros en la Habana” que vas vestido igual.
Acompaña a Zane en el periplo, el eterno William Devane,
secundario en mogollón de telefilmes y visto en películas como “Payback” o
“Space Cowboys”.
Dirige esta oportunista T.V. Movie Drew Daywalt,
cortometrajista con mogollón de trabajos, director de algún capítulo de series
y director de un largometraje ponzoñoso para lucimiento de Sean William Scott
cuando estaba de moda. Pero ni un solo trabajo destacable y/o reseñable.
Y la carátula de esta peli, es la más fea que he visto en mi
vida.
Una puta mierda.